Basile Vega, un carismático y atractivo inventor, instala su negocio, El bazar de la cebra con lunares, en el pequeño pueblo de Mont-Venus. La tienda ofrece a sus clientes algo más que singulares artilugios: les abre la mente y los alienta a correr riesgos y a aplicar la creatividad en los problemas cotidianos. Poco a poco, las enseñanzas de Vega harán aflorar lo mejor de algunos de los habitantes del lugar. Este es el caso de Arthur, un adolescente incomprendido que ve en los graffitis una vía de expresión artística, y el de su madre, Giulia, una mujer anclada en una profesión que ya no le satisface.
Sin embargo, hay también quien ve en el negocio una amenaza, algo que subvierte el orden establecido, así que las fuerzas vivas del lugar, capitaneadas por una periodista intolerante, iniciarán una campaña contra esa oleada de sueños y nuevos proyectos que está cambiando la realidad del pueblo.
«Escribí estos relatos especialmente para ti. Adelante, léelos, pero ten mucho cuidado. Los mejores tienen diente.» Stephen King nos presenta en El bazar de los malos sueños una excepcional selección de relatos, algunos nuevos y otros revisados en profundidad. Cada uno viene precedido de su propia introducción, donde se habla sobre sus orígenes y los motivos que llevaron al autor a escribirlo, incluyendo aspectos autobiográficos. Aunque han pasado ya treinta y cinco años desde que escribió su primera colección, Stephen King sigue deslumbrándonos con su maestría en el género.
A bordo del coche de Thomas, su guía, la joven europea Anaïse se dirige hacia un pueblecito costero de Haití, Anse-à-Fôleur. En él espera encontrar alguna pista sobre el pasado de su padre, fallecido cuando ella era muy pequeña, y quizás también aclarar el enigma que subyace en su historia familiar: el misterioso incendio acaecido en el pueblo y en el que desaparecieron el abuelo de Anaïse y su amigo coronel, su socio en abusos y extorsiones. Pronto se establece una especial complicidad entre ambos, y Thomas, a la vez que describe a la muchacha las bellezas y miserias de su país, avisa a la joven de que deberá renunciar a sus investigaciones en beneficio del mero disfrute de la vida en ese pueblo de pescadores del cual él mismo procede, territorio mágico en el que las leyes son flexibles y los muertos felices, y en el que todos los habitantes conviven compartiendo sus historias y sus bienes materiales. En esta novela, que preconiza un inédito ejercicio de la justicia y una auténtica fraternidad entre los seres humanos al plantear la pregunta: «¿Qué uso debemos hacer de nuestra presencia en el mundo?», Trouillot interroga al azar sobre el destino que nos hace nacer blancos o negros, poderosos o miserables, en el norte o en el sur.
Francisco Javier Navarro Prieto (Tomelloso, 1994) es graduado en filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Además, ha disfrutado de la beca Santander Iberoamérica con la que ha tenido la oportunidad de estudiar filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente estudia el grado de Literatura general y Comparada en la Universidad de Granada, donde ha obtenido diversos premios literarios. El bello mundo, ganador de la XXII edición del Premio de Poesía Joven Antonio Carvajal, es su primer libro publicado.
El esquema de esta novela es de genial simplicidad. Se configura como una sucesión de escenas dialogadas entre dos presos recluidos en una misma celda de una prisión bonaerense. Así, Molina, un homosexual de gran imaginación, irá relatando viejos melodramas cinematográficos a Valentín, activista político e idealista, para aliviarle de los efectos de las sesiones de tortura a que lo somete la policía política de la dictadura.
A través de esta larga conversación, Puig lleva a sus últimas consecuencias uno de sus más originales procedimientos narrativos: el empleo de elementos de la cultura pop como correlato objetivo de las vivencias de los protagonistas. La confrontación entre los dos hombres los llevará a una profunda transformación interior que desembocará finalmente en un sacrificio con el que llegarán a ser ellos mismos.
El presente y espléndido bestiario es el primer libro de poesía escrito por Guillaume Apollinaire, publicado en 1911. Los treinta pequeños poemitas –que normalmente siguen la sencilla forma del quatrain (cuarteta), casi siempre con rima alterna o pareada– van acompañados de otras treinta extraordinarias xilografías del pintor Raoul Dufy, artista de tendencia fundamentalmente fauvista que aquí adopta un estilo fuertemente clásico. Este «sencillo divertimento poético», en palabras del propio Apollinaire, da cabida entre sus páginas a animales poco habituales en los bestiarios: la mosca, el saltamontes, la oruga o el cangrejo, ejecutados siempre con enorme maestría. El libro se cierra con unas notas en las que el poeta adopta un tono humorístico y paródico, que ayudarán a entender y disfrutar la obra como un lúcido juego de imagen y palabra.