En el centenario del nacimiento de Flannery O'Connor, reunimos este conjunto de relatos de la gran autora del sur norteamericano. La maestría de O'Connor para retratar la condición humana es excepcional; sus personajes buscan desesperadamente un sentido para sus vidas; sus desventuras desembocan en un encuentro con lo divino; están al límite de la locura o al final de la cordura, y en esa cuerda floja, la posibilidad de la redención emerge en un mundo que quizá haya olvidado su propósito. No hay un solo relato que no despierte una inquietud en el lector, que no lo haga pensar en la naturaleza del bien y del mal. Esta edición incluye un epílogo de lujo: un coloquio entre Guadalupe Arbona y José Jiménez Lozano, Premio Cervantes de 2002, que promete revelaciones que el lector solo podrá comprender plenamente después de sumergirse en el universo único de O'Connor.
La fascinante historia de dos hermanas cuyas vidas se ven transformadas por la aparición de una enigmática criatura del bosque.
Sam y Elena sueñan con una vida diferente, muy lejos de la idílica isla de San Juan en la que nacieron y en la que las dos hermanas no hacen más que trabajar para sacar adelante a su madre enferma. Sam sirve cafés en el ferry que lleva a los ricos del continente a sus casas de vacaciones mientras Elena es camarera en el club de golf local, y ni siquiera juntas ganan lo suficiente para mantener a la familia a flote. Hasta que un día se produce la más insólita aparición: un enorme oso empieza a rondar la casa familiar. Sam, asustada, está más convencida que nunca de que es hora de abandonar la isla. Pero Elena reacciona de manera muy distinta ante la imponente fiera: fascinada por su presencia, empieza a cuestionar sus antiguos sueños de huida, algo que aterra a Sam mucho más de lo que cualquier bestia fabulosa pueda hacerlo. Tras el éxito de su primera novela, La desaparición, Julia Phillips, una de las autoras jóvenes más celebradas de la literatura estadounidense en los últimos años, retorna con Oso, una fábula moderna que nos habla de fraternidad, desigualdad social y de la enigmática relación que mantenemos con la naturaleza. Una obra cautivadora e imaginativa sobre los delicados lazos que unen a las hermanas, el misterio de los afectos y las obsesiones que nos atrapan hasta dominarnos.
Un retrato feroz de la adolescencia en el Harlem de los años treinta, una honda reflexión sobre el racismo y el papel de doble filo de la religión.
Un sábado de marzo de 1935, John Grimes, hijo de un autoritario predicador pentecostal de Harlem, cumple catorce años. Esa noche, en la iglesia, entre los cantos y el fervor de los fieles, John se encuentra ante una encrucijada: anhela un destino diferente al que su familia y su comunidad le tienen reservado, el de seguir los pasos de su padre. Pero cuando uno forma parte de un grupo social discriminado, la libertad de elegir puede no estar en tus manos. O puede condenarte a una segregación aún más profunda frente a aquellos a quienes amas. Esa misma noche, John es sacudido por la epifanía que lo enfrentará a la rebeldía y la sumisión, a la lujuria y la inocencia, al odio y la compasión. Un éxtasis que acabará por revelar la ambivalencia en la que su verdadero yo habita. «Si alguna vez hubo un libro que yo tenía que escribir, fue este», dijo James Baldwin de Ve y dilo en la montaña, la novela que en 1953 reveló por primera vez al mundo el genio y la furia del autor afroamericano. Pocos años más tarde, ya era considerada un clásico de la literatura estadounidense. Con su simbolismo oscuro y profético, esta singular novela de iniciación se inspira en la adolescencia del propio autor para componer un relato febril en el que la lucha por la individualidad queda entretejida con la historia de un pueblo marcado por el racismo y el poder represivo de la religión.
Valiéndose de las características propias de la novela gótica, la crónica medieval y la novela policíaca, El nombre de la rosa narra las actividades derectivescas de Guillermo de Baskerville para esclarecer los crímenes cometidos en una abadía benedictina en el año 1327. Le ayudará en su labor el novicio Adso, un hombre joven que se enfrentara por primera vez a las realidades de la vida, más allá de las puertas del monasterio. En esta primera y brillante incursión en el mundo de la narrativa, que Umberto Eco llevó a cabo hace más de treinta años, el lector disfrutará de una trama apasionante y de una admirable reconstrucción de una época especialmente conflictiva de la historia de Occidente.
¿Por qué regresa Urania Cabral a la isla que juró no volver a pisar?¿Por qué sigue vacía y llena de miedo desde los catorce años?¿Por qué no ha tenido un solo amor? En La Fiesta del Chivo (2000) asistimos a un doble retorno. Mientras Urania visita a su padre en Santo Domingo, volvemos a 1961, cuando la capital dominicana aún se llamaba Ciudad Trujillo. Allí un hombre que no suda tiraniza a tres millones de personas sin saber que se gesta una maquiavélica transición a la democracia. Con un ritmo y una precisión difícilmente superables, este peruano universal muestra que la política puede consistir en abrirse camino entre cadáveres, y que un ser inocente puede convertirse en un regalo truculento.
Esta es la historia azarosa de un proyecto en el que Raúl Zurita ha empeñado la mitad de su vida. En 1983, tras haber cambiado para siempre la poesía chilena con Purgatorio y Anteparaíso, Zurita comenzó a escribir La Vida Nueva, libro con el que cerraría una trilogía poética de proyecciones inauditas. A pesar de trabajar en él durante más de una década, tan solo pudo ver publicada una versión reducida en 1994, tras lo cual los manuscritos se extraviaron. Cuando, por fortuna, Zurita logró recuperarlos gracias a un coleccionista, el proyecto inicial se reveló ante él en toda su magnitud.
Hoy, más de veinticinco años después, se presenta por fin la edición final de La Vida Nueva. Un libro -un universo- donde los vecinos anónimos, los ríos que hablan y padecen y aman, las fotografías de un país desolado, los detenidos desaparecidos, las ciudades, los sueños, el amor, y la «hermana luna», la «hermana noche» y la «hermana muerte» se entrelazan en un canto delirante que le devuelve a la poesía el aliento épico y la grandeza, y que confirma a Zurita como una de las más grandes voces de la poesía contemporánea.