Los Kampf, una familia de nuevos ricos instalados en un lujoso piso parisino, tienen todo lo que el dinero puede comprar, pero les falta lo que más anhelan: el reconocimiento de la alta sociedad francesa. Deseosos de ganarse su admiración, el matrimonio prepara un gran baile al que la señora Kampf prohíbe asistir a su hija, Antoniette, ante lo cual la joven adolescente decide vengarse. El baile es una obra magistral en la que Némirovsky nos hace un retrato exquisito de la difícil relación de una madre y su hija, de la ambición social, la hipocresía y del arduo camino hacia la edad adulta.
Entre 1854 y 1929, los llamados trenes de huérfanos partieron regularmente de las ciudades de la Costa Este de Estados Unidos hacia las tierras de labranza del Medio Oeste, llevando miles de niños abandonados cuyos destinos quedarían determinados por la fortuna o el azar. ¿Serían adoptados por una familia amable y afectuosa, o se enfrentarían a una adolescencia de trabajo duro y servidumbre?
En la vida de Elizabeth Egan todo tiene su sitio, desde las tazas de café hasta los materiales de trabajo. El orden y la precisión la ayudan a tener la vida bajo control y a escapar del dolor que ha sufrido en el pasado. A la par que mantiene su negocio, Elizabeth debe hacer, a regañadientes, de madre de su sobrino, por lo que tiene poco margen para equivocarse y, por su puesto, para divertirse.
Pero un día alguien entra inesperadamente en su vida. El misterioso Ivan es un ser espontáneo, despreocupado y que siempre busca la aventura, todo lo contrario que Elizabeth. Ivan encontrará al amor de su vida incluso antes de que ella lo vea, y le enseñará que la vida sólo vale la pena cuando nos dejamos cegar por su colorido y su ocasionar confusión.
«Las voces bajas es la novela de la vida. Son las voces de los niños, las mujeres que hablan solas, los emigrantes, los muertos, los animales... Las voces de los que no quieren dominar y se alimentan de palabras y cuentos.»
Desde la primera página late algo singular en Las voces bajas. Escrita al modo de una autobiografía, todo parece verdad y todo, imaginación. Es el efecto de una novela de la memoria encendida. El libro arranca en una geografía real donde la mirada de la infancia va descubriendo, con una mezcla de miedo, estupor y maravilla, lo que de extraordinario hay en la existencia de la gente corriente.
«No sabemos bien lo que la literatura es, pero sí detectamos la boca de la literatura. Tiene la forma de un rumor. De un murmullo. Puede ser escandalosa, incontinente, enigmática, malhablada, balbuciente. Yo conocí muy pronto esa boca. En aquel momento era, ni más ni menos, la boca de mi madre hablando sola.
Todo es silencio relata cómo los círculos del crimen rodean y corrompen, no siempre con éxito, el extraño duende de la condición humana.
Cuando al hablar te juegas la vida, todo es silencio.
En Noitiá, en la costa atlántica, hubo un tiempo en que las redes del contrabando, reconvertidas al narcotráfico, alcanzaron tanta influencia que estuvieron muy cerca de controlarlo todo: el poder social, las instituciones, la vida de sus gentes.
Fins, Leda y Brinco exploran la costa a la búsqueda de lo que el mar arroja tras algún naufragio, el mar es para ellos un espacio de continuo descubrimiento. El destino de estos jóvenes estará marcado por la sombra odiosa y fascinante a un tiempo del omnipresente Mariscal, dueño de casi todo en Noitiá.
Manuel Rivas, con una prosa incisiva que tan pronto es mar en calma como embravecido, da forma a un universo fronterizo en el que los silencios van moldeando a cada uno de los protagonistas.
Las hermanas McAllen 1. Elle salvó la vida a Grayson cuando eran jóvenes. Lo que no sospechaba es que este era un marqués que tenía sus propios planes: se casaría con ella, pero no estarían juntos hasta la edad de veinticinco años para poder tener antes un heredero que no fuese de ella.
Diez años después, Elle tiene dos cosas muy claras: que el secreto que su marido esconde de aquella noche es más grande de lo que imaginaba y que lo odia con todo su ser por no haber querido saber nada de ella durante todo este tiempo.
Para Grayson, su esposa era una mujer sosa, sin gracia y a la que nunca desearía? hasta que sus miradas se entrelazan y ante él descubre a una mujer fiera y guerrera. Al final parece ser que estar casados no es tan tedioso como el marqués esperaba, sobre todo después de que Elle lo reciba con una daga en el cuello? No, definitivamente no se va a aburrir con su adorable mujer.