1943. En los momentos más oscuros, un apasionado romance nace entre dos jóvenes.
No fue hasta setenta años más tarde cuando sus caminos volvieron a cruzarse.
Una impactante historia real sobre el amor, la esperanza y la resiliencia.
Todo comenzó cuando las miradas de Zippi Spitzer y David Wisnia se cruzaron. En ese instante, nació una historia de amor que podría haberse dado en cualquier sitio, pero tuvo que enfrentarse al peor: Zippi y David eran prisioneros del campo de exterminio más infame de la historia y si su romance era descubierto, sería el fin para ambos.
Contra todo pronóstico, David y Zippi sobrevivieron durante años bajo el cielo cubierto de cenizas de Auschwitz. Con el tiempo, su amor creció y se fortaleció gracias a la protección de los compañeros del campo, su propia ingenuidad y giros del destino. Su aventura les permitió recordar que la vida anterior al Holocausto aún existía, una vida de posibilidades, de libertad y de anhelo. A medida que la guerra llegaba a su fin, los jóvenes comenzaron a planear su reencuentro, pero jamás se habrían imaginado cuán distintos serían los caminos de cada uno ni cuántos años transcurrirían hasta que volvieran a encontrarse.
Cuando se piensa en Najwan Darwish es natural que venga a la mente el poeta palestino de quien ya esta misma casa publicara Exhausto en la cruz, con prólogo de Raúl Zurita. Pero lo que llama la atención de este poemario es la altura de Darwish, su empatía, su dolor puesto en su pueblo, su gente y, ante todo, su capacidad de situarse en el lugar de los habitantes de países enfrentados a una guerra milenaria para la cual no encuentra más solución que hablar desde sí mismo como árabe, armenio, latinoamericano, kurdo, arameo... Su humanismo es universal y habla por todos. Bajo esta mirada, Najwan atraviesa la línea de guerra, duerme en Gaza, mira la sangre, el dolor, la mentira, la injusticia y eleva cada uno de estos elementos que sirven de excusa al mundo para mostrar que la poesía está muy por encima de guerras, territorios, exilios, destierros y silencios obligados.
Cuando llega la noche aparecen la tensión, el miedo y el suspense más oscuro. De eso tratan estas tres novelas cortas, reunidas por primera vez en un libro y que nos hablan de personajes al límite, enfrentados a los peligros y misterios que solo acechan si las sombras salen de sus escondites.
Historia de un crimen perfecto es la confesión en primera persona del asesino Eric Rot. A través de cien páginas redondas —en las que se adivinan ecos de Hitchcock y Poe—, este relato nos habla sobre el peso insoportable de algunos secretos.
En Noche de almas, el lector acompaña a una pareja de mochileros que han medido mal sus fuerzas en una travesía por el desierto. Cuando, al borde de la extenuación, al fin llegan a una antigua casa colonial rodeada por un extraño círculo de piedras, piensan que están a salvo. Sin embargo, será entonces cuando empiece la verdadera pesadilla.
Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?
Tú no la conoces. Ella a ti, sí.
Lou, Reid, Coco y Ansel huyen no solo del aquelarre, sino también del reino y de la Iglesia. Son fugitivos y no tienen donde ocultarse.
Para sobrevivir, necesitan aliados. Y unos muy poderosos. Pero mientras Lou se preocupa cada vez más por salvar a sus seres queridos, se adentra en el lado oscuro de la magia. Y el precio a pagar podría ser la persona a la que más teme perder: Reid.
Ellos están unidos por un juramento y solo existe una cosa que puede separarlos: la muerte.
Dos villanos, una chica y una batalla mortal para conseguir un final feliz.
Evangeline Fox viajó al Glorioso Norte buscando su «felices para siempre» y parece que lo ha conseguido: está casada con un atractivo príncipe y vive en un castillo legendario. Pero no tiene ni idea del devastador precio que ha pagado por ese cuento de hadas. Desconoce lo que ha perdido y su marido va a asegurarse de que no lo descubra nunca. pero antes debe matar a Jacks, el Príncipe de Corazones.
En esta obra, la cautivadora y esperada conclusión de la trilogía Érase una vez un corazón roto, se derramará sangre, se robarán algunos corazones y el amor verdadero será puesto a prueba.