Escrita en 1931, durante la primera epoca de su relación con los hermanos Klaus y Erika Mann, Los íamigos de íBernhard fue la primera novela de Annemarie Schwarzenbach, una autora fascinante cuya obra ha sido rescatada en las últimas decadas como raro modelo de una sensibilidad atormentada y con zonas de sombra, pero brillante e inequívocamente moderna. El protagonista, un estudiante de piano de diecisiete años que viaja a París para continuar sus estudios, es el eje narrativo de una historia que, acogida a los principios de la Nueva Objetividad, implica a sus amigos, familiares y conocidos. Entre los primeros destacan Gert e Ines, una pareja de novios que a veces parecen hermanos, y Leon y Christina, una pareja de hermanos que a veces parecen novios, jóvenes acomodados o artistas bohemios entre los que se van tejiendo lazos de admiración o deseo, sobre el trasfondo de las ambigüedades de genero que todos encarnan y que hacen que se rompa la habitual dicotomía entre lo masculino y lo femenino.
Virginia Woolf fue una mujer apasionada, con una gran vitalidad y un fino sentido del humor. Gracias a los artículos que comenzó a escribir desde muy temprana edad, es posible apreciar cómo su faceta de ensayista fue evolucionando. La presente selección de ensayos nos permite descubrir, además de su talento y su amor por la vida, sus reflexiones sobre las limitaciones asociadas al género o la importancia de una vida dedicada a la escritura.
Los Escorpiones es una novela de novelas: una obra narrativa titánica y misteriosa. Los protagonistas, Sara y Thomas, se ven envueltos en el entramado de una teoría de la conspiración dirigida por los poderes políticos y económicos, que pretenden controlar a los individuos a través de la hipnosis y los mensajes subliminales en libros, videojuegos y música para inducirlos al suicidio. Ambos llevan a cuestas desequilibrios emocionales y, mientras se teje entre ellos una relación inclasificable y poderosa, deciden investigar sobre esta secta cuyo nombre es el de una de las pocas especies animales que prefiere matarse antes que seguir soportando el dolor.
Desde la Italia de los años veinte, pasando por el sur profundo de Estados Unidos en los ochenta, hasta llegar a la época actual en Madrid, Bilbao, un pueblo perdido de la España rural y Nueva York, esta es una historia sobre la angustia existencial, la soledad y la necesidad de creer en algo, sea lo que sea, para encontrar el sentido a la vida.
El día que Gara llega a Granada, la belleza nostálgica de la ciudad la envuelve como un abrazo. Mirar al pasado duele demasiado y la culpa por una muerte que no puede asumir la persigue en cada aliento.Quizá por eso, entre los antiguos muros de la universidad donde se dedica en cuerpo y alma a su doctorado, Gara caerá en las redes de El décimo círculo. Este extraño grupo, formado por estudiantes obsesionados con Dante, pretende demostrar que el averno, el reino descrito en la Divina Comedia, es real y que las almas de los condenados reciben allí sus castigos.
Nana no es un gato cualquiera. Tiene el pelaje blanco, una cola de color negro con un gancho en forma de siete, las uñas afiladas y la mirada atenta. Le gustan los filetes de carne de cerdo empanados, el pollo y el salmón. Pero aún hay más: entiende el lenguaje de los humanos y tiene opiniones muy suyas sobre la vida. Nació en la calle y durmió en el capó de una furgoneta hasta que un día un hombre se le acercó sonriendo, y desde entonces son inseparables. Satoru y Nana han convivido durante cinco años, pero ahora ha llegado el momento de separarse y de encontrar un nuevo dueño. Juntos emprenderán un viaje en el que Nana verá por primera vez el mar y los campos sembrados de hierba alta, vivirá las emociones más hondas de los humanos y el dolor de la pérdida, y conquistará el corazón de los lectores gracias a la narración llena de ternura y humor de Hiro Arikawa.
En el cajón de un escritorio de su casa de Roma la autora halla pertenencias de los antiguos dueños: sellos, un diccionario, la foto de tres mujeres y un cuaderno con el nombre de «Nerina». Como una poeta clásica o medieval o una artista del Renacimiento, la mujer sin apellido escapa a la historia y la geografía. Apátrida, políglota, culta, escribe versos sobre sus días en Roma, Londres, Calcuta y Boston, sobre el mar, su familia o las palabras. En estos poemas cotidianos Jhumpa Lahiri vislumbra una identidad. La escritora se convierte en lectora e incluso invoca la intervención de una misteriosa erudita para ordenar ese ovillo de estrofas y vidas que no son las suyas, pero que podrían ser las nuestras.