La caída en julio de 1714 del "puente más lindo de todo el Perú" y la consecuente muerte de cinco viajeros, inducen a fray Junípero, fraile franciscano, a iniciar una investigación sobre las causas del accidente. Y poco a poco, durante seis largos años, por caminos inesperados, irán entretejiendo la historia, para al final, quedar a las puertas de la muerte en la hoguera. La emocionante peripecia y la colorista reproducción del Perú de los vireyes, bajo el Imperio español no ocultan, sin embargo, una aguda exposición de lo que es esencialmente una cuestión metafísica: la naturaleza de la voluntad divina. El puente de San Luis Rey, segunda novela escrita por el maestro Thornton Wilder, tuvo una gran acogida en el momento de su publicación y ganó el Premio Pulitzer ese mismo año 1928. Desde entonces ha sido venerada por legos y críticos y sigue siendo hoy considerada como una de las grandes novelas del siglo XX. Sin duda, una auténtica perla, una pequeña obra maestra que fue llevada a la gran pantalla con Robert de Niro como protagonista.
Acompañado del joven Íñigo Balboa, a Alatriste le ordenan intervenir en una conjura crucial para la corona española: un golpe de mano en Venecia para asesinar al dogo durante la misa de Navidad del año 1627, e imponer por la fuerza un gobierno favorable a la corte del rey católico en ese estado de Italia. Para Alatriste y sus camaradas -el veterano Sebastián Copons y el peligroso moro Gurriato, entre otros-, la misión se presenta difícil, arriesgada y llena de sorpresas. Suicida, tal vez; pero no imposible.
Diego Alatriste bajó del carruaje y miró en torno, desconfiado. Tenía por sana costumbre, antes de entrar en un sitio incierto, establecer por dónde iba a irse, o intentarlo, si las cosas terminaban complicándose. El billete que le ordenada acompañar al hombre de negro estaba firmado por el sargento mayor del tercio de Nápoles, y no admitía discusión alguna; pero nada más se aclaraba en él.
En este libro se ofrecen al lector clásicos lorquianos como Amor de don Perlimplín, así como aquello que se dio en llamar el «teatro irrepresentable»: El público y Así que pasen cinco años. Asimismo, se incluyen conferencias y charlas dadas por el poeta alrededor de sus textos, lo que permite una aproximación aún más personal a su inmensa obra.
La edición y los prólogos, a cargo de Miguel García-Posada, permiten al lector acercarse a la complejidad de su obra y disfrutar, a lo largo de los siete volúmenes que componen esta Biblioteca Federico García Lorca, de uno de los autores españoles más relevantes del siglo XX.
«Feliz aniversario, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte.» Así comienza el anónimo que recibe el psicoanalista Frederick Starks, y que le obliga a emplear toda su astucia y rapidez para, en quince días, averiguar quién es el autor de esa amenazadora misiva que promete hacerle la vida imposible. De no conseguir su objetivo, deberá elegir entre suicidarse o ser testigo de cómo, uno tras otro, sus familiares y conocidos mueren por obra de un psicópata decidido a llevar hasta el final su sed de venganza. Dando un inesperado giro a la relación entre médico y paciente, John Katzenbach nos ofrece una novela emblemática del mejor suspense psicológico.
«Feliz aniversario, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte.»
Así comienza el anónimo que recibe el psicoanalista Frederick Starks, y que le obliga a emplear toda su astucia y rapidez para, en quince días, averiguar quién es el autor de esa amenazadora misiva que promete hacerle la vida imposible.
De no conseguir su objetivo, deberá elegir entre suicidarse o ser testigo de cómo, uno tras otro, sus familiares y conocidos mueren por obra de un psicópata decidido a llevar hasta el final su sed de venganza.
Dando un inesperado giro a la relación entre médico y paciente, John Katzenbach nos ofrece una novela emblemática del mejor suspense psicológico.
La primera obra de no ficción de Grisham es un escalofriante thriller legal, basado en hechos reales. Narra la historia de un hombre que creyó haberlo perdido todo... Incluso antes de conocer el infierno.
Rick Dockery es un mediocre jugador de fútbol americano que, en el ocaso de su carrera, sigue marcado por ser el culpable del peor fiasco en la historia de su equipo. Harto de las mofas de la prensa y del odio de los aficionados, cuando recibe la oferta de un equipo italiano no duda en poner rumbo a Parma. Al principio le cuesta adaptarse, pero poco a poco le coge el gusto al estilo de vida mediterráneo: la ópera, el buen vino, los coches minúsculos.. . Y ser la estrella indiscutible del equipo tampoco está nada mal. Pero las sorpresas agradables pueden terminar (o no) cuando se cruce en su camino una bella joven estadounidense.
Una tarde, cuando Roberto Lanza se dispone a recoger a su hijo de cinco años a la salida de un colegio madrileño, la profesora le pide explicaciones sobre una sospecha de pedofilia que ha provocado algo que ha dicho el niño. Este es el desencadenante de una historia híbrida entre el thriller psicológico, la novela de corte social y una trama de estirpe kafkiana con un ritmo frenético y alta tensión narrativa. El entorno juzga sin pruebas y la culpa se cierne sobre la vida del protagonista, como en El proceso, convirtiéndola en un repentino infierno donde ni el amor ni las amistades son territorio seguro. En el patio del colegio cualquier comentario es fuente de paranoia en la psique compleja y atípica de Roberto Lanza. La encrucijada que se le ofrece lo lleva por caminos de alto riesgo y decisiones que casi nadie entendería.
El día que es arrestado, K. abre la puerta de su habitación para informarse sobre su desayuno. Acusado de un crimen que desconoce por jueces que no ve nunca y conforme a leyes que nadie puede explicarle, K. abrirá un número inimaginable de puertas intentando comprender la situación.
A medida que el proceso ocupe más y más lugar en su vida, cada puerta constituirá una traba cada vez más alienante en el proceso judicial al que se ve sometido. Solo K. parece darse cuenta, en una lucidez irrisoria e inútil hasta el fin, de la total ausencia de hechos o eventos que clarifiquen la interminable incongruencia de su confinamiento.