Tras derrotar a Rahl el Oscuro, Richard se dispone a disfrutar de la máxima recompensa a la que podría aspirar: el amor de Kahlan. Pero, inadvertidamente, el joven rasgó el velo que separa el mundo de los vivos del de los muertos y ahora debe enfrentarse al mal supremo, al temible Custodio del inframundo, que intenta escapar. Para vencerlo, Richard debe aprender a dominar sus incipientes talentos arcanos, pues de otro modo morirá. A no ser que Richard aprenda a controlar sus poderes, nadie, ni siquiera su amada Kahlan, la poderosa pero benevolente Madre Confesora, podrá salvar al mundo. El único modo de lograrlo es ponerse en manos de las misteriosas Hermanas de la Luz, que afirman ser su única esperanza.
La joven Ana de la Torre vuelve, junto con los suyos, al Madrid recién conquistado por los falangistas. Aunque su familia se siente aliviada por la victoria de las tropas franquistas, ella ve con recelo los cambios que se producen a su alrededor: hay pobreza en las calles, su hermano se ha convertido en un ferviente defensor de la dictadura y sus mejores amigos sufren las consecuencias de haber apoyado a la República.
Además, un nuevo temor la atenaza: una sombra recorre Europa poniendo en peligro a los judíos. Entre ellos está Imre, un joven húngaro con el que veraneaba y de quien está perdidamente enamorada. Atrapada entre el amor y la lealtad, Ana se esforzará por seguir su propio camino y por alcanzar una felicidad que el mundo se empeña en arrebatarle.
Este volumen reúne la obra periodística de Mariana Enriquez. Propulsada por su potente estilo, escribe sobre algunos de sus ídolos y fetiches en ámbitos como la literatura y la música, además de abordar también aspectos de su propia vida.
Encontramos en estas páginas desde una entrevista delirante con el legendario Charly García hasta un texto sobre la fijación de los viandantes bonaerenses con el escote de la autora.
Agudas piezas personales sobre sus inicios como escritora, la primera vez que la llaman «señora», la decisión de no ser madre o la fascinación por el erotismo homosexual conviven con espléndidos retratos de escritores como Bram Stoker, Mary Shelley, Lovecraft, Bradbury, Le Guin, Ballard, Richard Matheson o Neil Gaiman.
Simon Latch es un modesto abogado de Virginia que gana lo justo para pagar sus facturas mientras contempla cómo su matrimonio se desmorona poco a poco. Hasta el día en que entra en su despacho Eleanor Barnett, una anciana que necesita redactar un nuevo testamento. Según relata, su marido le dejó una pequeña fortuna de la que nadie sabe nada.
Ahora que Simon ha conseguido a la clienta más adinerada de toda su carrera, el abogado debe trabajar con discreción para mantener su riqueza oculta. Pero pronto la historia de la anciana empieza a resquebrajarse. Y cuando es hospitalizada tras un accidente de coche, Simon se da cuenta de que nada es lo que parece. No solo eso. Simon se enfrenta a un juicio por un delito que jura no haber cometido: asesinato.
Él sabe que es inocente. Pero también que las pruebas circunstanciales están en su contra y que podría pasar el resto de su vida entre rejas. Para salvarse, debe encontrar al verdadero asesino...
Para la teniente Rachel James, los sentimientos hacia el coronel Christopher Morgan son cada vez más difíciles de controlar.
Las elecciones para el cargo de ministro se aproximan y ninguno de los dos puede permitirse errores ni distracciones. Sin embargo, la tarea se complica, ya que los celos, las traiciones, los errores y las conspiraciones desatarán el caos que arrasará con más de uno.
El comando de la FEMF se ha convertido en un nido de alimañas que no quiere caer, y la mafi a le suma peso al juego con acontecimientos que marcarán un antes y un después en la vida de todos.
Los primeros cimientos de la gran batalla nacen en esta nueva entrega, donde algunos se cansan de fingir y les empieza a estorbar el disfraz. Pecados Placenteros continúa con la cuarta parte de una novela cargada de pasión, intriga y acción.
Segundo volumen de las andanzas del autoestopista galáctico, con las dos novelas que cierran esta maravillosa "trilogía en cinco partes." A lo largo de la historia ha habido grandes sagas galácticas: Fundación, de Asimov, Dune, de Herbert, Odisea espacial, de Clarke, Star Trek, de Roddenberry o La guerra de las galaxias, de Lucas Pero solo una de ellas, la saga de la Guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams, aporta algo único a la literatura interestelar: el humor. Tras la aparición en esta colección de Los autoestopistas galácticos, que reunía la trilogía inicial, este volumen aporta de propina las otras dos novelas Hasta luego, y gracias por el pescado e Informe sobre la Tierra: fundamentalmente inofensiva que expanden el asunto hasta nada menos que una "trilogía en cinco partes."