1795: tres navíos y dos fragatas se preparan en Cádiz para zarpar rumbo al océano Pacífico. La épica aventura de una escuadra española en una expedición científica sin precedentes. Una vuelta al mundo trescientos años después de la primera circunnavegación de Magallanes-Elcano. Un viaje a lugares remotos y exóticos, misterio, motines y temporales, conspiraciones y enigmas filosóficos. Una epopeya naval contada con gran rigor histórico. Invierno de 1795. Dos fragatas se preparan en Cádiz para zarpar rumbo al lejano océano Pacífico e iniciar una nueva expedición a las órdenes de Ignacio María de Álava. Su destino: las islas Filipinas. La vida en un barco, sus luchas internas, motines, temporales y batallas. Una iniciación a la vida, a la vez que todo un relato histórico Invierno de 1795. Poco después de que España haya firmado la paz con el Directorio surgido de la Revolución francesa, una escuadra española de tres navíos de 74 cañones y dos fragatas se prepara en Cádiz para zarpar rumbo al lejano océano Pacífico. Su destino: las islas Filipinas. Allí, el gobierno de Godoy quiere reforzar la flota naval al observar la presencia naval británica en la orilla de enfrente, Cantón, sobre la costa China. A bordo del Europa, se han embarcado dos aparatos revolucionarios: el barómetro para predecir temporales y un cronómetro o reloj exacto para hallar la longitud, que convierten la aventura en apasionante expedición científica. Un ilustrado de la Academia de Ciencias de París, monsieur Jean de Nemours, acompañado de su pupilo y sirviente, un joven muchacho llamado Jacques Pirou, se encargará de su manejo y mantenimiento. A través de los ojos de Jacques, el lector verá desfilar no sólo la épica aventura de quienes lograron la completa circunnavegación en 1802, sino las increíbles operaciones sucedidas en Filipinas, su supervivencia a dos tifones, y un recorrido por otras expediciones transpacíficas y circunnavegadoras precedentes.
La obra de Vargas Llosa se sustenta en numerosos acontecimientos personales que transcurrieron en su juventud. La difícil relación con un padre duro y violento, el nacimiento de la vocación de escritor como oposición a esa autoridad, los años del Colegio Militar Leoncio Prado, la precoz vida bohemia, la precipitada boda con «la tía Julia» o la existencia real de «la Casa Verde».
Además, y a modo de contrapeso, conocemos la corta pero intensa carrera política del autor. Esos tres años que transcurrieron desde la improvisada movilización popular de la plaza San Martín en oposición a la política de Alan García hasta la definitiva derrota ante Fujimori.
El pez en el agua es un libro cargado de experiencias que se nos muestran desnudas y sinceras, sin recurrir a la ficción, acompañadas tan sólo de la prosa hipnótica, reveladora y magistral de Mario Vargas Llosa.
Después de vender más de 10 millones de ejemplares, Ildefonso Falcones vuelve con una fascinante novela.
Una poderosa historia de amor, pasión por el arte, revueltas sociales y venganza en la Barcelona modernista.
Barcelona, 1901. La ciudad vive días de gran agitación social. La oscura miseria de los más desfavorecidos contrasta con la elegante opulencia de las grandes avenidas, donde ya destacan algunos edificios singulares, símbolo de la llegada del Modernismo.
Dalmau Sala, hijo de un anarquista ajusticiado, es un joven pintor que vive atrapado entre dos mundos. Por un lado, su familia y Emma, la mujer que ama, son firmes defensores de la lucha obrera; hombres y mujeres que no conocen el miedo a la hora de exigir los derechos de los trabajadores. Por otro, su trabajo en el taller de cerámica de don Manuel Bello, su mentor y un conservador burgués de férreas creencias católicas, lo acerca a un ambiente donde imperan la riqueza y la innovación creativa.
De este modo, seducido por las tentadoras ofertas de una burguesía dispuesta a comprar su obra y su conciencia, Dalmau tendrá que encontrar su auténtico camino, como hombre y como artista, y alejarse de las noches de vino y drogas para descubrir lo que de verdad le importa: sus valores, su esencia, el amor de una mujer valiente y luchadora y, sobre todo, esos cuadros que brotan de su imaginación y capturan en un lienzo las almas más miserables que deambulan por las calles de una ciudad agitada por el germen de la rebeldía.
El placer del viajero transcurre en Venecia y, como escribió Frank Kermode, las novelas situadas en esa ciudad, por alguna razón, tienden a ser siniestras, como si en ella hubiera algo que confundiera las expectativas de la decencia. En esta historia de cuatro personajes, Colin y Mary, amantes desde hace varios años, de posición bastante acomodada, pasan sus vacaciones en esta ciudad anónima, haciendo el obligado turismo y sintiendo ese estado de disociación que a menudo se experimenta en las ciudades ajenas. Tras conocer a un misterioso italiano, casado con una canadiense, se ven progresivamente envueltos en una relación con am-bos. Los encuentros son agradables, casuales... pero hay en el aire algo amenazador, sofocante, inexplicable. Colin y Mary, súbitamente aislados y vulnerables, son arrastrados hacia lo desconocido, conducidos a acciones y sentimientos más allá de su control.
Ésta es la historia de Gregory Reeves, un gringo que sobrevive en el difícil mundo de los hispanos de California. Gregory quiere llevar a la práctica el peculiar «plan infinito» que se trazó a sí mismo en su infancia. Sin embargo, para conseguirlo debe recorrer un duro camino lleno de obstáculos: la marginación social, el racismo, el brutal contraste entre pobreza y riqueza o la guerra de Vietnam.
Recuperamos el libro que introdujo la obra en prosa de la poeta en España.
Marina Tsvietáieva (1892-1941) es una de las más grandes poetas que dio la literatura rusa del siglo pasado. Sin embargo, su obra y su nombre, injustamente ignorados durante mucho tiempo, no fueron ampliamente reconocidos y valorados en diversos países hasta casi medio siglo después de su muerte.