Michel, un chico de trece años con fama de soñador, vive en la localidad congoleña de Pointe-Noire. Su vida transcurre con normalidad: va al colegio, juega, tiene sus más y sus menos con los vecinos; su madre trabaja en un puesto de plátanos en el mercado y su padre, en un hotel. Pero en marzo de 1977, de repente, estalla la noticia: el camarada presidente Marien Ngouabi ha sido brutalmente asesinado. El atentado tendrá distintas consecuencias en la vida de Michel y su familia, el aprendizaje de la mentira no será la menor de ellas.
Con humor y emoción, a través de la mirada ingenua del protagonista adolescente, el autor se vale del universo familiar para ofrecernos un fresco de la descolonización y los callejones sin salida del continente africano, de los que el Congo es un doloroso ejemplo.
Dueño de un universo literario único y considerado como uno de los escritores francófonos más importantes de la actualidad, Mabanckou mezcla intimidad y tragedia política en esta historia de un chico que se enfrenta de golpe con la realidad de la vida.
Las ciudades invisibles se presentan como una serie de relatos de viaje que Marco Polo hace a Kublai Kan, emperador de los tártaros… A este emperador melancólico, que ha comprendido que su ilimitado poder poco cuenta en un mundo que marcha hacia la ruina, un viajero imaginario le habla de ciudades imposibles; por ejemplo, una ciudad microscópica que va ensanchándose y termina formada por muchas ciudades concéntricas en expansión, una ciudad telaraña suspendida sobre un abismo, o una ciudad bidimensional como Moriana… Creo que lo que el libro evoca no es solo una idea atemporal de la ciudad, sino que desarrolla, de manera unas veces implícita y otras explícita, una discusión sobre la ciudad moderna.
Londres, noviembre de 1941. Tras la salida de la formidable Henrietta Bird de la revista Woman's Friend, las cosas están mejorando para Emmeline Lake mientras asume el desafío de convertirse en una joven columnista de consejos en tiempos de guerra. Su relación con su novio Charles va viento en popa, mientras que Bunty, su mejor amiga, todavía se recupera de las secuelas de los bombardeos alemanes en territorio inglés, procurando mirar valientemente hacia el futuro.
Cuando el Ministerio de Información pide a las revistas de Gran Bretaña que ayuden a reclutar a mujeres trabajadoras como soporte en la contienda bélica, Emmy decide dar un paso al frente y ayudar. Sin embargo, ella y Bunty conocerán a una joven que les mostrará los desafíos reales a los que se enfrentan las trabajadoras de guerra y Emmy deberá abordar el dilema de si cumplir con su deber profesional o bien apoyar con sus amigas, algo que cambiará su vida para siempre.
Tan conmovedora y tierna como Querida señora Bird, esta novela es una celebración de la amistad, un testimonio de la fuerza de las mujeres y de la importancia de ayudarse mutuamente, siempre, y también, en los momentos más difíciles.
Con la llegada del verano, Zaira deja de lado su faceta de maestra para echar una mano en el chiringuito que su familia regenta en la playa de Benalmádena. Son los meses de más trabajo, pero también de más beneficio para sus primos, con los que mantiene una estrecha relación desde que se quedaron huérfanos.
Sin embargo, una oleada de racismo sacude a esta familia gitana cuando uno de sus miembros es acusado de un grave delito. Con el apoyo de sus parientes y amigos, Zaira tratará de dilucidar la verdad y proteger a quien más quiere de ese odio irracional y descontrolado que los amenaza sin piedad.
Con estos dos relatos Stephen King accede a los niveles más profundos -y más inquietantes- de la mente humana.
«Esperanza, primavera eterna»: a los veinte años le internaron en prisión, y ahora se encarga de conseguir a los otros internos todo lo que le soliciten, sea lo que sea. También es capaz de concebir el plan más increíble para lograr escapar, aunque tenga que recurrir a la mismísima Rita Hayworth...
En este relató se basó Frank Darabont para su famosa película Cadena perpetua.
Dos terroríficas historias que confirman a Stephen King como un maestro indiscutido en reflejar esa barrera invisible donde se traspasan los límites de la razón, la moral o el bien para dejar paso al instinto más primitivo, donde el hombre da rienda suelta a las pasiones más inconfesables e inquietantes, pero no por ello menos reales.
«El otoño de
Borgo Cardo, Montañas de Emilia-Romagna, 2019. La comunidad de un pequeño pueblo se reúne para lamentar la pérdida de una niña que estaba desaparecida y cuyos huesos fueron encontrados en el bosque, veintidós años después de su desaparición. Para Sara Romani, de treinta y tres años, que no ha puesto un pie en el pueblo desde su infancia y ahora se ha convertido en una oncóloga quirúrgica exitosa, esta es una oportunidad peligrosa para volver a conectarse con un pasado del que escapó muchos años antes. Ahora, solo quiere olvidar el pequeño pueblo entre las montañas, pero de repente otra niña desaparece. Su nombre es Rebecca y es la última heredera de la antigua tradición de las curanderas.
Para Sara, una minuciosa mujer de ciencia, este es el comienzo de un descenso a un inframundo lleno de secretos enterrados, a través de calles, bosques y casas que había aprendido a borrar de su memoria.
¿Cuál es el oscuro misterio detrás de la tradición centenaria de las curanderas?
En una salvaje carrera contrarreloj para descubrir quién ha secuestrado a Rebecca y salvarla antes de que sea demasiado tarde, Sara debe aceptar una parte de sí misma que ha escondido a lo largo de los años, a riesgo de perderse en un laberinto sin salida.
Un mundo de fantasía en el que historia y magia se entrelazan de manera prodigiosa
Por la autora de JONATHAN STRANGE Y EL SEÑOR NORRELL
Tras las verdes colinas y los bosques silenciosos se ocultan confines misteriosos, más allá de los cuales la realidad se pliega en formas mágicas y llenas de peligros. Los protagonistas tienen que verselas con seres traviesos y maliciosos que se divierten alterando el sentido y el orden de las cosas. En estos ocho relatos, los magos y las hadas se entrometen en las vidas absolutamente anodinas de párrocos locales y princesas engreídas, así como en el destino de figuras históricas como María Estuardo, reina de Escocia, o el duque de Wellington.