Se conoce por «juego de guerra» aquel que recrea y simula un enfrentamiento armado a cualquier nivel, sujetándose a reglas para el desarrollo del mismo. El alemán Udo Berger es campeón de esta disciplina en su país. Los juegos de guerra son al tiempo su profesión y su obsesión; ocupan su vida e invaden su pensamiento a todas horas. Incluso durante el viaje que realiza con su novia Ingeborg a la Costa Brava, donde él había veraneado en su infancia, se hace instalar una gran mesa en la habitación del hotel para pensar en las estrategias de su nuevo juego, El Tercer Reich.Una noche, sin embargo, Udo e Ingeborg conocen a otra pareja de alemanes, Charly y Hanna, que les introducirán a un mundo oculto tras las playas y el sol. Un mundo poblado por personajes de dudosa reputación, pasados oscuros y futuros aún más enigmáticos.
Todos los días libramos una guerra interior. Son batallas contra las inquietudes, las contradicciones, las dudas y las pérdidas. Pero en cada uno de nosostros vive un guerrero de la luz. Un guerrero de la luz conserva el brillo en los ojos. No siempre es valiente y en ocaciones sufre por cosas inútiles y duda de sí mismo. Sin embargo, por eso precisamente es un guerrero de la luz. Porque se equivoca. Porque aceptas las derrotas. Porque se cuestiona a sí mismo. Porque alimenta la esperanza en medio del cansancio y el desaliento. Porque busca una razón y no se detiene hasta encontrarla.
El punto final a la saga protagonizada por Valeria y sus amigas. Valeria está con Bruno, pero ¿por qué no deja de pensar en Víctor? Valeria ha elegido no sufrir y Víctor ser sincero, ¿podrán ser amigos? Valeria titubea, calla, respira, siente... Valeria no sabe que su vida dará un giro en su próximo cumpleaños... Y desconoce que Lola, Nerea y Carmen... ... buscan su propio final de cuento, ¿o no?
Nocturno de Chile relata una noche de agonía en la vida de Sebastián Urrutia, excusa para recorrer la historia de un país infernal «que no sabe muy bien si es un país o un paisaje».
Sacerdote derechista, reconocido crítico literario, ignorado poeta, Sebastián Urrutia Lacroix se encuentra tendido en la cama una noche que parece ser su última en este mundo. El sudor, el delirio, la certeza de un final y su dolencia lo aquejan cruelmente. Pero más febril que su enfermedad es el alud de recuerdos, la avalancha incontenible de un pasado fantasmal de halcones adiestrados para cazar palomas, de lecciones de marxismo a un dictador en ciernes, de un artista abandonado a sí mismo en la inanición, de tertulias iluminadoras en una casa sumida en la herrumbre de la tortura.
Interrumpido solamente por el «joven envejecido» de su consciencia, el monólogo de Urrutia se alza por encima de los muros de una ciudad hundida en el toque de queda.
Escrita desde una celda con papel higiénico como único soporte, El diablo en la cruz se concibe como una declaración de intenciones en defensa de la lengua y la literatura africana, al mismo tiempo que se manifiesta como una feroz crítica a una sociedad víctima del neocolonialismo donde la explotación, el acoso sexual y la hipocresía están a la orden del día. El resultado es un retrato irónico y desnudo del sufrimiento de un pueblo que nunca ha renunciado a soñar con la libertad y que se atrevió a convertir este libro en un símbolo de esperanza.
Descrita por el propio autor como «una obra policíaca, aunque no lo parezca», Amberes fue redactada veintidós años antes de su primera publicación en 2002, y descubre al Roberto Bolaño más experimental y complejo.A caballo entre la narrativa y la prosa poética, Amberes se compone de 56 fragmentos, 56 balas perdidas cuyo objetivo permanece oculto al lector. Como pequeños fogonazos sin orden ni concierto que solamente insinúan la existencia de una luz más cegadora, los recuerdos y divagaciones que, en voz de distintos personajes -vivos y muertos-, llenan estas páginas, nos hablan de jorobados, drogas, prostitutas, películas, escritores sin palabras, asesinatos, asesinos y asesinados.Bamboleándose entre ficción y realidad, entre cordura y locura, el lector se enfrenta a un caso en un tablero con todas las piezas, pero sin ninguna garantía de que tenga solución.