Los Esterházy, una pareja excéntrica sin un pasado claro, llegan a un pueblo de la costa argentina y comienzan a regentar un antiguo hotel. Estos dos seres (y sus dos hijos, una niña y un niño más inquietantes y enigmáticos que ellos) producen el efecto de una partícula enfermiza que se introduce en las grietas de una sociedad pequeña y arrasa con su dinámica cotidiana, aparentemente calma. La pareja resulta ser un amplificador de los prejuicios, los deseos ocultos, las supersticiones, los temores y la violencia larvada en muchos de los habitantes del pueblo.
Arderá el viento es la historia de una degradación, de un descascaramiento agónico que poco a poco deja a la vista las miserias del cuerpo social. Expuesta al influjo de los Esterházy, la extraña villa costera deja aflorar la oscuridad que circula por sus zonas subterráneas, como si los visitantes fueran una piedra de toque maligna que lograra sacar a la luz la verdadera naturaleza de los personajes.
Escrita en un estilo parco y de una rara intensidad, la novela es la cuidadosa construcción de un deterioro que, aunque transcurra en un país específico, acaba por ser una metáfora distorsionada del espíritu de nuestro tiempo.
Solemos identificar a María Moliner con su diccionario, «el más completo, útil y divertido de la lengua castellana», según García Márquez. ¿Pero por qué se sentó a escribirlo a los cincuenta años, en plena dictadura franquista? ¿Cómo pudo completar, prácticamente sola, el diccionario de autora más importante de todos los tiempos?
Hasta que empieza a brillar cuenta la historia íntima de María Moliner, partiendo de una atractiva premisa literaria: narrar de cuerpo entero a la protagonista a través de su vínculo con la lengua. A la vez, nos propone una sugerente hipótesis: ¿y si su diccionario fuese también una suerte de autobiografía oculta?
Esta es la vida novelada de una figura apasionante, retratada desde una infancia difícil hasta un final insospechado, pasando por su extraordinaria labor como bibliotecaria en la República o su polémica candidatura a la Real Academia. Entre la investigación y la imaginación, combinando la comedia, el drama familiar y la tragedia colectiva, se abre paso la historia de una resistencia secreta. Un acto de justicia con el legado de una mujer que vivió a contracorriente y exploró las palabras hasta que empezaron a brillar.
Bajo la mirada cómplice de la Luna, «las damas de la noche» abandonan sus fríos sepulcros, sus estériles aposentos de la nada y su cuerpo incorrupto, mortalmente bello y subyugante, se yergue en la Vida y se instala de nuevo en la Naturaleza... «La mujer Vampiro» subsiste gracias a la fuerza de los que todavía no han muerto, una fuerza que absorbe a través de su sangre, pues la sangre es vida. Debe chupar el aliento de aquellos que viven o no podrá respirar. Debe beber su sangre o morirá de hambre... Vaga en la noche, alimentándose incesantemente de los vivos, reclutando nuevos miembros con que engrosar las horrendas filas de su estirpe maldita. En esta antología se recogen los mejores relatos sobre mujeres vampiro que se han escrito a lo largo del tiempo. Desde “Carmilla” de Sheridan Le Fanu hasta “Roja como la sangre” de Tanith Lee, pasando por Stephen King, Francis Marion Crawford y la época dorada de Weird Tales. Un viaje a las sangrientas criptas del terror primigenio en brazos de unas damas nada complacientes.
"Plata quemada" cuenta, o dice contar, una historia real. A la manera de "A sangre fría" («una novela de no ficción»), y con una trascendencia comparable, en el panorama de nuestro idioma, a la que tuvo el libro de Truman Capote, esta «versión argentina de una tragedia griega» escenificaba, ya en 1997 (cuando se publicó por primera vez en Argentina), lo que casi toda la narrativa de hoy convierte en un ejercicio de estilo: el cuestionamiento de los géneros, de la verdad (o la falsedad) de cualquier texto. Empeño que pocas veces ha dado obras tan importantes como "Plata quemada", un libro en el que la forma, tan política en el efecto, e inseparable de lo que se cuenta, parece ser la del documento, la del registro forense o periodístico, la del informe psiquiátrico (el de la formulación de la ideología) y al mismo tiempo la más lírica. El libro más accesible del autor, y por ello doblemente genial.
Alan Le May es uno de los autores más populares de la narrativa western debido sobre todo a su novela The Searchers, una obra maestra del género, y en especial a su adaptación cinematográfica, que en España adoptó el memorable título de Centauros del desierto (Col. Frontera no 4). Pero la producción literaria de Le May es mucho más extensa y cuenta con diecisiete novelas y centenares de relatos, muchos de ellos aparecidos en la prestigiosa revista Collier’s, una de las cabeceras fundamentales en la historia de la literatura popular norteamericana.
La presente obra, Los que no perdonan, tiene en común con Centauros del desierto su retrato crudo y realista de la vida en la frontera texana hacia 1870. La novela narra las tentativas de los indios kiowas por rescatar a la joven protagonista, Rachel, de la familia de colonos con la que vive desde que la adoptaron cuando apenas era una niña, pues consideran que es una de los suyos. La primera parte describe con detalle los afanes y penalidades de los colonos para sacar adelante un rancho ganadero en la peligrosa frontera, así como lo que sentían las mujeres en aquellas tierras, su esfuerzo por mantener una vida civilizada, la rivalidad entre vecinas, los romances, y también la pasión culpable que Rachel siente por uno de sus hermanastros. El lector puede percibir el paisaje, el sonido casi permanente del viento, las grandes distancias vacías, la alegría de la llegada de la primavera, pero también el temor de los colonos ante la llegada de la «luna kiowa» que acompaña a la estación. Es entonces cuando los guerreros de las tribus cercanas salen en busca de botín, sangre y gloria.
La Jornada del Muerto forma parte de la saga de Lonesome Dove, y en ella conoceremos las correrías juveniles de Gus y Call, protagonistas de esta inolvidable serie de McMurtry.
La Jornada del Muerto está ambientada en los convulsos años de las guerras territoriales entre los Estados Unidos y México. Texas se ha pro- clamado república independiente en 1836, pero el Gobierno mexicano aún no ha reconocido al nuevo Estado y sus tropas realizan incursiones frecuentes para evitar que se consolide la secesión.
Dos jóvenes reclutas recién incorporados a los Rangers de Texas, Gus y Call, se embarcan en una expedición a la árida frontera mexicana con la misión de descubrir una vía practicable entre San Antonio y Santa Fe a lo largo del Río Grande. Tras estar a punto de caer en manos del jefe comanche Joroba de Búfalo, Gus y Call regresan sanos y salvos a San Antonio. Pero, seducidos por la leyenda del oro de Santa Fe, se unen a un pequeño ejército liderado por Caleb Cobb, un pirata y mercenario que se propone liberar esta ciudad del dominio mexicano, un grupo variopinto de doscientos aventureros cuyos supervivientes, tras superar múltiples peligros, se verán enfrentados al reto de sus vidas, atravesar la Jornada
del Muerto, un paraje extremadamente desértico de unas doscientas millas en el desolado Nuevo México, cruzado por un estrecho sendero que reduce en diez jornadas el viaje entre El Paso y Santa Fe.
Aunque es la tercera novela en orden de publicación de la saga de Lonesome Dove, La Jornada del Muerto es la primera en cuanto a la secuencia cronológica de los acontecimientos narrados en esta saga, y puede ser leída y disfrutada independientemente del resto de la serie. El lector conocerá en esta novela las correrías juveniles de Gus y Call, protagonistas de la inolvidable Lonesome Dove.