«El administrador le entregó la correspondencia. Metió el resto en el saco y lo volvió a cerrar. El médico se dispuso a leer dos cartas personales. Pero antes de romper los sobres miró al coronel. Luego miró al administrador.
—¿Nada para el coronel?
El coronel sintió el terror. El administrador se echó el saco al hombro, bajó al andén y respondió sin volver la cabeza:
—El coronel no tiene quien le escriba.»
Breve obra maestra, esta desolada novela corta ha sido reconocida como el primer triunfo en la trayectoria narrativa de Gabriel García Márquez. Tocada apenas por la fantasía, la historia del coronel veterano de una guerra concluida quince años atrás, quien espera la pensión que habrá de sacarlo de la miseria junto a su esposa enferma, es un profundo canto de esperanzas perdidas que nos sumerge en la atmósfera opresiva de un tiempo ya ido, cuando América Latina emergía apenas a la modernidad entre los restos humeantes del siglo XIX.
Billy Summers es un asesino a sueldo y el mejor en lo suyo, pero tiene una norma: solo acepta un encargo si su objetivo es realmente mala persona.
Ahora Billy quiere dejarlo, pero todavía le queda un último golpe. Y siendo uno de los mejores francotiradores del mundo, un veterano condecorado de la guerra de Irak, un auténtico Houdini cuando toca desaparecer después de finiquitar un trabajo, ¿qué podría salirle mal?
Los poemas de esta antología presentan una mirada asombrada por el mundo. Ven lo de siempre, pero lo ven como nuevo, de un modo inédito, como si fuera la primera vez que ese algo o ese alguien fuera contemplado. Como Adán admiró la primera noche, como Eva la fragancia de las primeras flores. Descubren la belleza como algo que nos señala a una realidad más verdadera que aquella que la mirada de la rutina nos ofrece. Son como los pájaros, que cantan con las primeras luces del amanecer un día que es para ellos como el primero, como el único. Cantan y crean una canción que es sencilla y a la vez alegre, aun con frío, aun con lluvia, aun con viento, no digamos en primavera.
La poesía de Valle-Inclán es la gran desconocida del autor gallego. F. Morales Lomas, que realizó sus tesis doctoral sobre la poesía de Valle, La lírica de Valle-Inclán. Sistema rítmico y aspectos temático-simbólicos (2003), considera que Valle fue sobre todo poeta desde el principio de su existencia literaria y en poesía experimentó previamente todos los cambios que llevaría posteriormente al resto de su obra literaria. Salvador de Madariaga dijo como poeta de él que era el más rico en sentido musical y en forma; González Alegre que es una poesía de calidad, de tesoros líricos y humanos como no se daban en la literatura española desde hacía mucho tiempo, y Navarro Tomás que cambió la versicación tradicional del teatro. Sus poemas se extienden por toda su obra y la integran, y en el mejor de los casos, su dedicación a ésta posee la misma importancia y trascendencia que el teatro o la narrativa.
Esta edición de la poesía completa en castellano de la obra de Garcilaso de la Vega (escribió unos pocos poemas en latín), no es una edición para especialistas y filólogos y sí lo quiere ser para un lector medio interesado, y para los estudiantes de Bachillerato o de los primeros cursos de la Universidad.
El silbido vulnerable del jilguero me despierta, a veces, desde la ventana de la habitación. Y, como las gotas condensadas, empiezo a deslizarme por la memoria. Viajo otra vez a la tierra que habité, ahora curtida por el presente, y recuerdo todas las heridas existentes. Creo que fue en ese instante cuando empecé a escribir. O había sido antes, no sé. La memoria a veces es confusa. A veces, sin embargo, no escucho su silbido y hablo con el silencio, que me recuerda las ausencias que no vuelan. Entonces, les escribo y dejo que vuelen sobre el papel.