«Mi vida sexual comenzó temprano, más o menos a los cinco años, en el kindergarten de las monjas ursulinas, en Santiago de Chile.» Con estas palabras, Isabel Allende inicia este compendio sobre amor y eros compuesto por fragmentos escogidos de sus obras, que esbozan a través de sus personajes la propia trayectoria vital de la autora.
Si hay alguien capaz de describir con maestría, personalidad y humor la naturaleza caprichosa del amor, es Isabel Allende. Esta recopilación de escenas de amor, seleccionadas de entre sus libros, son una invitación a sumergirse en la lectura, soñar y sonreír.
En Mujeres del alma mía la gran autora chilena nos invita a acompañarla en este viaje personal y emocional donde repasa su vinculación con el feminismo desde la infancia hasta hoy. Recuerda a algunas mujeres imprescindibles en su vida, como sus añoradas Panchita, Paula o la agente Carmen Balcells; a escritoras relevantes como Virginia Woolf o Margaret Atwood; a jóvenes artistas que aglutinan la rebeldía de su generación o, entre otras muchas, a esas mujeres anónimas que han sufrido la violencia y que llenas de dignidad y coraje se levantan y avanzan... Ellas son las que tanto le inspiran y tantole han acompañado a lo largo de su vida: sus mujeres del alma. Finalmente, reflexiona también sobre el movimiento #MeToo -que apoya y celebra-, sobre las recientes revueltas sociales en su país de origen y, cómo no, sobre la nueva situación que globalmente estamos viviendo con la pandemia. Todo ello sin perder esa inconfundible pasión por la vida y por insistir en que, más allá de la edad, siempre hay tiempo para el amor.
El despótico patriarca Esteban Trueba ha construido con mano de hierro un imperio privado que empieza a tambalearse con el paso del tiempo y un entorno social explosivo. Finalmente, la decadencia personal del patriarca arrastrará a los Trueba a una dolorosa desintegración. Atrapados en unas dramáticas relaciones familiares, los personajes de esta poderosa novela encarnan las tensiones sociales y espirituales de una época que abarca gran parte de este siglo.
Siglo XII, Reino de León. En plena ofensiva almorávide, con la cristiandad acorralada, Urraca, hija de Alfonso VI y legítima heredera al trono leonés, contrae matrimonio con Alfonso I de Aragón, cumpliendo la última voluntad de su padre recién fallecido. Esas «malditas bodas» desatan una lucha sin cuartel ente la soberana y su esposo, el Batallador, empeñado en usurparle la corona para ejercer un poder que por derecho le pertenece a ella.
Narrada a través de los ojos de Muniadona, su doncella más cercana, esta novela recrea la azarosa vida de la primera reina de España y Europa, una mujer maltratada e incluso violada, pero nunca vencida, que se vio obligada a enfrentarse a su marido, a su propio hijo y a todos los prejuicios de su tiempo para ejercer el papel que le había asignado la historia, a menudo vestida de hierro.
Visegrado, Bosnia. Cuando Zehera cumple 18 años, su vida se convierte en una pesadilla al desatarse la guerra en su país. Pero, cuando cree que todo está perdido, la joven consigue abandonar su tierra y llegar hasta España, dejando atrás un estremecedor episodio de violencia, la pérdida de los suyos y un duro desengaño.
Sin embargo, el haber huido de Bosnia no es suficiente, ya que mientras trata de reconstruir su vida, lejos de la violencia de la guerra, encontrará que el odio racial y los prejuicios no son tan fáciles de dejar atrás. Lo único que logrará hacerla seguir adelante será una amistad incondicional y la posibilidad de un nuevo amor.
«Las mujeres pueden ser heroínas». Cuando Frankie McGrath, estudiante de enfermería de veinte años, oye por primera vez estas inesperadas palabras, siente una revelación. Criada en el idílico y soleado sur de California y protegida por sus conservadores padres, siempre se ha enorgullecido de hacer lo que se espera de ella, de ser una buena chica. Pero en 1966 el mundo está cambiando y, de repente, su vida parece abrirse a nuevas posibilidades. Cuando su hermano parte para combatir en Vietnam, ella se une de manera impulsiva al Cuerpo de Enfermeras del Ejército para seguirle.
Allí, Frankie se siente igual de inmadura e inexperta que los jóvenes enviados para luchar, y se ve abrumada por el caos y la destrucción de la guerra. Además, un trauma inesperado la golpea al volver a casa, el de encontrar un país cambiado y dividido, un país que quiere olvidar. Frankie descubrirá el verdadero valor de la amistad y el dolor que puede causar un corazón roto.