Todo, tal y como lo conocíamos, ha cambiado. El calor es agobiante, se ha agrietado el cielo y la geografía es otra. La humanidad, además, se ha duplicado. Entonces se desata una guerra global entre fuerzas iguales cuya clave parece que son las niñas y los niños de los orfanatos. En una de esas instituciones comienza la más arriesgada y madura de las novelas de Emiliano Monge.
Tejer la oscuridad es una distopía que reinventa nuestros mitos y desentraña nuestra idea de individuo y colectividad, mientras nos cuenta la liberación de un grupo de muchachos, así como su diáspora acompañados de su descendencia, atravesando un mundo desolado, huyendo de incansables perseguidores y buscando el lugar que les fue prometido, donde podrán rendir culto a sus dioses, enhebrar un nuevo lenguaje y habitar la oscuridad.
Cruzada por un sinfín de voces, Tejer la oscuridad presenta la eterna lucha entre el nosotros y el yo, deja que resuene en sus páginas el eco de libros antiguos y de diversas formas de escritura olvidadas, y permite al lector imaginar otra forma de entender el tiempo, el espacio, la materia, el amor y la amistad.
Temblor surgió de un tembloroso interrogante de la autora: ¿qué pasaría si hubiera un mundo que sólo existiera si alguien lo pensase? Pensó entonces Rosa Montero un mundo agobiante, controlado por el poder de un Estado omnipresente y una religión engarzada por dogmas de hierro. Un país y unos personajes del futuro que quizás estén esperándonos.
Sobre las rumas de la Gran Catástrofe, Agua Fría emprende una larga búsqueda para alcanzar la libertad. Para ello debe liberarse del temor y de las tentaciones que le presenta un orden jerarquizado y siempre capaz de provocar nuevos desastres. Iniciada como sacerdotisa del supremo poder, Agua Fría defiende su integridad interior para sobrevivir a las atrocidades y a la disciplina.
Novela fue finalista del Premio Minotauro 2020.
En 1840, Edgar Allan Poe publicó “El hombre de la multitud”, uno de sus cuentos más intrigantes, un recorrido alucinado por el Londres victoriano tras los pasos de una figura enigmática que transita las calles sin descanso.
En la Barcelona contemporánea, Ana y Alba, son dos amigas a punto de terminar el instituto, inadaptadas y amantes de la literatura y del cine de terror, que tratarán de conjurar la mediocridad que les rodea a través de las palabras del maestro del relato gótico. Su obsesión por “El hombre de la multitud” les llevará a improvisar un juego tan inocente como peligroso. Tan solo son dos chicas en busca de algo de magia, pero nada puede prepararlas para lo que están a punto de encontrar.
Terror e intriga bajo la poderosa premisa de una de las historias emblemáticas de Edgar Allan Poe.
Tempestad en víspera de viernes reúne toda la obra hasta el momento de una de las grandes poetas españolas de la actualidad, Lara Moreno, desde su debut con La herida costumbre y los poemas incluidos en Despues de la apnea hasta los de su último poemario, Tuve una jaula, así como varias piezas ineditas, algunas compuestas durante la pandemia de 2020. El conjunto es una impactante muestra de una poesía íntima, pegada a lo domestico y descarnadamente visceral, en la que Lara Moreno desnuda con ironía, ternura y calado su intimidad, sensual y dolorosamente perturbadora, la realidad cotidiana que la circunda y su condición de mujer. En este sentido, quizá no sea exagerado afirmar que Lara Moreno es a la poesía lo que Lucia Berlin al relato.
Imaginemos a una mujer cualquiera, con un matrimonio apacible y un hijo preadolescente. Con una vida más o menos feliz, más o menos normal. Hasta que un día su marido le pide permiso para acostarse con otra. Sólo una vez, le promete. Y ella le dice que sí.
Sin embargo, la misma noche en que él va a ver a su amante, ella queda con una amiga y le cuenta lo que está pasando. Es entonces, copa de vino en mano, cuando se da cuenta de que no siente celos ni está enfadada. Mucho peor: le da exactamente igual.
Con un estilo lleno de ternura y humor, esta novela trenza la historia de dos mujeres en momentos muy distintos: Tima, que lleva demasiado tiempo viviendo en la indiferencia, y Eva, una profesional de éxito con alergia al compromiso hasta que un día conoce a alguien que le hace replantearse todo.
Bárbara Montes nos habla de las relaciones en la vida real, sin edulcorarlas, y de ese momento en que te das cuenta de que todas las reglas que te habías marcado y los planes que habías hecho en realidad no sirven para nada. Porque el amor de verdad es inoportuno, difícil y a veces absurdo. Pero siempre merece la pena.
Una chica ha matado a su novio con la ayuda de su madre. Es verano y el calor aprieta en la costa de Almería mientras pasean su cadáver en una silla de ruedas. Tomando el sol y bebiendo cócteles en garitos de playa acompañadas del muerto, la hija llama insistentemente al juez que tal vez podría instruir su caso para ponerle las cosas fáciles: son culpables y está dispuesta a contarle con todo detalle cómo lo han matado y por qué. Pero el juez no contesta y salta el buzón de voz.
La premiada dramaturga y poeta Carla Nyman debuta en la novela con este delirio almodovariano, un machetazo revestido de risa histérica que lanza bruscos interrogantes sobre el deseo, la feminidad, los celos y el amor.