Siria arde en llamas. Asediado por las protestas populares en las calles, el sanguinario dictador Bachar el Asad responde con una violencia cada vez mayor, que incluye, se sospecha, el uso de armas químicas.
La CIA manda a su agente Sam Joseph a París con la misión de reclutar a la funcionaria Mariam Haddad, una siria que forma parte del círculo íntimo del dictador. Pronto, Sam y Mariam se encuentran en Damasco para dar con el responsable de la desaparición de un espía estadounidense, compartiendo mucho más que información privilegiada y poniendo en peligro la misión y sus vidas.
Este libro será tu próximo amor de verano
Varela de Mar es un pueblo pequeño y tranquilo. Doscientos treinta y tres habitantes. Una playa que desaparece cuando sube la marea. Un faro abandonado.
Por eso Alba no lo visita desde hace años. Bueno, por eso y porque allí fue donde aprendió lo que duele el amor, y la herida aún escuece.
Sin embargo, en Varela vive su abuelo, que ha comenzado a olvidar y que la necesita. También están los recuerdos que dejó en sus calles cuando se marchó sin mirar atrás. Y Enol, el chico de las conversaciones raras, la obsesión por las mareas y que parece haber nacido en la época equivocada.
Un regreso inesperado, un faro lleno de secretos y dos historias inacabadas que, quizá, se merecen la oportunidad de un nuevo final.
«Alba, vive el presente. Porque un día será pasado y te atormentará no haberte dado cuenta antes de que todo acaba, incluso lo que creías que era para siempre.»
Escrito por el autor estadounidense F. Scott Fitzgerald y publicado por primera vez en la revista Collier’s el 27 de mayo de 1922, fue publicado dentro del libro Tales of the Jazz Age. Fitzgerald se inspiró en un comentario de Mark Twain. Benjamin Button nace con una extraña enfermedad, que provocaba que naciera con 80 años y fuera rejuveneciendo con el paso de los años. Una afección que existe en la realidad bajo el nombre de progeria o síndrome de Hutchinson-Gilford.
Una pandemia arrasa un mundo desprevenido. Neffy, una joven bióloga torturada por los errores que han hundido su carrera, decide participar en los ensayos remunerados de una vacuna. Pero, tras una mutación repentina del virus, se encuentra en un hospital casi vacío, sin Internet, teléfono ni señal de televisión. El mundo exterior es territorio inexplorado, y Neffy está atrapada allí dentro con un grupo de personas en las que no confía. Con una prosa despiadada y sobrecogedora, Claire Fuller da una vuelta de tuerca a la literatura de pandemia, y enfrenta a su protagonista a una decisión imposible: saldar cuentas con los fantasmas de su pasado o volver la vista hacia un futuro que se presenta caótico, terrorífico y desconocido. Una distopía deslumbrante, con iguales dosis de ficción especulativa e historia reciente.
Habitamos un tiempo crepuscular: crisis económicas, guerras, pandemias, malestar cultural... Asistimos al auge de discursos políticos asentados sobre la melancolía y la nostalgia de un pasado que fue mejor, incapaces de efectuar una interpretación con sentido del propio presente. Un futuro cancelado y un pasado que echamos de menos. En todos ellos se observa un repliegue de impotencia reaccionaria, agravio y resentimiento. Y, por encima de todo, una necesidad punzante: volver a casa.
Hoy, se da una respuesta melancólica a ese malestar que recorre la derecha y la izquierda. En El tiempo perdido, con la ayuda de Proust y algunos filósofos y filósofas, Clara Ramas nos propone una salida diferente. El melancólico se aferra al objeto amado y quiere volver a una Edad Dorada ―la patria, el orden, los roles de género y de clase, la vida mejor de nuestros padres, la Transición, la Tradición―. Pero el retorno es imposible para nosotros, seres finitos, hablantes y modernos. Estamos siempre de camino, pero nunca del todo en casa. Pese a todo, quizás existe una milagrosa posibilidad de «recobrar el tiempo», pero ciertamente no será la que prometen los nuevos melancólicos y las fuerzas reaccionarias.
Después de la caída del Muro y la disolución de la República Democrática Alemana, Erich Honecker encuentra refugio en Santiago de Chile, donde regatea con la muerte y el juicio de la historia. Patricio Dupré, chileno y ex refugiado en Alemania Oriental, se ve envuelto en una trama estremecedora al conseguir un trabajo como traductor del líder del régimen que socavó sus sueños juveniles cuando estudiaba Filosofía en la Karl-Marx-Universität de Leipzig. En eso está cuando se reencuentra con Valentina Bode, su antiguo amor de juventud, joven de la cual fue separado por el Muro. Han pasado los años, ella no es ya la misma y esconde oscuros secretos vinculados al Partido Socialista Unificado germano, los cuales motivan su viaje al fin del mundo.
Roberto Ampuero narra a tres voces: la de Honecker, Dupré y Bode. Contrapone sus visiones y desentraña la madeja de un amor víctima de las intrigas internacionales. Nunca volveré a Berlín se revela como una novela de espías y de un amor imposible y, sobre todo, como testimonio profundamente humano sobre una época que sigue generando debate. La Guerra Fría ha terminado y el autor nos adentra en los últimos meses de vida del secretario general del PSUA en su aislado refugio chileno, donde convergen sueños, frustraciones y secretos.