Para ser una esclava en el Saint-Domingue de finales del siglo XVIII, Zarité había tenido buena estrella: a los nueve años fue vendida a Toulouse Valmorain, un rico terrateniente, pero no conoció ni el agotamiento de las plantaciones de caña ni la asfixia y el sufrimiento de los trapiches, porque siempre fue una esclava doméstica. Su bondad natural, fortaleza de espíritu y honradez le permitieron compartir los secretos y la espiritualidad que ayudaban a sobrevivir a los suyos, los esclavos, y conocer las miserias de los amos, los blancos.
Zarité se convirtió en el centro de un microcosmos que era un reflejo del mundo de la colonia: el amo Valmorain, su frágil esposa española y su sensible hijo Maurice, el sabio Parmentier, el militar Relais y la cortesana mulata Violette, Tante Rose, la curandera, Gambo, el apuesto esclavo rebelde... y otros personajes de una cruel conflagración que acabaría arrasando su tierra y lanzándolos lejos de ella.
En el año 53 a.C. el cónsul Craso cruzó el Éufrates para conquistar Oriente, pero su ejército fue destrozado en Carrhae. Una legión entera cayó prisionera de los partos. Nadie sabe a ciencia cierta qué pasó con aquella legión perdida. Ciento cincuenta años después, Trajano está a punto de volver a cruzar el Éufrates. Los partos esperan al otro lado. Las tropas del César dudan. Temen terminar como la legión perdida. Pero Trajano no tiene miedo y emprende la mayor campaña militar de Roma, hacia la victoria o hacia el desastre. Intrigas, batallas, dos mujeres adolescentes, idiomas extraños, Roma, Partia, India, China, dos Césares y una emperatriz se entrecruzan en el mayor relato épico del mundo antiguo, La legión perdida, la novela con la que Santiago Posteguillo cierra su aclamada trilogía sobre Trajano.
A veces, quien más te quiere es quién más daño te hace.
Lily no siempre lo ha tenido fácil. Por eso, su idílica relación con un magnífico neurocirujano llamado Ryle Kincaid, parece demasiado buena para ser verdad. Cuando Atlas, su primer amor, reaparece repentinamente y Ryle comienza a mostrar su verdadera cara, todo lo que Lily ha construido con él se ve amenazado.
Alix Summer, presentadora de un popular pódcast, celebra su cuadragésimo quinto cumpleaños en un pub. Allí conoce a Josie Fair, quien también está celebrando su cumpleaños, y descubren que nacieron el mismo día en el mismo hospital.
Unos días más tarde vuelven a coincidir, esta vez fuera del instituto de los hijos de Alix. Josie ha estado escuchando todos sus programas y cree que su vida podría ser un tema interesante para su programa.
Lo que de entrada parece una buena idea, poco a poco se va convirtiendo en algo inquietante y extraño. Josie consigue meterse en la vida de Alix… y en su hogar, convirtiéndose Alix en la protagonista de su propio pódcast.
¿Quién es realmente Josie Fair? ¿Y qué oculta?
Fern Brookbanks ha malgastado demasiados años pensando en Will Baxter. Pasó solo veinticuatro horas con el artista en un día fortuito de aventuras por Toronto. Se confiaron sus sueños y secretos y prometieron reencontrarse un año después. Fern acudió a la cita. Will, no. Ahora, ella vive en la casa de su niñez, regenta el resort de su madre en Muskoka, que está hecho un desastre, y necesita un salvavidas. Para su eterna sorpresa, su deseo se cumple cuando Will aparece, nueve años tarde, con una maleta y una oferta para ayudarla. Pero ¿cómo va a fiarse ella de ese hombre trajeado que se parece tan poco al que conoció? Will oculta algo, y Fern no está segura de querer saber qué. Sin embargo, hace años él la rescató. Y puede que haya llegado la hora de que ella le devuelva el favor.
Elena es una chica responsable, nada alocada e incapaz de sacrificar su futuro profesional por una relación. Tiene un archienemigo desde el colegio al que llama «el Indeseable»…, y acaba de despertar junto a él en su cama después de la boda de su mejor amiga.
Marcos lleva toda la vida sacando de quicio a Elena con sus comentarios de sobrado y sus ojos azules como el mar. Quiere olvidar los malos rollos y dejarse llevar durante el verano por una atracción irresistible antes de volver a Londres. Y aunque Elena intenta ignorarle, Marcos es tan obstinado como sexy y la química entre ellos resulta inevitable.