Frida Liu es una madre soltera de 39 años propensa a la ansiedad. En Filadelfia, donde vive, la denuncian por dejar a su hija sola durante un breve período de tiempo. Los Servicios de Protección Infantil del Estado, cada vez más empoderados, se llevan a su hija Harriet y ponen en vigilancia la casa de Frida. Despues de una serie de visitas supervisadas, un juez considera que Frida no es apta como madre, temporalmente.
Su única esperanza es seguir compartiendo la custodia de Harriet con su ex (y la cariñosa novia de el) y aprobar los exámenes impuestos por el nuevo y preciado programa gubernamental. Se trata de un programa interno de doce meses, una escuela situada en un campus universitario abandonado, que ha de ayudar a Frida (ya otras malas madres de todo el país) a convertirse de nuevo en madres aptas.
Inés sale en libertad, después de quince años presa por haber asesinado a Charo, la amante de su exmarido. Su vida ha cambiado, igual que lo ha hecho la sociedad: el avance del feminismo, las leyes del matrimonio igualitario y del aborto, el lenguaje inclusivo. Inés, una ama de casa tradicional y a quien la maternidad no le resultó algo feliz, entiende que debe ser práctica y adaptarse. Aunque le cueste.
Se asocia con la única amiga que hizo dentro de la cárcel, la Manca, y ponen una empresa doble: ella se ocupa de hacer fumigaciones y su socia, de investigar como detective privada. Como unas Thelma y Louise del conurbano de Buenos Aires, Inés y la Manca enfrentan situaciones complejas de su nueva realidad, con el deseo de reinventarse.
Hasta que una de las clientas de Inés, la señora Bonar, le propone un intercambio muy inquietante; como salida de las tinieblas del pasado, la propuesta puede inclinar la balanza peligrosamente hacia el lado desfavorable. Pero también puede cambiarles la vida.
El tiempo de las moscas es la nueva y esperada novela de Claudia Piñeiro, que retoma la historia de Inés, la recordada protagonista de Tuya, en un relato de coraje y amistad que nos retrata cabalmente como sociedad.
Hace treinta y cinco años, Mary Gaitskill debutaba como escritora en la escena literaria con un libro de relatos punzante y divertido, cargado de erotismo, que cosechó rápidamente las alabanzas de la crítica. El libro en cuestión era Mal comportamiento, la opera prima que catapultó a la autora como una de las voces más prometedoras del momento por su asombrosa capacidad de retratar la perversión sexual entre los seres humanos.
En esta colección de nueve relatos, hallamos las vidas de hombres y mujeres que se entrecruzan en la crueldad y la intimidad más profundas para hablarnos de la adicción a las drogas, del trabajo sexual, de la curiosidad y de la desesperación.
Al joven agente Jack Laidlaw no le gusta trabajar en equipo, pero tiene un sexto sentido para lo que ocurre en las calles. Su jefe atribuye la violencia a las rivalidades de siempre, pero ¿es así de sencillo? Cuando se inicia la guerra entre dos bandas de Glasgow, Laidlaw necesita averiguar quién eliminó al abogado Bobby Carter antes de que toda la ciudad estalle.
Para la inspectora Indira Ramos ha sido un año repleto de sucesos: cazó a un monstruo al que todo el mundo daba por muerto, perdió a uno de sus mejores agentes en un desgraciado accidente y tuvo que elegir entre los dos hombres de su vida. Pero, cuando todo parecía haber vuelto a la normalidad y se presentaba ante ella una etapa tranquila, la vida se empeña en ponerle las cosas más difíciles que nunca y tendrá que enfrentarse, junto al inspector Iván Moreno, a un caso que les unirá o les separará para siempre.
Su equipo -ahora compuesto por la subinspectora María Ortega, por una agente Lucía Navarro más taciturna de lo habitual tras su rehabilitación y por Jotadé, un oficial de origen gitano de métodos poco ortodoxos pero efectivos que pondrá patas arriba la vida de sus compañeros- tiene que investigar el hallazgo de varios cadáveres en un solar en construcción. Nada parece unir a las víctimas y solo investigando su pasado podrán entender por qué les han ido matando uno a uno.
Ramón Martínez es un abogado de éxito, un ateo convencido y un padre de familia como otro cualquiera. Pero todo cambia el día que Ramón tiene que ser operado y pierde la lengua ―y con ella la capacidad de hablar― y comienza para él una silenciosa tragicomedia. Carmela, la mujer de Ramón, comenzará a tener discusiones diarias con un marido que no puede contestarle; Paulina y Mateo, sus hijos adolescentes, tendrán que afrontar la nueva situación mientras lidian con sus propias obsesiones (la obesidad y el onanismo). Elodia, la asistenta supersticiosa, busca una cura milagrosa para su jefe, que acude a terapia con Teresa, una psicoanalista, que cultiva marihuana en su ático. En medio de todo este barullo, Benito es el nuevo miembro de la familia: un loro de una especie en peligro de extinción con el que, paradójicamente, Ramón se comunica mejor que con sus seres queridos y que es capaz de blasfemar y gritar todo lo que Ramón no puede.