Tusquets Editores culmina con este tercer volumen la publicación de Archipiélago Gulag, la monumental obra que Alexandr Solzhenitsyn redactó, en la más absoluta clandestinidad y en circunstancias miserables, entre 1958 y 1967, a partir de sus propias vivencias y de los testimonios de sus compañeros de prisión. Su valiente y estremecedora descripción de lo que constituye el sistema penitenciario soviético y del terror ejercido contra millones de seres humanos ha convertido Archipiélago Gulag en una de las obras imprescindibles del siglo xx. Presentamos ahora la traducción completa de la edición rusa, revisada y aumentada, que, en 1980, Solzhenitsyn fijó como definitiva. En las tres partes que componen este volumen («El presidio», «El confinamiento» y «Stalin ya no está»), el autor aborda los últimos años de la dictadura de Stalin y de sus sucesores, y explica cómo ?un cuarto de siglo después de que la Revolución lo aboliera? se restableció el presidio ruso, y con él los Campos Especiales reservados para los presos políticos. Solzhenitsyn describe las evasiones, las huelgas, las revueltas heroicas que tuvieron lugar en campos soviéticos de la posguerra; el confinamiento en ellos, la otra forma de exilio, fue el método empleado por el régimen para deshacerse de los indeseables. «Los dirigentes pasan», decían, «el Archipiélago perdura.»
¿Y si tuvieras la oportunidad de cambiar lo que ya has vivido? Elísabet Benavent, la autora de Un cuento perfecto y de la «Saga Valeria», regresa con su novela más diferente y original: un romance fragmentado con el tiempo como aliado y el amor como hoja de ruta.
Miranda trabaja como subdirectora en una revista de moda.
Miranda es feliz junto a Tristán. Por eso no entiende que la esté dejando.
Ojalá pudiera dar marcha atrás y volver al momento en que se conocieron...
Pero ¿y si realmente tuviera la oportunidad de cambiar su historia?
«¿Quién eres?»
Un día, Sofía recibe una carta en la que viene escrita esta intrigante pregunta. Después le llega una segunda: «¿De dónde viene el mundo?». De pregunta en pregunta y de sorpresa en sorpresa, la joven será impulsada a una aventura en la que descubrirá a los principales protagonistas de la filosofía occidental, y, sobre todo, ¡a ella misma!
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.»
Con esta cita comienza una de las novelas más importantes del siglo XX y una de las aventuras literarias más fascinantes de todos los tiempos. Millones de ejemplares de Cien años de soledad leídos en todas las lenguas y el premio Nobel de Literatura coronando una obra que se había abierto paso «boca a boca» -como gustaba decir el escritor- son la más palpable demostración de que la aventura fabulosa de la familia Buendía-Iguarán, con sus milagros, fantasías, obsesiones, tragedias, incestos, adulterios, rebeldías, descubrimientos y condenas, representaba al mismo tiempo el mito y la historia, la tragedia y el amor del mundo entero.
Jacob Frank, el protagonista de esta novela, parece por sus peripecias un personaje ficticio que solo la mente de una novelista podría concebir. Sin embargo, resulta que existió, y su vida está históricamente documentada. La Premio Nobel Olga Tokarczuk parte de las andanzas de este personaje real para construir una novela impetuosa, deslumbrante.
En la segunda mitad del siglo XVIII, el joven judío Jacob Frank se reinventó una y otra vez; recorrió dos imperios, el de los Habsburgo y el Otomano; profesó tres religiones; se autoproclamó Mesías; soliviantó a las autoridades; reunió discípulos y creó una secta que abogaba por romper tabúes y practicaba, según algunos rumores, ritos orgiásticos y bacanales; buscó la trascendencia espiritual en pleno Siglo de las Luces; cuestionó el orden establecido y fue perseguido y acusado de hereje...
En pleno siglo XXI, la poesía rusa sigue siendo una gran desconocida entre el público
hispanohablante, por lo que se hace necesario dar a conocer, al menos, una parte esencial
de la misma. Las traducciones existentes son escasas y, si bien algunas reflejan los originales
rusos con un rigor y una estética más que aceptables, existen otras cuya calidad no siempre
se ajusta al nivel artístico del poeta traducido. En este caso, la selección de poetas y poemas
obedece, en primer lugar, a su relevancia en la historia literaria rusa; en segundo lugar, al
criterio de legibilidad e inteligibilidad; en tercer lugar, se han escogido preferentemente
poetas que hasta el momento presente no han sido traducidos a la lengua española y, en el
caso de los autores seleccionados ya traducidos, se han incluido traducciones de los mismos
en su mayoría inéditas.