Mientras su avión aterriza en un aeropuerto, Toru Watanabe, de treinta y siete años, escucha casualmente una canción de los Beatles: de pronto, la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Recuerda entonces, con melancolía y desasosiego, a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor -y único - amigo de la adolescencia, Kizuki, y cómo el suicidio de éste les distanció durante un año, hasta que se reencontraron en la universidad....
Este es probablemente el libro más famoso de Stefan Zweig. En él lleva a su cima el arte de la miniatura histórica y literaria. Muy variados son los acontecimientos que reúne bajo el título de Momentos estelares: el ocaso del imperio de Oriente y la caída de Constantinopla a manos de los turcos en 1453; el nacimiento de El Mesías de Hán-del en 17 41; la derrota de Napoleón en 1815; el indulto de Dostoievski, momentos antes de su ejecución, en 1849; el viaje de Lenin hacia Rusia en 1917... «Cada uno de estos momentos estelares—escribe Zweig—marca un rumbo durante décadas y siglos». Como lectores descubrimos, de este modo, mínimos, inesperados puntos de inflexión de la historia, a los que asistimos con la fascinación que la escritura de Stefan Zweig siempre nos produce.
"Las dos partes de la novela, cuya acción se desarrolla en el año 1926, guardan una estracha relación, pero están claramente separadas en cuanto a los hechos y al ambiente.
La historia de amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza, en el escenario de un pueblecito portuario del Caribe y a lo largo de más de sesenta años, podría parecer un melodrama de amantes contrariados que al final vencen por la gracia del tiempo y la fuerza de sus propios sentimientos, ya que García Márquez se complace en utilizar los más clásicos recursos de los folletines tradiciones. Pero este tiempo -por una vez sucesivo, y no circular-, este escenario y estos personajes son como una mezcla tropical de plantas y arcilla que la mano del maestro moldea y con las que fantasea a su placer, para al final ir a desembocar en los territorios del mito y la leyenda. Los jugos, olores y sabores del trópico alimentan una prosa alucinatoria que en esta ocasión llega al puerto oscilante del final feliz.
«Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados. El doctor Juvenal Urbino lo percibió desde que entró en la casa todavía en penumbras, adonde había acudido de urgencia a ocuparse de un caso que para él había dejado de ser urgente desde hacía muchos años. El refugiado antillano Jeremiah de Saint-Amour, inválido de guerra, fotógrafo de niños y su adversario de ajedrez más compasivo, se había puesto a salvo de los tormentos de la memoria con un sahumerio de cianuro de oro.
Encontró el cadáver cubierto con una manta en el catre de campaña donde había dormido siempre, cerca de un taburete con la cubeta que había servido para vaporizar el veneno.»
Mejor hoy que mañana narra el devenir de una familia mixta de un barrio de Johannesburgo desde los años noventa hasta finales del 2009. Terminado el apartheid, la mayoría de ciudadanos no han visto cumplidas sus esperanzas de un mundo mejor: la democracia y la abolición de la segregación racial no han hecho brotar lo mejor de cada persona, sino que, por el contrario, la corrupción y las desigualdades sociales se han convertido en el nuevo caballo de batalla del país. Sin embargo, la esperanza y la seguridad de que puede construirse un mundo mejor se abren siempre paso entre las líneas de esta novela, la más reciente de una escritora excepcional.
Que la vida es un constante alejarse y regresar a aquellos años tempranos en los que la conciencia es incapaz de abarcar toda la complejidad del mundo lo corrobora la rica trayectoria literaria del escritor alemán de origen sirio Rafik Schami. Nacido en Damasco y exiliado desde hace más de cuarenta años en Alemania, donde se ha granjeado una enorme legión de fieles lectores, Schami ha sabido utilizar como pocos la fuerza evocadora de los recuerdos para plasmar con maestría los ásperos contornos del presente. Como ya hizo en El lado oscuro del amor y El secreto del calígrafo, Schami dibuja un colorido retrato de la convivencia de judíos, cristianos y musulmanes por las calles del Damasco de su juventud, recreando escenas, olores y sabores de una ciudad viva y radiante, en la que la legendaria hospitalidad del pueblo sirio contrastaba con la ciega brutalidad del sistema, que ya exhibía sus mortíferas garras. Instalado en Roma, casado con una farmacóloga italiana y padre de un niño, Salman, álter ego de Schami, regresa a su país empujado por la añoranza. Pero el emocionante reencuentro con la familia y los amigos, y los paseos por los barrios de su infancia, por los zocos y los cafés de su juventud, enmascaran una realidad amenazante. Los acontecimientos se precipitarán y el azaroso encuentro de Salman con el septuagenario Karim, antiguo gran amor de Sofía, su madre, le dejará una lección inolvidable para el resto de sus días. Singular mezcla de la vivacidad de los cuentos orientales con el rigor formal de la prosa europea, el estilo de Rafik Schami nos ofrece una singular perspectiva de una sociedad tan lejana y próxima a la vez. Basculando entre la bondad y la maldad, el amor y el odio, la lealtad y la traición, esta novela es un oportuno recordatorio de que el entendimiento y la reconciliación entre todos los seres humanos es un sueño realizable.