Esta es una historia de amor, de sueños y de vida. La de Valentina. La chica que no sabía que tenía el mundo a sus pies, la que creció y empezó a pensar en imposibles. La que cazaba estrellas, la que anhelaba más, la que tropezó con él. Con Gabriel. El chico que dibujaba constelaciones, el valiente e idealista, el que confió en las palabras «para siempre», y creó los pilares que terminaron sosteniendo el pasado, el ahora, lo que fueron y los recuerdos que se convertirán en polvo.
«Ésta es la historia de un hombre que sin saberlo fue su siglo y la de un lugar que se condensa aquí en un nombre propio; Germán Alcántara Carnero. Una historia de violencia incontenible y natural que exige ser contada como una biografía discontinua y que no debía empezar aquí»
Así comienza El cielo árido, la historia de Germán Alcántara Carnero: de los hombres y las mujeres que vivieron a su lado y de la meseta en la que Monge destila las esencias de una Latinoamérica salvaje. Un lugar árido, donde las únicas constantes parecieran ser la soledad, la violencia, la lealtad y la lucha cotidiana por hacerse con una escala de valores que dote de sentido a la existencia.
«Esta es la historia de un hombre que sin saberlo fue su siglo y la de un lugar que se condensa aquí en un nombre propio: Germán Alcántara Carnero, una historia de violencia incontenible y natural que exige ser contada como una biografía discontinua y que no debía empezar aquí.»
Así comienza El cielo árido, la historia de Germán Alcántara Carnero: de su tiempo, de los hombres y mujeres que vivieron a su lado y de la meseta inexistente en la que Monge destila las esencias de una Latinoamérica salvaje. Un lugar árido, dónde las únicas constantes parecieran ser la soledad, el sol inagotable, la violencia, la lealtad, y la lucha cotidiana por hacerse de una escala de valores que dote de sentido a la existencia.
La poeta y fotógrafa María Alcantarilla selecciona a trece autoras situadas en los márgenes del canon hispanoamericano.
El cielo de abajo ofrece un mapa alternativo de la poesía femenina hispanoamericana en el empeño de repensar la noción de cuerpo-objeto que le ha sido tradicionalmente asignada, situando la fisicidad como un lugar determinante para la producción de sentido. María Alcantarilla recorre un itinerario singularísimo compuesto por trece autoras que, en su práctica totalidad, habían permanecido hasta ahora en una suerte de limbo con respecto al canon establecido, y cuya fortuna editorial dificultaba sensiblemente el acceso general a sus obras. Tal es el caso de la venezolana Hanni Ossott, la uruguaya Tatiana Oroño, la boliviana Blanca Wiethüchter, la panameña Diana Morán, la ecuatoriana Ileana Espinel o la mexicana Esther Seligson, entre otras, cuyas voces, desde la individualidad estética y expresiva que las caracteriza, se enhebran a lo largo de estas páginas a través de un mismo hilo de urdimbre que contrapone el discurso lógico de la razón al canto orgánico de la intuición poética. La selección, complementada por las fotografías de la antóloga, pretende así recuperar el papel de las mujeres como legítimas interlocutoras poéticas y sobreponerse a esa misoginia ancestral que durante siglos ha silenciado su imaginario, restaurando el espejo poliédrico de la poesía hispanoamericana contemporánea escrita desde y a través del cuerpo.
Sully está, junto a sus colegas astronautas, perdida en el espacio. La misión espacial Aether lleva dos años en órbita y ahora espera instrucciones para el regreso a Tierra. Salvo que esas instrucciones no llegan, solo hay silencio. ¿Por qué todo el mundo en la Tierra parece haber desaparecido?
Puede que, a estas alturas, Augie y Sully sean las únicas personas delante de una radio. Si tan solo consiguiesen contactar, tal vez lograsen ayudarse el uno al otro. Tal vez, con suerte, Sully e Iris podrían volver a casa. Y Augie encontrar la suya.
Un mechón de pelo y nueve palabras: «Esta era ella. Este, su pelo. Yo, su asesino».
La aparición de un mechón de pelo junto a un inquietante anónimo provoca la reapertura del caso Alicia, la joven asesinada hace quince años en un monte de Cantabria; el hecho podría confirmar una terrible sospecha: ¿y si el autor del crimen no fuera el hombre encarcelado por ello hace más de una década? La eficiente y metódica inspectora Herreros se verá obligada a liderar la investigación entre un Bilbao opresivo y un Madrid frenético mientras seguimos los pasos en primera persona del inspector Brul, su jefe y mentor, el hombre que mantuvo una relación con la víctima meses antes del suceso.