Cuando Ignacio despierta en mitad de la noche y descubre que alguien ha secuestrado a su bebé, todo cuanto ama se derrumba.
La inspectora Bru, víctima de un brutal asalto en el pasado, y el teniente Israel, que convive con un grave problema familiar, deberán sobreponerse a sí mismos y cooperar entre ellos para encontrar al niño antes de que sea demasiado tarde. Los primeros pasos de la investigación y una oscura leyenda les harán pensar que este secuestro no es como otros. Detrás se esconde algo terrible y doloroso, una verdad difícil de asimilar.
Este frenético thriller reflexiona sobre la infancia y el origen de la personalidad mientras policías y criminales recorren los lugares más sombríos de Valencia, la ciudad donde nunca se pone el sol. Olvida lo que sea que hayas leído hasta ahora y contén la respiración: en breve comenzarás a gritar.
Después de un largo día Carolina le da las buenas noches a su compañero, Aksel. Las cosas están siendo algo difíciles para los dos, especialmente con un bebé de ocho meses. A lo largo de esa noche Aksen muere inesperadamente y el mundo de Carolina da un vuelco.
Quizás para imponer algo de orden en el caos, Carolina narra detalladamente los meses posteriores al fallecimiento de Aksel como si fuera un cuaderno de bitácora. Descompone con rigor forense los pequeños detalles de la vida antes de la tragedia, ansiosa por encontrar alguna explicación. Pero cuando en su vida surge de nuevo la posibilidad del amor, sorprendentemente Carolina se encuentra asumiendo el papel reticente que alguna vez desempeñó Aksel, cuando ella lo presionaba de manera imperiosa para que se comprometieran más, se mudaran juntos y finalmente tuvieran un hijo.
Una historia maravillosa sobre cómo superar el dolor y las lecciones que extraemos de él y, a la vez, una bella historia de amor de nuestro tiempo para entender los diferentes roles que adoptamos en cada una de nuestras relaciones y cómo las situaciones paradójicas a las que a veces nos enfrenta la vida se convierten en una oportunidad para conocer y ponerte en el lugar del otro.
Sos escritora. Contale al jurado un cuento entretenido con un principio y un final, con lenguaje claro, que se entienda, para que ellos no se aburran.
Después de un año sin noticias, una llamada de la Fiscalía anuncia a la narradora que, finalmente, su denuncia por abuso sexual ha sido elevada a juicio. Esa mañana invernal comienza para ella otro duro proceso: encontrar representación legal, entender las
lógicas burocráticas de la justicia, tejer redes de apoyo para afrontar la causa contra su tío, un comisario poderoso, y reunir coraje para reabrir un expediente que conduce al pasado familiar.
Belén López Peiró revisa los recuerdos, ensaya respuestas al agobio de audiencias humillantes e indaga en los laberintos judiciales. Tras el impacto de Por qué volvías cada verano, fenómeno literario que traspasó las fronteras argentinas y fue un antecedente clave para miles de denuncias anónimas y otras de enorme repercusión mediática, esta nueva novela-crónica confirma el talento de una autora que deslumbró a la crítica y a escritoras como Brigitte Vasallo, Nuria Labari o Gabriela Wiener.
Tikú, el hijo del caporal de la plantación cafetera La Portuguesa, siente desde niño en su interior una fuerza desconocida y brutal que marca toda su vida. Es la voz de adentro, que a ratos asume como propia y cuyos mandatos de muerte y destrucción resultan imposibles de ignorar.
La selva, que parece querer engullir todo lo que la rodea, marca un destino descivilizador para Tikú: tras abandonar primero La Portuguesa y luego su trabajo como maestro, lejos de los suyos y solo acompañado por un coyote y por los santos que protegen los cuatro rumbos de la montaña, se acerca cada vez más a la tribu ancestral y misteriosa que puebla las zonas más secretas de ese territorio agreste y hostil: los hijos del volcán.
Con una prosa precisa, deslumbrante y sensorial, Jordi Soler vuelve en esta novela a ese espacio tan personal de la selva veracruzana, y relata un mundo de aliento mítico, violento y lleno de supersticiones en el que no parecen regir otras normas que las que impone la naturaleza.
En el año 1964 un Tercer Reich victorioso se dispone a celebrar el 75 aniversario de Adolf Hitler. En ese momento, aparece flotando en un lago de Berlín el cadáver de un anciano desnudo. Se trata de un alto cargo del partido, el siguiente de una lista secreta que condena a muerte a todos los que figuran en ella. Y han ido cayendo uno tras otro, en una conspiración que no ha hecho más que comenzar...
"Todas las ciudades tienen un olor bastante definido, pero el de Bangkok está cubierto por una densa capa de smog que lo oculta y lo hace imperceptible la mayor parte del día. Cuando al fin aparece, ya bien entrada la noche -cuando la ciudad está sosegada, cuando algo en ella se calma-, es una sustancia palpable que flota en el aire, corre por las calles sinuosas y se interna en sus más recónditos pasajes.Tal vez proviene de los canales de agua estancada, donde es común ver gente cocinando o lavando ropa; de los puestos de pescado seco del China Town, de los sartenes con sateh y frituras hirvientes de Pat-pong y Silom Street, o incluso de los animales vivos que esperan en jaulas de mimbre en Chatuchak, el gran mercado; aunque puede provenir, simplemente, de los vahos del Chao Praya, ese brazo de agua marrón que atraviesa la ciudad y la invade como una lenta enfermedad. Hoy llueve a cántaros. Las aguas del río se mecen con fuerza, a punto de tragarse los sampanes y canoas que se atreven a navegar. Es lo que veo por la ventana de mi habitación, en el piso 14 del hotel Oriental, torre Shangri La, un nombre que quiere decir «paraíso» pero que a mí me parece otra cosa: tal vez «soledad» o simplemente «estar a la espera».Ya anocheció y bebo una ginebra con la cara pegada al vidrio, viendo el paisaje deformado por el agua: el Chao Praya, las luces de Bangkok, los rascacielos azulados, los nubarrones que se iluminan con los truenos, la metrópoli brutal."