Bajo la mirada cómplice de la Luna, «las damas de la noche» abandonan sus fríos sepulcros, sus estériles aposentos de la nada y su cuerpo incorrupto, mortalmente bello y subyugante, se yergue en la Vida y se instala de nuevo en la Naturaleza... «La mujer Vampiro» subsiste gracias a la fuerza de los que todavía no han muerto, una fuerza que absorbe a través de su sangre, pues la sangre es vida. Debe chupar el aliento de aquellos que viven o no podrá respirar. Debe beber su sangre o morirá de hambre... Vaga en la noche, alimentándose incesantemente de los vivos, reclutando nuevos miembros con que engrosar las horrendas filas de su estirpe maldita. En esta antología se recogen los mejores relatos sobre mujeres vampiro que se han escrito a lo largo del tiempo. Desde “Carmilla” de Sheridan Le Fanu hasta “Roja como la sangre” de Tanith Lee, pasando por Stephen King, Francis Marion Crawford y la época dorada de Weird Tales. Un viaje a las sangrientas criptas del terror primigenio en brazos de unas damas nada complacientes.
A veces una crisis puede unir a las personas...
Meredith White era una de las actrices más populares de Hollywood, pero una tragedia personal interrumpió su carrera y la distanció de su familia. Durante los últimos quince años, ha vivido aislada del mundo en su mansión de San Francisco. Sin embargo, todo cambia cuando un terremoto devastador sacude la ciudad sumiéndola en el caos.
Sin dudarlo un segundo, Meredith acoge en su residencia, que ha quedado intacta, a sus vecinos. Todas y cada una de esas personas (un respetado doctor y su aterrada familia, una preciosa joven atrapada en una relación tóxica y un brillante pianista octogenario) traen consigo historias y secretos que, poco a poco, salen a la luz. Y también Meredith, gracias a la suspicacia de uno de sus nuevos amigos, descubre una verdad perturbadora sobre sí misma que dará un vuelco a su vida.
¿Qué sacrificarías por borrar un mal recuerdo?
Una amiga del alma y un primer amor son las experiencias con las que construimos nuestra memoria. La neurocientífica Catalina Tagle sabe dónde están esos recuerdos, para qué sirven y, tal vez, cómo desactivarlos. Porque ¿quién dijo que hubiera que mantenerse leal a la persona que somos cuando nos enamoramos por primera vez?
Sol construye recuerdos y vive dentro de ellos como si fueran una casa. Eduardo Zarza, su padre, construye edificios y se ha hecho rico gracias al frenesí inmobiliario. Teo, su marido, querría despertar en Eduardo la simpatía que le tiene el resto del mundo. Y Matilde, su mejor amiga, ansía mudarse a otra vida, más segura y mejor.
Cuando Eduardo entra en un periplo hospitalario que pone patas arriba su vida, la de Sol y su estrecho círculo de confianza, la única salida es preguntarse hasta qué punto definen lo que somos nuestros amores, nuestras memorias o lealtades; un dilema que la doctora Tagle ya ha planteado a Melania, una exgimnasta en busca de una identidad para su cuerpo perfecto.
Con una prosa concisa y evocadora, cargada de ironía y madurez, Eva Cruz plantea una reflexión que nos acompañará mucho tiempo después de finalizar esta magistral novela: ¿qué le pasa al primer amor cuando le caen encima veinte años?
Veinte poemas de amor y una canción desesperada es un libro doloroso y pastoril que contiene mis más atormentadas pasiones adolescentes, mezcladas con la naturaleza arrolladora del sur de mi patria. Es un libro de amor porque a pesar de su aguda melancolía está presente en él el goce de la existencia.» Con estas palabras definía Pablo Neruda este volumen que el lector tiene en sus manos, aparecido en abril de 1924, cuando el poeta apenas tenía diecinueve años de edad.
Se iniciaba así el milagro de un texto escrito por un estudiante provinciano, bohemio, pobre y poco afortunado en el amor. Con el tiempo, el joven se convirtió en un poeta universalmente consagrado, y este libro, en uno de los poemarios más leídos, publicados y traducidos en el mundo.
Cuando una tiene "nazis en el jardín y judíos en la cocina", lo mejor es ponerse a escribir una novela. Eso hizo Isak Dinesen, autora de Memorias de Çfrica, en 1944, con su país ocupado por los alemanes, y de ello resultó Vengadoras angelicales.
En su momento, Vengadoras angelicales se leyó como una alegoría política. Hoy sabemos que su contenido era mucho más profundo: una reflexión sobre la fuerza de la maldad, la potencia del amor, el significado y la necesidad del coraje, y una visión lºcida del papel de la mujer en el mundo: adorada y ultrajada, apenas libre, objeto de comercio infame, manipulada hasta todos los abusos.
Lectura amena y reveladora, Vengadoras angelicales es el más ambicioso trabajo narrativo de IsakDinesen.
Una mujer que espera a que la atiendan en una pastelería desvela, conversando con otra clienta, su tragedia: va a comprar dos tartitas de fresas con nata para celebrar el cumpleaños de su hijo, un niño que, sin embargo, murió años atrás. Con este relato arranca este volumen compuesto por once cuentos entrelazados: en cada uno de ellos, un detalle a veces ínfimo evoca el relato anterior, anuncia el siguiente o cambia completamente la perspectiva, hasta formar una espiral vertiginosa. Los protagonistas no tienen, aparentemente, nada en común: dos alumnos de instituto, una novelista y su extraña casera, un joven que viaja al entierro de su madre adoptiva, dos trabajadoras de hospital, una cantante que encarga un bolso, una joven que trata de descubrir la infidelidad de su marido o una insistente mujer empeñada en seguir a un periodista que redacta un reportaje sobre un hotel de lujo.