Una combinación magistral de suspense psicológico y ficción basada en crímenes reales.
Pamela Schumacher se despierta a las tres de la madrugada en el edificio de su fraternidad universitaria. Cuatro de sus compañeras han sido atacadas: dos mueren antes de llegar al hospital y las otras sobreviven con graves secuelas.
Al otro lado de Estados Unidos, Tina Cannon intenta descubrir qué le pasó a su amiga Ruth, desaparecida a plena luz del día. Al enterarse de la tragedia en la fraternidad, Tina sospecha que el responsable es el mismo hombre.
Decidida a hacerle pagar por lo que le hizo a Ruth, su camino se cruzará con el de Pamela, unidas en su ferviente búsqueda de la verdad.
Un directivo de la industria siderúrgica aparece muerto dentro de su BMW quemado. No se trata de un «accidente» aislado: alguien está llevando al extremo el propósito de que se tome conciencia del cambio climático y se haga algo al respecto.
El miedo a que pronto el objetivo del criminal escale y haya un atentado masivo se apodera de la inspectora Eva Nyman.
Para evitarlo, recurre a su unidad especial Nova. Lo que no sabe es que, durante el transcurso de la investigación, tendrá que lidiar con una serie de pistas que la llevarán a revivir una historia traumática de su pasado.
La lucha de un hombre anciano por hacer las paces con su vida.
A Bo se le acaba el tiempo y, a la vez, tiempo es una de las pocas cosas de las que dispone. El cuerpo le falla, su mujer tuvo que ingresar en un centro para personas con demencia y su tranquila existencia solo se ve alterada cuando le visitan sus cuidadoras. Afortunadamente, todavía disfruta de la compañía de su amado perro Sixten.
Cuando su hijo insiste en que el perro debe mudarse, la amenaza de perderlo despierta en el viejo Bo un torbellino de emociones que le hará recordar su vida, replantearse la relación con su hijo y la forma en que expresa su amor.
Considerada una de las escritoras más visionarias y canónicas, y alabada como «la mejor narradora de nuestra era», Margaret Atwood regresa al terreno de la ficción con Perdidas en el bosque, una colección de quince historias en las que la mítica autora de El cuento de la criada aborda -con su acostumbrado ingenio, mordacidad, imaginación y talento para subvertir el orden establecido- las relaciones familiares, el matrimonio, la pérdida y el significado de vivir en pareja.
Teñidos de una fuerte intensidad nostálgica, todos los relatos nos ofrecen una visión sincera, apasionante e inequívocamente autobiográfica de las minucias de la vida. Desde los protagonizados por el matrimonio formado por Tig y Nell, que forman una novela mosaico, hasta «Morte de Smudgie», sobre la muerte de un gato, pasando por «Mi maléfica madre», que sigue una relación entre madre e hija a través de los años y muestra cómo y por qué muchas personas acaban siendo como sus padres, «La entrevista post mortem», que contiene una improbable conversación entre la autora y su admirado George Orwell, con quien se encuentra a través de una médium en trance o «Muerte a golpe de concha», en la que Hipatia de Alejandría cuenta su propia ejecución.
El verano de 1985, en el camping Pinar del Inglés del Puerto de Santa María, se produce la desaparición de una niña de 12 años. Su nombre era Paulina Giménez.
Más de veinte años después, el recuerdo de aquel día sigue torturando a Lidia y a Daniel, dos hermanos que estuvieron aquel día con Paulina, en lo que debería haber sido una tarde más de juegos y travesuras entre niños.
Tras la muerte de su padre, una caja de pesca y un libro de Alberti arrastran a Lidia y a Daniel a una investigación que podría poner fin a las preguntas que quedaron por responder.
La chica del tren
¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso? Tú no la conoces. Ella a ti, sí.
Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?
Escrito en el agua
No confíes en nadie. Ni siquiera en ti.
Pocos días antes de morir, Nel Abott estuvo llamando a su hermana, pero Jules no cogió el teléfono, ignoró sus súplicas de ayuda. Ahora Nel está muerta. Dicen que saltó al río. Y Jules se ve arrastrada al pequeño pueblo de los veranos de su infancia, un lugar del que creía haber escapado, para cuidar de la adolescente que su hermana deja detrás.
Pero Jules tiene miedo. Mucho miedo. Miedo al agua, miedo de sus recuerdos enterrados largo tiempo atrás, y miedo, sobre todo, de su certeza de que Nel nunca habría saltado… No te fíes de nunca de una superficie en calma, no sabes lo que puede haber debajo.