Esta novela es un puzle de momentos y emociones. Una historia que nos habla de las relaciones o, lo que es más importante, del amor.
El amor… Suena interesante, pero ¿de qué va?
Ana Luisa Borés (sí, ella también odia su nombre) tiene treinta y cuatro años y se siente un poco atascada en su vida. Trabaja como camarera en Malasaña, vive con Guille, con el que lleva siete años, y...
Venga, al grano, ¿qué va a pasar?
Pues que Ana se besa con un tío en una fiesta y ahí se lía todo.
Vaya..., ¿y ese es el detonante? Pues parece una tontería.
Sí, el detonante es algo tan simple como un beso. Ana se deja llevar, y ese sencillo beso se convierte en una mochila de piedras cada vez más pesada que le hará replantearse su vida, su compromiso, su relación...
Entonces lo del beso es la excusa…
Claro, es una excusa para hablar de los sentimientos, de la infidelidad y de cómo lo que piensan los demás puede alejarnos de nosotros mismos y de nuestros verdaderos deseos.
La década de 1950 se acerca a su fin y en Santiago de Chile Aurora se dispone a asistir a su primer año en la facultad de Medicina. En el discurso inaugural, el rector exhorta al alumnado, concretamente a las dos únicas mujeres de todo el curso, a demostrar que merecen un sitio entre esos bancos. Luchando contra los prejuicios de sus profesores, que dudan de su valía, y de sus propios compañeros, que asumen que Aurora anda en busca de un buen partido, esta cirujana en ciernes se gana un puesto de honor en la facultad. Entre lecciones de anatomía, disecciones de corazones y experimentos poco ortodoxos, pronto su propio corazón empezará a latir de forma incontrolada y Aurora deberá tomar una decisión imposible con la que vivirá el resto de su vida.
«Este libro es un ensayo en forma de crónica o una crónica en forma de ensayo. Este libro no es una ficción. Este libro es la anatomía de un instante: el instante en que Adolfo Suárez permaneció sentado en la tarde del 23 de febrero de 1981 mientras las balas de los golpistas zumbaban a su alrededor en el hemiciclo del Congreso de los Diputados y todos los demás parlamentarios -todos menos dos: el general Gutiérrez Mellado y Santiago Carrillo- buscaban refugio bajo sus escaños. Este libro es la crónica de ese gesto y la crónica de un golpe de estado y la crónica de unos años decisivos en la historia de España. Este libro es un libro imprescindible. Un libro único.»
Emoción, drama y mucha pasión en una novela que fascinará a las lectoras de La hipótesis del amor.
El sueño de Laura Collins siempre ha sido seguir la estela de sus padres, que se conocieron y enamoraron en el Hospital Whitestone de Phoenix, Arizona, uno de los mejores centros médicos del país. Cuando por fin logra la ansiada plaza como residente de primer año siente que su sueño se ha cumplido y ni siquiera la ruptura con su pareja va a poder arrebatárselo.
Sin embargo, una vez allí, Laura será puesta a prueba con cada paciente, bajo el estrés, el desgaste emocional, los accidentes, enfermedades e incluso la muerte, además de sentir el miedo perenne a equivocarse. A pesar de todo, cuenta con el apoyo del resto de residentes -Mitch, Sierra, Maisie y Jane- que se convertirán casi en familia y le harán la vida más fácil.
Una médico residente y un jefe de cirugía.
Un amor imposible en un hospital universitario que llevará tu corazón al limite.
Laura Collins siempre quiso seguir la estela de sus padres, que se enamoraron en el hospital universitario Whitestone de Phoenix, uno de los mejores centros médicos del país. Cuando tras mucho esfuerzo le otorgan la ansiada plaza como residente de primer año, siente que por fin lo ha conseguido. Sin embargo, una vez allí, Laura se dará cuenta de que el trabajo de sus sueños puede llevarla al límite: cada nuevo paciente la pondrá a prueba, deberá lidiar con el estrés, el desgaste emocional, accidentes, enfermedades e incluso la muerte. Por suerte, cuenta con el apoyo del resto de los residentes: Mitch, Sierra, Maisie y Jane, todos jóvenes, brillantes y ambiciosos como ella, también lucharán de forma incansable y sacrificando su vida personal junto al equipo médico de adjuntos, cirujanos y enfermeras para salvar vidas y lograr convertirse en médicos del Whitestone.
Laura deberá enfrentarse, además, a un obstáculo con el que no contaba: su jefe y responsable de cirugía, el competente y muy atractivo Nash Brooks, por quien no puede evitar sentirse atraída y del que claramente tiene prohibido enamorarse.
Una fantasía urbana romántica capaz de poner patas arriba hasta el mismísimo infierno.
De niño, Diego le reza a su ángel de la guarda para pedirle un favor. Lo que no sabe es que los ángeles ya no existen y, por lo tanto, desconoce que Gio, la criatura que le concede su deseo, es un demonio.
Dieciséis años después, cuando ese demonio acude para cobrarse su alma, el joven le suplica una última voluntad: tener una banda de rock de éxito, aun con lo que eso supone en la Movida de los ochenta en España.
Gio acepta darle un año más de vida y, en ese tiempo, Diego espera poder quedar en paz con la vida, pero las cosas no siempre suceden como uno espera. Unas veces, el éxito puede surgir en rincones insospechados, y otras, los labios de un demonio resultan más dulces de lo que parecían en un principio.
Cada año, miles de personas llegan a San-Er, la capital del reino de Talin, porque en su palacio tienen lugar unos esperados juegos. Aquellos capaces de hacer que su conciencia salte de un cuerpo a otro pueden competir en una lucha a muerte para ganar riquezas inimaginables.
La princesa Calla Tuolemi vive oculta. Cinco años atrás, sus padres perecieron en una matanza que dejó el palacio de Er vacío… y fue ella quien la llevó a cabo. Antes de que las fuerzas del rey Kasa la atrapen, quiere terminar su trabajo y destruir la monarquía. Su tío, el rey, vive recluido, pero siempre felicita al ganador de los juegos en persona, así que si ella gana, tendrá una oportunidad de matarlo.
Anton Makusa es un aristócrata exiliado. Su amor de la infancia lleva en coma desde que ambos fueron expulsados de palacio, y él ha tenido que endeudarse mucho para poder mantenerla con vida. Por suerte, él es una de las personas que mejor domina el arte de cambiar de un cuerpo a otro en el reino. Su última oportunidad de salvar a su amor es entrar en los juegos y ganar.
Calla forjará una inesperada alianza con Anton y contará con la ayuda del hijo adoptivo del rey Kasa, August, que quiere solucionar los males de Talin. Pero los tres tienen metas muy distintas y, cuando comiencen los juegos a vida o muerte, harán lo que sea necesario para alcanzarlas.
Dara Scully nos transporta con Animal de nieve a un lugar aislado y frío donde la directora de un internado femenino impone una férrea disciplina en las alumnas, hasta que la llegada de un nuevo profesor hace que una ellas rompa el molde y reclame su propia existencia. «Las alumnas especulaban. Un hombre había penetrado en sus dominios, en su colegio de paredes de piedra, de entramados de flores en los jardines. ¿Acaso se aventuraban a decirlo? ¿Era tal vez un maestro? ¿Se atrevería Miss Bell a dejar que un hombre enseñara a las muchachas?» Animal de nieve es la segunda novela de la fotógrafa Dara Scully, cuyo arte ha conseguido enredar a sus miles de seguidores en un mundo de cuerpos mágicos, escenas hipnóticas y animales heridos. Precisamente todas esas cosas son las que componen el universo de este libro, con una historia unas veces deliciosa y otras claustrofóbica sobre un internado para niñas regentado por una misteriosa directora. De entre todas las alumnas, Angélica se sabe diferente al resto. Tal vez sea su ímpetu, o su curiosidad, tal vez sean sus nervios, o sus ansias de belleza, pero ella reconoce que ese colegio es demasiado sombrío. Que necesita salir de allí y ser libre. Será tras la llegada al colegio de Frédéric, el nuevo profesor de música, cuando todos esos sentimientos terminen por estallar en su corazón. Él es un hombre que ha visto más allá de los muros del internado y que, pese a todo, se enfrenta a los mismos fantasmas que las chicas. Animal de nieve es una novela lírica, sobrecogedora, que sigue la estela de la literatura de Fleur Jaeggy, Herta Müller o Marguerite Duras, y cuyas protagonistas recuerdan también a las nínfulas del arte de Virginia Mori o Sally Man.