Cuando la Tate Modern descubre que el hueso utilizado en una de las esculturas más famosas de la célebre y ya fallecida artista Vanessa Chapman es humano y no pertenece a un animal, como se creía, todas las miradas se centran en ella y en la misteriosa desaparición de su marido, Julian.
Temiendo la posible devaluación de la obra de la artista, Douglas Lennox, director de la Fundación Fairburn, envía al conservador James Becker a la remota isla escocesa en la que Vanessa vivía para investigar qué oculta el macabro hallazgo. Pero lo que parecía una empresa fácil pronto se convierte en algo mucho más oscuro, mucho más peligroso y mucho más imprevisible que puede poner en peligro su propia vida.
Adriana Peña, técnica de sonido de Navacerrada, vive tan enamorada del famoso cantante estadounidense Deacon Black que incluso lleva tatuada una frase de una de sus canciones. Por eso, cuando le ofrecen trabajar en la gira asiática de Deacon, acepta emocionada. Aunque su relación es puramente laboral, una noche coinciden en el spa del hotel y hablan de todo menos de trabajo. Disimular estando a solas con su crush se le hace muy difícil, pero debe ser profesional, así que se calla sus sentimientos.
Tras una dolorosa ruptura, Deacon se sumerge en su gira mundial y no quiere saber nada de su ex. Al finalizar el tour, Adriana lo invita a pasar las fiestas en su hogar en Navacerrada. Deacon, que odia la Navidad, acepta sin saber que el espíritu navideño lo espera.
A Lola, viajar a Minnesota para trabajar como niñera y poder mejorar su inglés le pareció una idea perfecta.
Lo que no esperaba era que los niños de los que le tocaría hacerse cargo fuesen
LA MISMÍSIMA REENCARNACIÓN DEL MAL.
Bueno, tal vez suena un poco dramático…
Pero sí que son un verdadero desafío para ella y su temperamento.
A veces fantasea con perderlos de vista un rato para tener un respiro, pero nunca imaginó que la magia de la Navidad haría realidad su inocente deseo.
Una mezcla prodigiosa de fantasía e historia, en la que los magos conviven con personajes reales y que plantea una historia alternativa de Inglaterra.
A principios del siglo XIX, las hazañas del Rey Cuervo, el más grande de todos los magos de la Edad Media, perviven en la memoria y la leyenda, pero la práctica de la magia ha sido completamente olvidada en Inglaterra. Hasta el día en que el esquivo señor Norrell, de Hurtfew Abbey, logra que las piedras de la catedral de York hablen.
La noticia del retorno de la magia se extiende como la pólvora y el señor Norrell, convencido de que debe poner sus artes al servicio del gobierno en la guerra contra Napoleón, se traslada a Londres. Allí conoce al joven Jonathan Strange, un brillante y voluntarioso mago, y tras superar algunos recelos, consiente en acogerlo como discípulo.
En una época en la que sólo los charlatanes se hacían llamar magos, Norrell y Strange se proponen limpiar el buen nombre de su oficio, al que consideran una ciencia con mayúsculas. Bajo las órdenes de Wellington, realizarán decenas de actos mágicos, y su éxito es tal que muy pronto se los consultará sobre muchos otros problemas, desde la curación de la locura del rey Jorge III hasta la mejor venganza para amantes despechados. A su paso encontrarán amor y muerte, portentos y crueldades, y arrastrados por la ambición y la rivalidad, el camino de la gloria los acercará irremediablemente al abismo.
Tras seducir a lectores y críticos de todo el mundo con El abanico de seda y Dos chicas de Shanghai, Lisa See vuelve a cautivarnos con La isla de las mujeres del mar, una bella e introspectiva novela sobre los lazos de amistad de dos jóvenes hanenyeo -mujeres buceadoras de la isla surcoreana de Jeju, cuya forma de vida ha sido reconocida por la Unesco como patrimonio de la humanidad- y las poderosas fuerzas, tanto naturales como históricas, que las rodean.
Kim Young-sook y Han Mi-ja empiezan su preparación como haenyeo. A pesar de sus diferentes entornos familiares, pronto se hacen íntimas, aprenden la técnica del buceo y se enfrentan juntas a las exigencias físicas y los fracasos emocionales de su trabajo. Durante medio siglo, las dos jóvenes forjarán una sólida relación al tiempo que su vida se verá envuelta en acontecimientos tan trágicos y extraordinarios como la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y sus secuelas, y tan inevitables como la irrupción de los teléfonos móviles y la llegada de nuevas políticas e ideas a la isla. Sin embargo, tras sobrevivir a cientos de inmersiones y desarrollar el más estrecho de los vínculos, algo que escapa a su control acabará rompiendo su amistad.
Narrada por la entrañable voz de Young-sook, La isla de las mujeres del mar es no sólo una magnífica saga familiar con extraordinarias ramificaciones, sino también un vívido retrato del mundo singular y poco conocido de la isla de Jeju y de las atrocidades sufridas por sus moradores bajo la ocupación japonesa.
Cuando, un gris día de otoño, Joséphine sale de su pequeño ático en el canal Saint-Martin, en París, encuentra dos cartas en el buzón. Una es de la editorial con la que colabora como traductora, y la otra de un notario desconocido. Y así, en pocos minutos, Joséphine descubre que ha perdido su trabajo, pero también que ha heredado una vivienda, aunque atípica y un poco ruinosa: su querido tío Albert le ha dejado su vieja casa flotante, amarrada en el cercano muelle del puente de la Concordia.
A regañadientes, y a pesar de los buenos recuerdos que guarda de los viajes por el Sena con su excéntrico tío, Joséphine decide venderla. Pero en el barco no solo la espera un misterioso armario cerrado del que aparentemente no hay llave, sino también un atractivo pero gruñón desconocido que afirma ser el legítimo inquilino. Y que, por supuesto, no ve por qué debería mudarse...