Rick Dalton, un actor de televisión en decadencia, abocado al alcohol y en busca de un papel que lo redima, y Cliff Booth, su doble de escenas de acción y heroico veterano de guerra (con alguna que otra sombra), son los antihéroes de esta sorprendente novela, que va mucho más allá del final que vimos en el cine. Los acompañan algunos secundarios de lujo, figuras históricas, como Sharon Tate o Charles Manson, pero también otras inventadas e indiscernibles de las reales. Con todas ellas el autor construye un mundo único y original, irrepetible en ningún otro lugar salvo en su imaginación.
Érase una vez en Hollywood es el insólito debut de Quentin Tarantino en la literatura, una deliciosa y brutal primera novela. Con esta nueva muesca en su trayectoria propone, cómo no, nuevas reglas para el género de la novelización, pues logra voltear la historia que nos mostró en la gran pantalla. Todos los personajes, escenas y tramas que aquí nos ofrece con diálogos y descripciones marca de la casa no solo expanden el universo fílmico de Tarantino sino que nos presentan a un narrador con un talento excepcional.
El hombre que narra esta historia perdió a su mujer y ha criado a sus dos hijos lo mejor que ha podido. Son dos chavales buenos y educados que quieren a su padre tanto como él a ellos, aunque no lo expresen a menudo. Comparten la afición por el futbol, los recuerdos sobre su madre y el orgullo humilde de clase trabajadora. Hasta que de repente el mayor habla cada vez menos, se aleja de su padre y empieza a codearse con jóvenes de extrema derecha.
Con la sensibilidad frágil y profundamente humana de quién no tiene herramientas para expresar cómo se siente, asistimos al relato de un amor imperfecto entre un hijo y un padre que no sabe cómo evitar que su chico se llene de odio. ¿Por qué alguien con la vida por estrenar puede contener tanta furia? ¿El amor de un padre puede perdonarlo todo?
Esta historia inolvidable se hace las preguntas adecuadas, las que más duelen y las que escapan a una respuesta fácil. Seleccionada como el mejor libro del año por los estudiantes franceses, resuena con fuerza en un mundo estupefacto ante el auge del odio y la incomprensión.
En Rehenes cristaliza el potente monólogo de Sylvie, de cincuenta y tres años, divorciada y con dos hijos, la empleada perfecta y mano derecha de su jefe... Hasta que le pide que clasifique a los trabajadores de la fábrica entre aquellos que deberían salvarse de un proceso de despido colectivo y aquellos que no. De repente su mundo se desmorona y acaba haciendo lo impensable: secuestrar a su jefe durante una noche.áá
áá Una novela que se lee como un manifiesto, como un grito y una llamada de atención para que nos replanteemos la sumisión a la que nos somete el sistema; que es la libertad o la obediencia; la alienación a la que nos conduce el mundo del trabajo al tiempo que pensamos que nos estamos realizando precisamente a traves de el, y la dura realidad a la que se enfrentan las mujeres, para las que a menudo la violencia que ejercen hacia ellas las empresas no tiene nada que envidiar a la de los hombres.
Una eminente ficción distópica sobre la amistad de dos mujeres que sobreviven a la extinción del planeta. Segunda parte de la llamada Trilogía de MaddAddam.
Las predicciones de Adán Uno, afable líder de los Jardineros de Dios, se han hecho realidad, y el Diluvio Seco ha asolado el planeta y parece haber acabado con toda traza de vida humana. Solo dos mujeres parecen haber sobrevivido a la gran catástrofe natural: Toby, que se ha atrincherado en un balneario de lujo, y Ren, una joven artista de trapecio encerrada en Colas y Escamas, un distinguido club donde trabajan «las chicas guarras más limpias de la ciudad». Y mientras Toby y Ren deciden cuál será su siguiente paso, en el mundo exterior campan a sus anchas los gobernantes corruptos y proliferan las nuevas especies transgénicas, que amenazan con destruirlo todo. El año del Diluvio, que es tierna y sombría a partes iguales, nos descubre a la Margaret Atwood más brillante e imaginativa.
En 1960 Shentalinski fue enviado como operario de una emisora de radio a la isla de Wrangel, más allá del Círculo Polar, donde permaneció durante tres años. La isla representó para él una verdadera escuela y la experiencia más importante de su vida, hasta el punto de que le gustaba regresar, siempre que fuera posible. Uno de esos viajes tuvo lugar en 1972, en el marco de una expedición científica para estudiar los osos polares. La expedición se limitaba a dos personas: Shentalinski y Stanislav Biélikov, a día de hoy uno de los mayores expertos en el estudio del oso polar. Y de las dificultades de la expedición da fe el diálogo mantenido en el Departamento de Transportes cuando los dos expedicionarios solicitaron una motonieve. Al dar las dimensiones del vehículo, doscientos por sesenta por cuarenta, el funcionario respondió: 'Las dimensiones justas de un ataúd.' Mi amor, la osa blanca es el diario que Shentalinski escribió durante esos días completado con más de veinte fotografías.
Un romance maravilloso en el que el amor verdadero y saludable prevalece sobre las relaciones tóxicas y los tabúes sociales. Abril vive una vida de ensueño, o eso piensa ella. Ha adquirido el pack completo: marido, hijo y deudas en el banco. Cuenta con veinte años de feliz matrimonio junto a su media naranja, Pedro, y con las dos mejores y alocadas amigas que se podría desear: Maura, azafata de vuelos transoceánicos y experta en cruzar meridianos y Susana, abogada de familia con muchas dudas existenciales. De repente, su vida da un vuelco cuando Pedro le anuncia que ha aceptado un puesto de trabajo en Miami. donde ha conocido una nueva ilusión con nombre de mujer. Justo en ese momento comienza el desarrollo personal de la protagonista que, con la ayuda de sus dos fieles amigas, tendrá que encontrar la manera de ser fuerte y seguir adelante. En medio de este caos, Abril conoce a Óscar, un atractivo y maravilloso preparador físico doce años menor que ella. A pesar de su juventud, será el guía que le muestre el camino para vivir desde la gratitud, volviendo a abrir su corazón y despertando de nuevo su apetito sexual. Pero, ¿qué ocurre cuando Pedro se da cuenta de que ha cometido un error y quiere volver a su hogar, dulce hogar?