En la Barcelona de 1984, el capitán Blay, con su cabeza vendada y sus suspicacias sobre los escapes de gas que están a punto de hacer volar toda la ciudad, se pasea por el barrio sacudido aún por los estertores de la guerra perdida y acompañado por los espectros gimientes de sus hijos muertos. El pequeño Daniel le escolta a través de aquellas calles póstumas, en las que conocerá a los hermanos Chacón, quienes custodian la verja de entrada de la casa en la que convalece Susana, una niña enferma de los pulmones, hija de la señora Anita, bella y ajada taquillera de cine, y de Kim, un revolucionario, huido del país y nimbado por el fulgor mítico de los furtivos.
Pronto llegará a la casa un amigo y compañero de viaje de Kim, Forcat, que narrará a los niños la arriesgada aventura que el padre de la niña emprendió en Shanghai, enfrentado a nazis sanguinarios, pistoleros sin piedad y mujeres fatales que le salen al paso en los más sórdidos cabarets de la ciudad prohibida.
Dueño más que nunca de una extraordinaria fuerza evocadora y de un estilo deslumbrante, Juan Marsé construye aquí lo que es sin duda una de las obras maestras de las narrativas europeas de finales del siglo XX.
EnLa Caída de Gondolin chocan dos de los principales poderes. Morgoth, el mal más absoluto, controla un enorme poder militar. En su profunda oposición está Ulmo, Señor de las Aguas, quien trabaja para apoyar a los Noldor, el grupo de elfos entre los que se contaban Húrin y Túrin Turambar.
En el centro de este conflicto se encuentra la ciudad de Gondolin, bella pero oculta. Fue construida por elfos Noldor que se rebelaron contra el poder divino y huyeron a la Tierra Media. Turgon, el rey de Gondolin, es el principal objeto tanto del odio como del miedo de Morgoth, quien trata de descubrir la ciudad escondida.
En este mundo entra Tuor, el primo de Túrin, como instrumento para hacer cumplir los planes de Ulmo. Guiado por el dios emprende un viaje en busca de Gondolin. En esta ciudad Tuor madura; se casa con Idril, hija de Turgon, y tienen a su hijo Eärendel.
Debido a un acto de traición, Morgoth localiza la ciudad y lanza un ataque devastador. Tras el relato de la caída de Gondolin, Tuor y su familia huyen y contemplan las ruinas de su ciudad en llamas. Viajan hacia otra historia, el Cuento de Eärendel. Tolkien nunca llegó a escribirla, pero en el presente libro se incluye un esbozo de ésta.
¿Existen las segundas oportunidades? Una boda frustrada. Un cálido reencuentro. Esta es la historia de Alex y Emma.
Junto a sus dos mejores amigas, Emma deja atrás la ciudad de Nueva York y viaja a California con el firme propósito de pasar las vacaciones con un cóctel en la mano, bajo el sol, en las cálidas playas de la costa. Un plan perfecto. O al menos lo fue hasta que se encontró con Alex, el chico que no solo le rompió el corazón sino que, además, la dejó plantada una semana antes de subir al altar para darse el «sí, quiero».
Por desgracia, Alex sigue siendo irresistible. Y, aunque Emma siente debilidad por su mirada azul y su sonrisa canalla, no está dispuesta a volver a caer en sus redes. Todo quedó atrás. Él quedó atrás. Así es como deben ser las cosas. El problema es que «querer» no siempre es suficiente y a veces hay recuerdos que pesan demasiado.
«¿Existen las segundas oportunidades? Si eres de las que piensan que el amor no siempre es dos más dos, sino algo así como sesenta y tres por cuatro, divido entre ocho y multiplicado por infinito, tienes que conocer la historia de Alex y Emma».
Tras un desengaño amoroso, Elisa está decidida a retomar las riendas de su vida e ir tachando propósitos de su lista de objetivos: seguir siendo la mejor en su empleo, casarse, formar una familia, mudarse a una bonita casa a las afueras… ¿El problema? Todavía no ha conocido al futuro padre de sus hijos. Pero ella no es de las que se rinden tras un fracaso y tiene muy claro qué tipo de hombre desea a su lado. Para empezar, uno que no se parezca en nada al abogado con el que debe competir en su trabajo, ese que está poniendo a prueba toda su paciencia.
Jack Helker es tan atractivo como borde. A pesar de su sonrisa insolente y de que es el típico hombre que debería venir con un cartel en la frente en el que pusiese «no tocar», Elisa es incapaz de ignorar el deseo que siente cada vez que él está cerca. Y, entre rocambolescas citas, Froot Loops y noches imprevistas, empezará a reconsiderar que a veces «perder el control» también tiene sus ventajas.
«Quizá la princesa no encuentre a un caballero a lomos de un corcel cuando se asome a la ventana de la torre, pero tal vez sí tropiece con un seductor chico de ojos grises el día que se atreva a dejar atrás los seguros muros del castillo».
ANA BLANDIANA (Timi?oara, Rumanía, 1942), a la que muchos llaman la Juana de Arco de las letras rumanas, se revela en estos dos libros de juventud como poeta de lo íntimo a la vez que de la polis. Primera persona del plural (1964) es un volumen premonitorio de su ulterior trayectoria en el papel de poeta que asume la poesía como destino. El título expresa simbólicamente el deseo de definir su personalidad en conjunción con el mundo. Los poemas de su segundo volumen, El talón vulnerable (1966), hacen un llamamiento a la regeneración moral. Con un lenguaje puro y vibrante, de una claridad ética inconfundible, Blandiana reflexiona sobre la fragilidad del ser y el asombro ante la vida, describe el frenesí de vivir en un universo fecundo y armonioso en consonancia con los ritmos de la naturaleza y anula con su idealismo las numerosas máscaras de la decrepitud. Estos libros tempranos anuncian las constantes temáticas de su poesía: el deseo de pureza y la inevitable degradación, la firmeza ética, la palabra poética, el silencio cómplice, la nostalgia de un universo primordial y la revelación de la muerte.
Cuando la inexperta estudiante Anastasia Steele conoció al joven, seductor y exitoso empresario Christian Grey, nació entre ellos una sensual relación que cambió sus vidas para siempre. Sin embargo, desconcertada y llevada al límite por las peculiares prácticas eróticas de Christian, Ana lucha por conseguir un mayor compromiso por parte de él. Y Christian accede con tal de no perderla.
Ahora, Ana y Christian lo tienen todo: amor, pasión y un mundo de infinitas posibilidades por delante. Pero Ana sabe que amar a su Cincuenta Sombras, como ella le llama, no es tarea fácil, y que estar juntos plantea un desafío que ninguno de los dos podía prever. Ana debe aprender a compartir el opulento estilo de vida de Grey sin sacrificar su propia identidad. Y Christian tiene que sobreponerse a su obsesión compulsiva por el control mientras lucha contra los demonios de su atormentado pasado.
Pero cuando parece que la fuerza de su relación puede superar cualquier obstáculo, la fatalidad, el rencor y el destino se conjuran para hacer realidad los peores temores de Ana.