La realidad debe ser otra cosa, a lo mejor otra cosa peor, más mala, algo atroz, en fin, como la respiración un poco agónica del hombre invisible que también soy yo».
Un alto ejecutivo se queda en paro y decide rehacer su vida al margen de todo lo que le rodea, contando con su imaginación como única aliada. A partir de ahí, y desde el mayor de los sarcasmos, vivirá como una aventura fantástica cualquier hecho cotidiano. El protagonistacrea un mundo propio, unas veces siendo él mismo, otras haciéndose pasar por otro. Otro que actúa con la insolencia y el respaldo de la locura más cuerda.
Un apasionante juego de encuentros y desencuentros con el amor, la soledad, el sexo, la amistad..., con la vida y la muerte, en definitiva. Mucho más que una novela, Tonto, muerto, bastardo e invisible es también una crítica a nuestra sociedad, hilvanada con un lenguaje lúcido y brillante.
Bill Gray era mi mejor amigo y me enamoré de su madre. Puede que amor sea una palabra demasiado fuerte, pero no conozco ninguna más suave que pueda aplicarse.» Así comienza esta magistral novela, uno de los acontecimientos literarios del año.
Alexander Clave es un viejo actor de teatro que recuerda su fugaz e intenso primer amor. Un rodaje cinematográfico le llevará a intimar con una joven y popular actriz cuya vida se ha asomado al abismo y al inesperado hallazgo de respuestas acerca del destino final de las mujeres que marcaron a fuego su vida.
La Habana, 1950. Como hija primogénita de una de las familias más poderosas de Cuba y considerada una de las jóvenes más hermosas de la isla, Esmeralda, que ama a su familia por encima de todo, sabe lo importante que es casarse con la persona adecuada para continuar con el legado Díaz. Pero todo cambia para ella cuando acompaña a su padre en un viaje de negocios a Londres y conoce a Christopher, un joven empresario por el que deberá tomar una decisión desgarradora: mantenerse leal a la familia o seguir lo que le dicta el corazón.
Londres, en la actualidad. Cuando Claudia descubre que su abuela nació en Hope’s House, un hogar para madres solteras, comienza a cuestionar lo que sabe sobre sus orígenes. El despacho de abogados que le ha dado la reveladora noticia le ha proporcionado una cajita con dos pistas: un escudo de armas y una vieja tarjeta de visita. El escudo de armas pertenece a los Díaz, una importante familia cubana, y Claudia, decidida a averiguar más sobre el pasado familiar, viaja a La Habana. Allí conoce a Mateo, un joven chef que la ayuda en su misión, y a medida que se enamora de Cuba y de Mateo, Claudia se ve obligada a elegir entre seguir lo que le dicta el corazón o abandonar al hombre que ama.
Una novela arrolladora sobre secretos familiares, el poder del pasado y la fuerza del destino.
Argel, 1956. Fernand Iveton, un joven obrero comunista de treinta años, decide mostrar su apoyo a la causa independentista del FLN contra Francia colocando una bomba. La peculiaridad de Iveton es que es un pied noir, es decir, un francés blanco nacido en Argelia, y ese colectivo estaba entonces masivamente al lado del gobierno colonial.
La bomba, estratégicamente dispuesta en un lugar donde no pueda provocar heridos ni víctimas, es desactivada antes de que estalle, y el activista acaba detenido. Es interrogado, torturado y condenado a muerte. Sus abogados piden clemencia a las más altas instancias, entre otros al ministro de Justicia de entonces, que es el futuro presidente François Mitterrand. Pero el perdón no llega, e Iveton se convertirá en el único pied noir ejecutado por el gobierno francés durante la larga guerra de Argelia.
En su momento, el caso sacudió a la opinión pública: ¿era Iveton un héroe o un terrorista? ¿Un idealista o un criminal? ¿Un adalid de la libertad frente al colonialismo o un traidor a su país? El libro reconstruye con los instrumentos de la narración novelística la historia real del protagonista: el atentado fallido, la detención, el proceso, pero también la infancia de Iveton, la relación con su amada Hélène, sus ideales de justicia social… La literatura repara una injusticia. La literatura rescata del olvido a un ser humano cuyo nombre se diluyó entre las muchas víctimas de una sangrienta guerra.
Habitamos un tiempo crepuscular: crisis económicas, guerras, pandemias, malestar cultural... Asistimos al auge de discursos políticos asentados sobre la melancolía y la nostalgia de un pasado que fue mejor, incapaces de efectuar una interpretación con sentido del propio presente. Un futuro cancelado y un pasado que echamos de menos. En todos ellos se observa un repliegue de impotencia reaccionaria, agravio y resentimiento. Y, por encima de todo, una necesidad punzante: volver a casa.
Hoy, se da una respuesta melancólica a ese malestar que recorre la derecha y la izquierda. En El tiempo perdido, con la ayuda de Proust y algunos filósofos y filósofas, Clara Ramas nos propone una salida diferente. El melancólico se aferra al objeto amado y quiere volver a una Edad Dorada ―la patria, el orden, los roles de género y de clase, la vida mejor de nuestros padres, la Transición, la Tradición―. Pero el retorno es imposible para nosotros, seres finitos, hablantes y modernos. Estamos siempre de camino, pero nunca del todo en casa. Pese a todo, quizás existe una milagrosa posibilidad de «recobrar el tiempo», pero ciertamente no será la que prometen los nuevos melancólicos y las fuerzas reaccionarias.
Daisy Patel es una ingeniera de software que entiende las listas y la lógica mejor que cualquier jefe o novio. Con toda su vida planeada y sin ningún interés en el amor, lo único que no puede ofrecerle a su familia es el matrimonio que todos esperan. Al no tener demasiadas opciones, le pide al chico del que estaba enamorada en su juventud que finja ser su prometido.
Liam Murphy es un inversor que tiene algo que demostrar. Cuando se entera de que su herencia depende de que se case, se da cuenta de que la hermana menor de su mejor amigo tiene la solución perfecta a su problema. Un matrimonio de conveniencia haría que Daisy se quitase de encima a sus parientes casamenteros y que Liam cumpliera las condiciones del testamento de su difunto abuelo. Ojalá no le hubiera roto el corazón nueve años atrás…
Pero las chispas entre Daisy y Liam saltan tras una serie de citas para legitimar su relación falsa… Y se dan cuenta demasiado tarde de que su acuerdo no es muy conveniente que digamos. Está más que claro que la historia y la química no van a seguir las reglas de este compromiso.