Con treinta años Laura deja a su pareja y abandona Ibiza para mudarse a Nueva York. Su juventud ha estado marcada por la relación con su padre, un hombre intolerante; su madre, que desapareció para regresar cinco años después; y Pablo, su hermano, que encuentra en la pintura la manera de luchar contra la enfermedad mental que padece.
En Nueva York, Laura empieza a trabajar en una editorial y a asistir a las clases que Gael, un misterioso conocido de su madre, imparte en la Universidad de Columbia.
¿Quién es Gael? ¿Qué sabe él de todo lo que ha ocurrido en su familia?
La realidad debe ser otra cosa, a lo mejor otra cosa peor, más mala, algo atroz, en fin, como la respiración un poco agónica del hombre invisible que también soy yo».
Un alto ejecutivo se queda en paro y decide rehacer su vida al margen de todo lo que le rodea, contando con su imaginación como única aliada. A partir de ahí, y desde el mayor de los sarcasmos, vivirá como una aventura fantástica cualquier hecho cotidiano. El protagonistacrea un mundo propio, unas veces siendo él mismo, otras haciéndose pasar por otro. Otro que actúa con la insolencia y el respaldo de la locura más cuerda.
Un apasionante juego de encuentros y desencuentros con el amor, la soledad, el sexo, la amistad..., con la vida y la muerte, en definitiva. Mucho más que una novela, Tonto, muerto, bastardo e invisible es también una crítica a nuestra sociedad, hilvanada con un lenguaje lúcido y brillante.
En la cárcel de Santiago de Compostela, en el verano de 1936, un pintor dibuja el Pórtico de la Gloria con un lápiz de carpintero. Los rostros de los profetas y de los ancianos de la Orquesta del Apocalipsis son los de sus compañeros republicanos de presidio. Un guardián, su futuro asesino, lo observa fascinado... La historia de ese lápiz, conductor de memorias, portador de almas, continuará hasta nuestros días.
Después de La lengua de las mariposas, Manuel Rivas retoma el hilo de la tragedia española, la guerra que estremeció al mundo y marcó la historia del siglo XX. Pero El lápiz del carpintero no es una historia más sobre la guerra. Trata de la vida de los hombres y las mujeres en el lado más salvaje de la historia. Trata de la fuerza del amor ocupando el hueco abismal de la desesperanza.
Con el lápiz del carpintero, con las manos de las lavanderas, con el dolor fantasma de los amputados, con la belleza tísica de los enfermos... va tejiéndose la red de la realidad inteligente. Aquí el lenguaje se confunde con el aliento de la vida, con el código morse de las vísceras. Una novela escrita desde hoy y para siempre.
Sobre un fondo de boleros, el protagonista de esta novela atraviesa la adolescencia con la frente cuajada de acné. Cada uno de aquellos granos era un pecado mortal, según le decía el confesor. El sentido de la culpa no podía desligarlo del pacer y éste era la hierba quemada del verano, el sonido de la resaca en la playa bajo el cañizo ofuscado por la luz del arenal.
Sobre un fondo de crímenes famosos en aquella Valencia todavía huérfana de los años cincuenta se desarrolla la conciencia del protagonista. El crimen de la envenenadora, el garrote vil a aquel esquizofrénico que asesinó y cubrió de flores a la niña antes de depositarla en una acequia, la aparición de las piernas depiladas de un hombre con las uñas pintadas dentro de un saco: a través de esta geografía de la memoria un tranvía con jardinera cruzaba la ciudad y se dirigía a la playa de la Malvarrosa. En ese espacio olvidó el protagonista la neurosis del padre, la tortura de una educación religiosa, la sordidez de aquel tiempo. Desde el fondo de la adolescencia llegó a Valencia un día en que todos los escaparates de las pastelerías exhibían la imagen del general Franco confeccionada a base de frutas confitadas.
Bill Gray era mi mejor amigo y me enamoré de su madre. Puede que amor sea una palabra demasiado fuerte, pero no conozco ninguna más suave que pueda aplicarse.» Así comienza esta magistral novela, uno de los acontecimientos literarios del año.
Alexander Clave es un viejo actor de teatro que recuerda su fugaz e intenso primer amor. Un rodaje cinematográfico le llevará a intimar con una joven y popular actriz cuya vida se ha asomado al abismo y al inesperado hallazgo de respuestas acerca del destino final de las mujeres que marcaron a fuego su vida.
Un adolescente escapa con una chica a la que ha secuestrado tras matar con una pistola a un guardia de seguridad. Esta es la historia de una huida, una road movie en la que la maldad disimulada, la imposición de una identidad y el machismo soterrado son motivos suficientes para que el protagonista se fugue en compañía de la chica y reclame a voz en grito, en cada uno de sus actos, que lo dejen en paz.
Caídos del cielo fue adaptada al cine por el propio Ray Loriga (La pistola de mi hermano), que plasmó en imágenes ese mundo de obligaciones y retos que ponen en evidencia lo que hay detrás de él: nada.