La extraña y exótica Menzoberranzan, la gran ciudad de la Antípoda Oscura, fundada hace milenios por los elfos oscuros tras su marcha del mundo exterior, es la morada del héroe de "El valle del viento helado", Drizzt Do`Urden. Drizzt, el joven príncipe de una de las casas regentes, llega a la madurez en el mundo cruel y despiadado de su raza, donde el único rayo de esperanza es su maestro de armas, Zaknafein, quien le enseña cómo -y para qué- usar una espada.
Dotado de un honor incomprensible para la sociedad sin principios que lo rodea, atenta únicamente a satisfacer los viles caprichos de la reina Araña, el joven Drizzt se enfrenta a un dilema inevitable: ¿podrá vivir en un mundo que rechaza la integridad?
En marzo de 1948, Fintan Allen, que apenas tiene doce años, sube temeroso con su madre, la italiana Maou, a bordo de un buque que zarpa de Francia con destino a Onitsha, a orillas del río Níger. Allí les espera Geoffroy Allen, un ingles que trabaja para la compañía comercial UnitedAfrica y que partió a Onitsha movido por sus fantasiosos deseos de recorrer Egipto y Sudán para buscar las huellas de Meroe, el "último reino del Nilo". Mientras Maou cree que el reencuentro con su marido será el comienzo de una epoca feliz, Fintan desconfía de ese desconocido que es su padre y de lo que le aguarda en ese remoto continente. Lo cierto es que Çfrica ha abrasado a Geoffroy "como un secreto, como una fiebre", y que este ha quedado cautivado por las creencias y la historia de varios de sus antiquísimos pueblos. Y Maou y Fintan descubren, cada uno a su manera, un mundo nuevo, poblado por personajes singulares, como Okawho, Oya o Sabine Rodes. Ninguno de los tres, no obstante, se siente a gusto entre los blancos que componen la colonia, lo que les acarreará graves problemas. Veinte años despues, Fintan, profesor en Bristol, comprenderá que todo lo que vivió y vio en Çfrica lo marcó para siempre.
En el amor y en la guerra las cosas no siempre son lo que parecen. Cuando hay espías de por medio, nunca lo son.
Los servicios de inteligencia españoles han detectado en Madrid unas extrañas comunicaciones entre un ciudadano ruso y un miembro del Frente Polisario. Pronto se dan cuenta de que el Kremlin está buscando crear un nuevo conflicto entre Marruecos y Argelia que distraiga la atención sobre la guerra de Ucrania. El CNI ha de actuar con rapidez si quiere evitar otro conflicto internacional, y la única manera de hacerlo sin dejar ningún rastro es volver a recurrir a Asís, quien ha iniciado una nueva vida con su mujer en Mallorca. Sin embargo, cuando has sido espía, aunque fuera por accidente, tu pasado siempre acaba llamando a la puerta.
Operación Shylock es una novela que se mantiene en la frontera entre el ensayo y la ficción, la seriedad y la alta comedia, la historia y la pesadilla.
En este libro, diabólicamente imaginativo, que podría -o no- ser una novela, Philip Roth conoce a un hombre que podría -o no- ser Philip Roth. Porque alguien con ese nombre ha estado viajando por Israel, haciendo propaganda del Diasporismo, una insólita doctrina que pregona la necesidad de un nuevo éxodo, pero en dirección contraria. Roth intenta detenerle, incluso si esto significa hacerse pasar por su propio «doble».
Con un agudísimo suspense, una irreverente especulación filosófica y una serie de personajes que incluyen a agentes de inteligencia israelíes, exiliados palestinos, criminales de guerra y un miembro de una organización llamada Antisemitas Anónimos, Operación Shylock es un acertado juego entre realidad y ficción.
Una obra capital de la literatura alemana llena de humor y con una lectura de plena actualidad.
Hans Schnier es un artista venido a menos. Su mujer, Marie, le ha dejado por otro, y se ha llevado con ella su única posibilidad de ser feliz. Al borde del fracaso y de la quiebra económica, Hans regresa a Bonn, a su casa, después de su última y fallida representación. Una vez allí, empieza a llamar a todos sus conocidos con la esperanza de que alguien le ayude a localizar a Marie. Entre llamada y llamada los recuerdos de toda una vida van abriéndose paso hasta el lector: la muerte de su hermana, la mala relación con su adinerada familia, su juventud con Marie... Y, de telón de fondo, el desencanto con la situación moral, política y religiosa en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial.
La narradora de esta novela estudia para consolidar su futuro profesional. Ha conseguido un puesto de interina en una oficina administrativa, y afrontar una oposición parece ser el paso lógico en su carrera. Sin embargo, otro tipo de oposición, la interna, basada en su observación del día a día funcionarial, hace que no lo tenga nada claro. El edificio donde ha sido destinada, tan gigantesco como hermético, es un lugar de jerarquías incomprensibles, que la expulsa al mismo tiempo que la absorbe. Como nadie le explica sus funciones, se ve forzada a improvisar, disimular por vergüenza y registrar su malestar con dibujos y poemas tan desplazados de la realidad como el trabajo mismo. Los funcionarios que la rodean, cada uno con sus particularidades y conflictos, han desarrollado los tics y las manías propios de las rutinas laborales y la obediencia acrítica.