Claudio es un profesor español residente en Pittsburgh que, por inclemencias del tiempo, ve retrasado un viaje a Buenos Aires. En el aeropuerto conoce a Marcelo, un ejecutivo de talante abierto que le cuenta su propia experiencia, años atrás, en un hotel de la capital argentina: allí conoció a Carlota, una fantástica mujer que despertó en él profundos sentimientos. Pronto Claudio se encontrará a las puertas del antiguo hotel bonaerense, escenario de las fantasías de su compañero de espera.
La Florencia del siglo XVI requiere habilidad, discreción, lealtad, sensibilidad artística y comprensión política. Europa es un polvorín. Italia es el campo de batalla donde chocan Francia y España, las dos grandes potencias. El duque de Florencia, Cosme de Médici, no solo tiene que lidiar con la reina de Francia, su prima Catalina de Médici y aliada de su viejo enemigo, el republicano Piero Strozzi, sino también con el influjo de un Papa que es un inquisidor de la peor calaña, el que instituyó la prohibición de libros y obras de arte considerados inmorales. Y para complicarlo todo, ahora el viejo pintor Pontormo acaba de ser asesinado al pie de los frescos en los que trabajaba desde hacía once años. En la escena del crimen se descubre un cuadro obsceno de María de Médici, una de las hijas del duque. El gran Vasari, secuaz del duque, pintor e historiador del arte, se tiene que encargar de la investigación. ¿Quién es el asesino y quién el caricaturista? ¿Cuál es el móvil del asesinato y del crimen de lesa majestad?
En el invierno de 1930, llegan al barrio rural de Las Casetas Joaquina y su marido, un clarinetista de la banda de Zaragoza, sastre de profesión, llamado Mariano. Ha sido contratado para hacerse cargo de la exigua banda municipal de esa localidad de gente trabajadora, mayormente agricultores sin formación. Enseguida conoce a los que han de ser los miembros de su banda: campesinos con los dedos deformes y las uñas negras sin ningún sentido musical. Pero nadie parece querer ponerselo fácil, ni siquiera funciona la pequeña sastrería que abre y es Joaquina la que debe trabajar en un horno de pan y vendiendo bocadillos en la estación para sacarlos adelante.
Sin embargo, poco a poco, Mariano conseguirá ganarse la confianza de esa gente ruda y él mismo aprenderá a confiar en ellos. Firme creyente en las ideas progresistas de modernizar el país a través de la educación y la cultura, realmente conseguirá, a través de su pasión por la música, mejorar las vida de estas personas. Frente a sus logros, emerge sin embargo una curandera a la que llaman "la bruja", empeñada en expulsar a Mariano y su esposa de la comunidad. Y entre ambos se establecerá un pulso entre razón y magia, rechazo y deseo, mientras la amenaza de la guerra avanza inexorablemente.
Música en la oscuridad nos trae de vuelta al mejor Antonio Iturbe, a un excepcional contador de historias que, como ya demostró en La bibliotecaria de Auschwitz, tiene un don especial para rescatar del olvido un episodio real poco conocido de nuestro pasado reciente y escribir una novela conmovedora de superación en tiempos de guerra.
Una inquietante novela que funciona como una caja mágica y contiene tanto una historia de amor como una irónica y moderna historia de fantasmas. Su protagonista, Finn, es un profesor de mediana edad en un descanso forzoso del trabajo que termina por asumir: al fin y al cabo puede que resulte demasiado emocional impartir clases de historia precisamente ahora, cuando la nación se precipita hacia la histeria.
No ayuda que durante esa pausa reciba una llamada que le alerta de que su expareja, Lily -a quien su trabajo como payaso no le ha ayudado a mitigar sin embargo sus tendencias suicidas- está en serios problemas. Ambos comenzarán un extraño viaje juntos que abrirá una trampilla en la realidad, mientras Lily se desliza de un mundo a otro y Finn se enfrenta a preguntas ineludibles sobre la vida y la muerte, el dolor y el pasado, la comedia y tragedia, y las diáfanas separaciones que existen entre todos ellos.
Y en medio de todo ello, el lector tendrá que resolver el misterio de un extraño diario del siglo XIX que contiene la historia de un asesino.
Un coche se encuentra abandonado de noche en medio de la llanura pampeana con un bidón de gasolina al lado. De repente, el vehículo estalla en llamas y vemos que, en su interior, una mujer está sentada al volante, sin inmutarse. A su lado descansa un libro en cuya portada leemos: Las cosas que perdimos en el fuego. Con esta potente sucesión de imágenes empieza la maravillosa adaptación a cargo de Lucas Nine de la célebre recopilación de cuentos homónima de Mariana Enriquez, una de las voces más rompedoras y originales del panorama actual, que encuentra en esta escena el hilo visual que conecta los cuatro relatos seleccionados: El chico sucio, Pablito clavó un clavito, El patio del vecino y Bajo el agua negra.
Una despedida.
Un encuentro.
¿Qué pasa cuando una historia de amor se enrolla en espiral como una escalera de caracol?
Para Julia todo ha terminado. Acaba de firmar los papeles del divorcio, se ha quitado la alianza y ha cogido la maleta con la idea de dejar atrás a Samuel.
Para Samuel, en cambio, todo ha comenzado. Acaba de toparse con Julia por primera vez y ha surgido la chispa.
Entre presente y pasado, Julia y Samuel nos cuentan su historia escrita desde los dos lados del corazón.