El triunfo histórico de Roma está ligado indisolublemente a su dominio militar. Es mediante la guerra como se hace con el Mediterráneo, después conquista Europa hasta el Báltico, el norte de África y los confines de Asia: una empresa increíble tanto en su extensión geográfica como en su continuidad histórica. Y es su ejército, sus legionarios y sus comandantes los que consiguieron esa proeza. Escipión el Africano, Mario, Tito, César o Pompeyo fueron algunos de los hombres que forjaron el imperio.
Adrian Goldsworthy , uno de los especialistas más prestigiosos del mundo antiguo, nos cuenta cómo hacían la guerra los romanos, desde la lucha durísima contra Cartago y el brillantísimo Aníbal, en el siglo III a.C, hasta el último intento desesperado por recuperar el Imperio de Occidente, en el siglo VI d.C. Traza asimismo la evolución del ejército y del sistema político que lo dirigió. No obstante, en todo momento el núcleo más importante de la obra se refiere a los propios comandantes y a su pericia como líderes. Los romanos cuentan con algunos de los generales más versátiles y extraordinarios de la historia. Muchas de las brillantes estrategias utilizadas en su día aún las estudian los generales actuales.
Publicada anteriormente como Grandes generales del imperio romano, esta nueva edición recupera el título de la edición original (En el nombre de Roma) e incorpora imágenes representativas de sus protagonistas y de su época.
Agnieszka adora su pueblo, ubicado en un tranquilo valle. Pero el cercano Bosque está en la frontera, lleno de poder maligno, y su sombra oscurece su vida.
Su pueblo necesita al frío y misterioso hechicero conocido como el Dragón para mantener sus poderes a raya. Pero él reclama un precio terrible por su ayuda: una joven del pueblo debe servirle durante diez años, dejándolo todo atrás.
La siguiente elección se acerca, y Agnieszka teme que el Dragón se lleve a su querida amiga Kasia, hermosa, grácil y valiente. Sin embargo, cuando llega, no es a Kasia a quien elige...
¡Déjate llevar por la magia de Terramar!
Al hechicero Aliso le aterra conciliar el sueño, pues hacerlo significa trasladarse a la tierra de los muertos para encontrarse con su esposa. Ella falleció muy joven y desea tanto regresar a él que lo besó a través del bajo muro de piedra que separa nuestro mundo de la Tierra Seca, donde la hierba está marchita, las estrellas, siempre quedas, y los amantes se cruzan sin reconocerse. Cada noche, los muertos atraen a Aliso hacia ellos para, a través de él, liberarse e invadir Terramar.
Desesperado, Aliso acude al antiguo archimago Gavilán, quien le indica que parta a Havnor en busca de Tenar, Tehanu y el joven Rey Lebannen. Todos juntos e Irian, el dragón de ojos ámbar capaz de transformarse en mujer, viajarán al Bosquecillo Inmanente, en Roke, pues la incursión de los muertos no es el único peligro que amenaza Terramar: los dragones han regresado y, después de siglos de paz, reclaman lo que creen que les pertenece legítimamente...
En la Casa de la Ciénaga, el puesto londinense para espías del M15 caídos en desgracia, los recuerdos de tiempos pasados afloran, se agitan, todos ellos malos. En Regent's Park, también el mandato de Diana Taverner tropieza con dificultades. Si quiere que el Servicio se adapte a su propósito, puede que tenga que hacer tratos con un viejo y conocido demonio... Y ahora que el invierno se apodera de él, Jackson Lamb preferiría quedarse tranquilo y meditando en paz, pero las oscuras sombras de su pasado le alcanzan. Así que cuando un conocido traidor, el hombre responsable de matar a uno de sus caballos lentos, se da a la fuga, Lamb envía a las tropas a igualar el marcador, pero no todos regresarán.
Una historia de amor entre lo exótico y lo primitivo, lo bello y lo atroz
«Jordi Soler es un narrador fuera de serie». -Delphine Peras, Lire
«Una imaginación mágica y arrolladora». -Jorge Semprún
«Quizá regresó porque en cualquier lugar era una criatura hermosa y estrafalaria pero no tenía la misma singularidad, solo aquí era la reina, la diosa, la única, solo aquí era lo bello que condenaba al resto del mundo a la fealdad».
Artemisa, una hermosa mujer de ascendencia griega, vive en un pueblo perdido en la sierra de Veracruz, en un territorio entre la realidad y el mito en el que el primitivismo de la selva y la civilización del mundo occidental conviven en un equilibrio complejo. Allí todos la desean, la adoran como a una diosa, pero cualquier historia de amor con ella está abocada a la desgracia: la que relata el narrador, cuando ambos eran jóvenes, y la que tiene con un hombre mayor, violento y poderoso, que se enamora obsesivamente de ella. Obsesiva es también la relación que Artemisa establece con un ser extraño y atemorizante, un animal casi mitológico al que parece unirla una pasión desmedida que la precipita a un destino inhumano de traiciones y espanto inimaginable.
Lo exótico y lo primitivo, lo bello y lo atroz, la mitología griega y la del México prehispánico se entretejen en esta novela en la que Jordi Soler, con una prosa magnética que deja sin respiro al lector, narra la barbarie y las relaciones de amor y dependencia que desatan en estas páginas una verdadera tempestad.
El 7 de marzo de 1687, un grupo de judíos conversos mallorquines, temiendo ser detenidos por la Inquisición, decidieron embarcarse rumbo a tierras de libertad. El mal tiempo frustró su huida, fueron apresados y, finalmente, treinta y siete de ellos condenados a la hoguera en cuatro autos de fe en la primavera de 1691. Esta novela recrea cómo vivieron y murieron los criptojudíos mallorquines en el siglo XVII, en un mundo en el que se cruzan inquisidores, aristócratas, comerciantes, campesinos, bandoleros y prostitutas como la inolvidable Beatriu Mas.