Nueva York, 1972. Catherine Velis, aficionada a las, matemáticas y al ajedrez, trabaja en una auditoría como experta en informática, la firma la destina a Argelia, pero, antes de partir, una vidente le lee las líneas de la mano y le advierte de que un grave peligro se cierne sobre ella. Poco después, un marchante de antigüedades hace a Cat una misteriosa oferta: un cliente suyo está intentando reunir las piezas de un antiguo juego de ajedrez que presuntamente.se encuentra en Argelia. Si Cat le consigue esas piezas, obtendrá a cambio una generosa recompensa. Sur de Francia, 1790. Mireille de Rémy y su prima Valentine son dos novicias de la abadía de Montglane. Francia arde en las llamas de la revolución que, entre otros proyectos, pretende aniquilar a la Iglesia y hacerse con sus tesoros. Enterradas desde hace mil años bajo el suelo de la abadía se encuentran las piezas de~ un ajedrez legendario, que perteneció a Carlomagno. Quien consiga reunir dichas piezas adquirirá un poder ilimitado. Y, para mantenerlas fuera del alcance de quienes pudieran abusar de él, Mireille y Valentine deberán repartirlas por todos los confines del mundo.
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.» Con estas palabras empieza una novela legendaria, una de las aventuras literarias más fascinantes del siglo XX. La familia Buendía-lguarán, con sus milagros, fantasías, obsesiones, tragedias, incestos, adulterios, rebeldías, descubrimientos y condenas, representa al mismo tiempo el mito y la historia, la tragedia y el amor del mundo entero.
Los textos que Gabriel García Márquez ha reunido en este libro fueron escritos por el autor con la intención de ser leídos por él mismo en público, ante una audiencia, y recorren prácticamente toda su vida, desde el primero, que escribe a los diecisiete años para despedir a sus compañeros del curso superior en Zipaquirá, hasta el que lee ante las Academias de la Lengua y los reyes de España al cumplir ochenta años. Estos discursos nos ayudan a comprender su vida y nos desvelan sus obsesiones como escritor y ciudadano: su fervorosa vocación por la literatura, su pasión por el periodismo, su inquietud ante el desastre ecológico que se avecina, su propuesta de simplificar la gramática, los problemas de su tierra colombiana o el recuerdo emocionado de amigos escritores como Julio Cortázar o Alvaro Mutis, entre otros muchos.
Con un lenguaje de gran fuerza y sencillez. El viejo y el mor narra la historia de un viejo pescador cubano a quien la suerte parece haber abandonado, y del desafío mayúsculo al que se enfrenta: la batalla despiadada y sin tregua con un pez gigantesco en las aguas del golfo. Escrito en 1952, por encargo de la revista Life, este relato lo confirmó como uno de los escritores más significativos del siglo XX, obteniendo el Premio Pulitzer en 1953 y allanando su carrera hacia el Nobel de Literatura, que recibió en 1954.
El amor debería ser una realidad en nuestra existencia, no solo un sueño o el tema de unos versos. Es un término que ha de cobrar vida. Y nunca es demasiado tarde para experimentar amor por primera vez. Debemos aprender a amar, ya que muy pocas personas^ saben cómo hacerlo. Todo el mundo piensa que el amor es necesario, que la vida sin él carece de sentido. Pero son muy pocos los que verdaderamente saben cómo amar y todo lo que hacen en nombre del amor no es amor, sino cualquier otra cosa. El amor muchas veces se funde con otros muchos conceptos: celos, cólera, odio, posesión, dominación, ego. Todos ellos venenos que destruyen el verdadero néctar: amar significa deshacerse de todas estas interferencias. Solo entonces, en ese preciso momento, un amor de una calidad inédita florecerá a nuestro alrededor.
Los mandarines es sin duda la novela documental más importante que se haya escrito hasta ahora sobre los años de la posguerra francesa. Libro en clave —donde aparecen, apenas disimuladas, las figuras de Sartre (Dubreuilh), Camus (Henri Perron) y Simone de Beauvoir (Anne)— no es, sin embargo, como ha señalado la misma autora, ni una novela autobiográfica ni un reportaje, sino una evocación. Los mandarines describe admirablemente la atmósfera cultural y política de la guerra fría, y el ambiguo y desgarrado papel de intelectuales y artistas que predicaban entonces la necesidad, dramática y cotidiana, de una nueva y auténtica moral fundada en la responsabilidad del hombre.
SIMONE DE BEAUVOIR (1908-1986), escritora francesa, fue también inseparable compañera de Jean-Paul Sartre durante más de cincuenta años. Su obra abarca tres vertientes: la literaria (La invitada, Los mandarines), la ensayística (El segundo sexo) y la memorialística (Memorias de una joven formal, La plenitud de la vida, La fuerza de las cosas. Final de cuentas y, tras la muerte de Sartre, La ceremonia de/adiós).
Traducción de Silvina Bullrich