Siguiendo el camino abierto por Ojalá, esta flamante propuesta de Defreds sorprende como contrapartida y continuación de Siempre, su anterior título, un nuevo volumen en el que destacarán también las preciosas creaciones de Lady Desidia que ilustran los textos. En este caso, el libro está organizado siguiendo los signos del Zodíaco, que marcan la impronta de una personalidad, con sus características distintivas, como un personaje con sus cualidades y defectos, que se enfrenta a los hechos y las experiencias de cada día que nos afectan a todos por igual. Una fábula actual bajo la tutela del cielo que reparte personalidad y temperamento, filias, fobias diferentes, para enfrentarnos a la pelea cotidiana.
«Los ensayos de Herta Müller complementan la obra de ficción, pues constituyen un profundísimo análisis de las consecuencias de la represión política en la psicología y en el lenguaje. Pero, además, son obras maestras independientes y de un estilo sin igual, un verdadero placer para el lector».
Ruth Klüger
El discurso de agradecimiento que dio Herta Müller al recibir el Premio Nobel de 2009 comienza así: «La peripecia de una niña que cuida vacas en un valle hasta llegar aquí, hasta el Ayuntamiento de Estocolmo, es muy extraña». No hay textos que expliquen mejor que sus ensayos ese camino desde la aldea rumana hasta el mundo de la gran literatura.
La obra de Herta Müller es una construcción rica y compleja que se nutre de sus experiencias, y como tal refleja la profunda sensibilidad de una autora que se ha posicionado con firmeza para defender sus ideales más allá de la esfera política, como una forma de concebir el mundo. En los textos que componen este libro habla de su niñez y de su juventud, relata la persecución que sufrió por parte de los servicios secretos, reflexiona sobre cuestiones de su propia escritura y comenta las lecturas de autores clave para ella por su faceta literaria o política.
Una obra imprescindible y muy personal de una de las autoras más lúcidas e importantes de nuestros días.
Jokin tiene tres problemas:
El primero es que se ha mudado a Seúl para reencontrarse a sí mismo, pero su plan empieza a hacer aguas.
El segundo es que ha visto a su ex, Ji-ho y, en vez de actuar como un adulto maduro y saludar, ha huido corriendo como si fuera a poder evitarlo, cuando es el hermano de su única amiga en Seúl.
El tercero se llama Kwang, tiene el físico de un idol y ha dejado claro su interés en él. ¿El problema? Que son compañeros de trabajo.
¿Podrá Jokin enfrentarse al pasado y pasar página? ¿Elegirá a Ji-ho o a Kwang? Pero, sobre todo…, ¿conseguirá encontrar lo que realmente está buscando: a sí mismo?
Madrid, 1991. Siete mujeres muy diferentes coinciden en una pequeña academia de costura donde compartirán la historia de sus vidas. Cada una tiene un motivo distinto para aprender a coser y, entre telas, patrones y alfileres, todas ellas irán conectando con partes de sí mismas que creían olvidadas, descubrirán el poder terapeutico de la amistad entre mujeres y, puntada tras puntada, hilvanarán el relato de sus amores, dolores y secretos familiares.
Una historia inolvidable que nos muestra que en la costura, como en la vida, casi todo tiene remedio; que equivocarse y aprender van de la mano, y que cada puntada siempre encierra una enseñanza.
Las casas son siete, y están vacías. La narradora, según Rodrigo Fresán, es «una científica cuerda contemplando locos, o gente que está pensando seriamente en volverse loca». Y la cordura, como siempre, es superficial.
Samanta Schweblin nos arrastra –desde hace diez años– hacia Siete casas vacías y, en torno a ellas, empuja a sus personajes a explorar terrores cotidianos, a diseccionar los miedos propios y ajenos, y a poner sobre la mesa los prejuicios de quienes, entre el extrañamiento y una «normalidad» enrarecida, contemplan a los demás y se contemplan.
La prosa afilada y precisa de Schweblin, su capacidad para crear atmósferas densas e inquietantes, y la estremecedora gama de sensaciones que recorren sus cuentos han hecho a este libro uno de los más importantes de la última década.
En este deslumbrante libro, Javier Argüello reúne siete cuentos de estirpe fantástica, deudores y renovadores de la tradición fundada por Gógol, Poe, Maupassant o Borges. Dueño de un estilo sutil y eficaz, Argüello nos cuenta historias inquietantes y turbadoras, a veces espeluznantes, hechas con la materia que se extiende tras el fi lo de la realidad.