La guerra ha terminado. Con traiciones y engaños, los bárbaros supersticiosos de la Alianza de Occidente, ayudados por magos de siniestras intenciones, han vencido al pueblo orco, amante de la paz, industrioso y científico. Ahora comienza la carnicería: a los derrotados dispersos les espera el amargo camino de vuelta a casa, hostigados por las patrullas de elfos que buscan eliminar hasta el último orco, hombre, mujer y niño, designados por una propaganda perversa como raza caníbal, maldita y a exterminar. Pero de las cenizas de la catástrofe todavía puede extraerse un resquicio de esperanza. Si la misión encomendada a nuestros protagonistas tiene éxito, las tornas podrían volverse, y habrá llegado la hora de la revancha de los orcos. Kiril Yeskov nos muestra desde el lado de los perdedores el más famoso universo de la fantasía, en una parodia sorprendente, divertida y amena que ya es un éxito internacional."Sin perder ni un ápice de nuestro entusiasmo por el universo que nos proporcionó Tolkien, también podemos encontrar cierto malicioso placer en esta visita opuesta a la Tierra Media que nos propone Kiril Yeskov.
Fuera de la isla no hay nada: una niebla que mata todo lo que toca destruyó por completo el mundo. En la isla, sin embargo, ciento veintidós aldeanos y los tres científicos que los gobiernan viven en un paraíso idílico gracias al sistema de seguridad que los protege de la niebla.
En la isla, los días son plácidos y los isleños viven felices pescando y cultivando la tierra hasta que, para horror de todos, descubren que uno de sus tres amados científicos ha sido brutalmente asesinado. Y eso no es todo: el asesinato ha desencadenado una cuenta atrás que hará que, si el crimen no se resuelve en las próximas 107 horas, el sistema que los protege se desactive y la niebla inunde la isla y acabe con todos los que están en ella.
Un amanecer, muy cerca de la Navidad de 2018, la cabeza de la joven Sarah Evans aparece en medio de una calle concurrida de San Francisco. La ciudad se despierta con horror y la policía encuentra el resto del cuerpo en casa de la víctima: desnudo, arrodillado y con los brazos amarrados a las paredes. El inspector William Parker, especialista en asesinos en serie, lleva un tiempo alejado de sus funciones y retirado del cuerpo tras un caso particularmente traumático, pero la teniente Watson está convencida de que solo él puede ayudarla a desentrañar el misterio de esta muerte macabra. Tras muchas dudas, Parker decide aparcar sus viejos temores y se lanza de lleno a una investigación que cambiará todo lo que creía saber sobre aquel viejo caso que inútilmente había intentado olvidar.
Mientras tanto, el experiodista valenciano Fernando Fons, llegado recientemente a San Francisco tras huir de un trágico reencuentro, sigue con interés la búsqueda del asesino al que la prensa ha apodado «el Verdugo». Así, Parker y Fons se embarcarán por separado en una carrera hacia el peligro, acercándose poco a poco el uno al otro y aproximándose también a un secreto que muchos intentan proteger a toda costa.
La vida de Harry está patas arriba. Ha perdido su casa, a su novia, está bebiendo en exceso y está suspendido indefinidamente a la espera de una evaluación psiquiátrica tras agredir a su oficial al mando. Al principio, Bosch se resiste a la psiquiatra de la policía de Los Ángeles, pero termina por reconocer que hay algo que le inquieta, una fuerza que puede haber moldeado toda su vida. En 1961, cuando Harry tenía once años, su madre fue brutalmente asesinada. Nunca se acusó a nadie del crimen.
Harry abre el expediente del viejo caso y se ve arrastrado a un pasado que siempre ha esquivado. Su madre era prostituta, e incluso treinta años después, se percibe que la investigación no se llevó a cabo como debería. Alguien poderoso consiguió alejar a los investigadores de los sospechosos clave. Harry sigue implacablemente el hilo de las viejas pruebas, buscando justicia, mientras se enfrenta a sus propios sentimientos hacia su madre. Entre las piezas fragmentadas del caso, Bosch discierne un rastro que conduce hacia personas eminentes que llevan vidas públicas en las colinas de Hollywood. Y a medida que se acerca a su respuesta, descubre que las antiguas pasiones no mueren; causan nuevos asesinatos incluso hoy.
Emilia Ward, la escritora de las exitosas novelas de misterio protagonizadas por la policía Miranda Moody, vive feliz en un barrio acomodado de Londres con su marido y sus dos hijos, una adolescente de su primer matrimonio y un niño pequeño del segundo. Pero cuando Emilia está ultimando los detalles de su última novela, la vida da un giro inquietante: un incidente sacado directamente de la trama de uno de sus libros ocurre en la vida real. Una coincidencia inquietante, tal vez. Hasta que suceda una vez, y otra más.
Y, a continuación, alguien es asesinado siguiendo el mismo modus operandi que ella ha descrito en el manuscrito que está escribiendo, pero hay un problema: sólo lo ha leído su editora y sus más allegados.
¿Qué mente retorcida se oculta tras los hechos? ¿Y si Emilia y su familia son los siguientes?
En una de sus novelas más ambiciosas, el autor de El Padrino consigue plasmar con extraordinaria viveza las costumbres de la Mafia y los ambiguos mundos de Las Vegas y Hollywood. Un año después de cometer el acto más salvaje de su vida, Domenico Clericuzio, capo de la última gran familia de la Mafia, toma una determinación: la generación de sus nietos vivirá ajena al mundo del crimen. Desde su espectacular mansión en Long Island, el Don controla negocios de Las Vegas y de Hollywood que le permitirían legitimar su fortuna. Pero cuando esté cerca de conseguir su objetivo, ciertos secretos familiares del pasado amenzarán con socavar su plan y con desatar una guerra. Y es que el último Don no puede ignorar que lo único que los Clericuzio saben hacer bien es matar.