Una joven muerta en los acantilados de Sancti Petri… Un matrimonio herido por la desconfianza… Y el hallazgo de una pieza arqueológica de extraordinario valor que despierta la avaricia de todos.
A pesar de comenzar de cero en una nueva casa en Chiclana, Luz no logra dejar atrás sus sospechas. Rodrigo lleva un tiempo comportándose de un modo extraño. Ella conoce esa mirada esquiva, por eso teme que le esté siendo infiel otra vez. Desesperada, decide contratar a una joven detective privada que se convertirá en su sombra. Todo se complica cuando el cuerpo de la chica aparece sin vida en los acantilados de Sancti Petri. Y solo Alfredo, el camarero que la vio por última vez, parece interesado en encontrar respuestas. En esa búsqueda de la verdad, el hallazgo de una estatuilla fenicia detonará las vidas de aquellos que jueguen con su poder y se crean con el derecho de atesorarla.
Después de la publicación de Perro que no ladra, la escritora Blanca Cabañas regresa con un thriller envolvente que atrapa al lector en una espiral voraz que nos lleva a adentrarnos en un mundo de intereses y a disfrutar de los episodios desconocidos de la historia fenicia de Cádiz. Deseos oscuros, avaricia, mitología, investigación y secretos en una novela que hará las delicias de los lectores del género.
Brenda Gómez tiene una vida perfecta. Es una alumna destacada en la carrera de Ciencias Económicas, su novio es un joven ambicioso y con un gran futuro, sus amigas son leales, su familia la adora. Pero ella no es feliz.
La domina un mundo interior complejo, plagado de sentimientos e ideas que oculta, pues la avergüenzan y la alejan del modelo que se impone seguir. De los secretos que esconde, uno la atormenta especialmente: ama a Diego Bertoni desde que tiene memoria; un amor extraño por varias razones, pero, sobre todo, prohibido.
«¿Quién soy yo en realidad?» es la pregunta que Brenda jamás se formuló, y es, sin embargo, la que posee la llave para resolver los misterios que la definen, para acabar con la hipocresía que la condena a la infelicidad.
¿Reunirá el coraje para mirar en su interior y amar lo que realmente es?
¿Reunirá el valor para aceptar su amor por Diego y luchar por él?
En el año 1517, Martín Lutero da a conocer sus tesis contra las indulgencias en una carta al arzobispo Alberto de Maguncia, acontecimiento considerado inicio de la llamada Reforma protestante, que provocará un nuevo cisma en la Iglesia Romana de Occidente. Ese mismo año nace en Valladolid Cipriano Salcedo. En un momento de agitación política y religiosa, esta mera coincidencia de fechas marcará fatalmente su destino. Convertido en próspero comerciante se pondrá en contacto con las corrientes protestantes que, de manera clandestina, empezaban a introducirse en la Península, no sin la oposición del Santo Oficio.
A través de las peripecias vitales y espirituales de Cipriano Salcedo, Delibes dibuja con mano maestra un vivísimo retrato del Valladolid de la época de Carlos V, de sus gentes, sus costumbres y sus paisajes. Pero El hereje es ante todo una indagación sobre las relaciones humanas en todos sus aspectos; la historia de unos hombres y mujeres de carne y hueso en lucha consigo mismos y con el mundo que les ha tocado vivir.
Veinticinco años después de su publicación, El hereje sigue siendo una novela inolvidable sobre las pasiones y los resortes que las mueven, un canto apasionado por la tolerancia y la libertad de conciencia.
Durante los últimos mil años han caído las cenizas y nada florece, los skaa han sido esclavizados y han vivido sumidos en un miedo inevitable. Durante mil años, el Lord Legislador ha reinado con un poder absoluto gracias al terror y a la omnipresente magia de la «alomancia».
Kelsier, el Superviviente, el único que logró huir de los Pozos de Hathsin, encuentra a Vin, una pobre chica skaa con mucha suerte. Los dos se unen a la rebelión que los skaa intentan desde hace mil años y que por fin consigue acabar con el Lord Legislador. Pero matar a éste ha sido la parte sencilla. El verdadero desafío será sobrevivir a las consecuencias de su caída.
Una ola de brutales asesinatos sacude Moscú. Los cadáveres aparecen con el tórax destrozado y el corazón aplastado, y el único nexo aparente entre las víctimas es su aspecto físico: todos son rubios y de ojos azules.
En una ciudad dominada por bandas criminales y empresarios sin escrúpulos, un grupo misterioso ha puesto en marcha un siniestro plan: su objetivo es encontrar a sus 23.000 hermanos perdidos. Necesitan dar con ellos para despertarlos y liberarlos. ¿Cómo? Con unos martillos de hielo, cuyas cabezas heladas están compuestas por los restos del extraño meteorito caído en Tugunska en 1908.
La diferencia entre las incisiones antiguas y las nuevas se borrará con el tiempo y sólo quedará, sobre la corteza, una única inscripción, un libro con un mensaje principal: Aquí estuvieron dos amigos, dos hermanos.»
El hijo del acordeonista recorre, como si se tratara de un mosaico hecho con distintos tiempos, lugares y estilos, la historia de dos amigos: Joseba y David. Desde los años treinta hasta finales del siglo XX, desde Obaba hasta California, de la infancia en la escuela a los infiernos de la guerra y de la violencia, el autor aborda de forma valiente el tema de la memoria, la nostalgia, la amistad y también de la tristeza del que deja su tierra sabiendo que no volverá. Y en el centro de las múltiples ramificaciones de este relato, la única posibilidad de salvación frente a las circunstancias más dramáticas: el amor.