La vida de Lydia da un vuelco cuando Freddie, su alma gemela y su pareja desde hace más de diez años, muere. Lydia sabe que Freddie habría querido que siguiera adelante y viviera al máximo, así que, con la ayuda de su mejor amigo, Jonah, y su hermana, Elle, decide abrirse de nuevo al mundo (y tal vez, al amor).
Pero entonces sucede algo increíble: Lydia tiene la oportunidad de volver atrás y seguir viviendo junto a Freddie. La elección parece sencilla, pero ¿qué pasa si en su nueva vida hay alguien que también la quiere a su lado?
Lydia deberá elegir entre dos vidas, entre dos amores; entre evadirse del dolor de la pérdida o acoger las nuevas oportunidades que le brinda el destino para volver a ser feliz.
Una novela romántico-erótica ágil y atractiva sobre el primer amor y lo mucho que puede llegar a marcarnos.
Lara se cree feliz con Javier, su jefe, cuando en realidad solo está manteniendo una relación tóxica en la que ella se ha convertido en la otra.
Afortunadamente, el destino le depara un plan muy especial con la persona más inesperada.
Lucas es un biólogo marino que ha sufrido mucho por amor. Aun así es leal, divertido y sexy.
Lara y Lucas se conocen desde niños. Ya de adolescentes, entre travesuras, risas llenas de ingenuidad, mariposas en el estómago y noches con estrellas que contar, fraguaron su amistad en un pequeño pueblo. Y Lara se enamoró secretamente de él.
Cuando quince años después se reencuentren de manera casual en la isla de Mallorca, los cimientos de la existencia de Lara se tambalearán hasta el punto de replantearse la vida gris que lleva en Madrid y los sueños que nunca se ha atrevido a tener.
Lucas la impulsará a salir de su zona de confort y la lanzará de lleno a la aventura de vivir, con lo bueno y lo malo que tienen la vida y el amor.
Una historia que habla del primer amor, de la necesidad de no conformarse y de cómo la fuerza de la costumbre se confunde fácilmente con la felicidad, hasta el punto de anclarnos en una vida que no es la nuestra.
«Cualquiera cuya mente es lo bastante orgullosa como para no formarse en la disciplina lleva oculta, secreta, una bomba en el fondo del cerebro», reveló alguna vez Vladimir Nabokov ante sus alumnos; «yo sugiero, aunque solo sea por diversión, que coja esa bomba particular y la deje caer con cautela sobre la ciudad moderna del sentido común». Esta ética literaria, que atraviesa toda la obra del autor de Pálido fuego, aparece en Una belleza rusa para convertirlo en una de las bombas más refinadas y encantadoras de Nabokov.
Escrito entre 1924 y 1940, mientras huía de Rusia y vagaba por una Europa ya bajo la sombra de la barbarie nazi, este volumen de cuentos muestra la serena e inspirada madurez narrativa de un escritor brillante, capaz de deslumbrar por igual en sus percepciones, en un final impredecible o en inolvidables miniaturas. Aquí, en un mágico desfile que se pasea por el confundido universo de los exiliados rusos, vemos a la melancólica Olga, bonita y aburrida gracias al cósmico aburrimiento de sus pretendientes; al manojo de nervios llamado Romantovski, quien no es culpable de nada pero invita al castigo; al pésimo escritor Ilyá Borísovich Tal, cuya pasión literaria lo hace víctima de la ingenuidad; al súbito duelista Antón Petróvich, cautivo de su honor y también de la deriva... Personajes fascinantes propios de una mirada que combina piedad con osadía, y que hacen de Una belleza rusa un texto insoslayable de Nabokov, siempre fiel a una altísima elegancia poética solo presente en ciertas bombas o, como se sugiere en estas páginas, en el vuelo de la única e imposible flecha que no deja nunca de volar.
Mientras Hari Seldon trabaja para perfeccionar su revolucionaria teoría de la psicohistoria y asegurar un lugar para la humanidad entre las estrellas, el gran Imperio Galáctico se encuentra al borde del colapso. Varios poderes pugnan por controlar a Seldon, que se ve envuelto en una red de complots políticos y debe luchar para salvar su gran obra y encontrar a sus verdaderos herederos: una búsqueda que empieza con su propia nieta y con el sueño de una nueva Fundación.
Esta nueva precuela a la trilogía de la Fundación, Premio Hugo a la mejor serie de todos los tiempos, sigue la historia de Hari Seldon en su lucha por llevar a cabo sus investigaciones y dar paso a la Fundación.
«¿Qué es lo evidente?, te preguntarás. Lo evidente es que todo forma parte de un plan maestro para que las almas se encuentren».
Así comienza el enigmático manuscrito que el hombre de las gafas redondas entrega a Ruth en el momento más desconcertante de su vida. Entre sus páginas, ella encontrará un hilo del que tirar para deshacer su madeja de disfraces y mentiras.
¿Quién es ese desconocido que aparece y se desvanece como por arte de magia en las noches más locas de Madrid? ¿Por qué se tropieza siempre con él en esas madrugadas de polvos blancos y pastillas del amor? ¿Pueden dos almas sincronizarse con un choque de pupilas?
En solo treinta segundos tu vida puede convertirse en una pesadilla
Si hay algo peor que una pesadilla es que esa pesadilla se repita. Y entre nuestros peores sueños, los de todos, pocos producen más angustia que un niño desaparezca sin dejar rastro.
Eso es precisamente lo que ocurre al principio de esta novela: en un centro comercial, en medio del bullicio de una tarde de compras, un depredador acecha, eligiendo la presa que está a punto de arrebatar. Esas pocas líneas, esos minutos de espera, serán los últimos instantes de paz para los protagonistas de una historia a la que los calificativos comunes, «trepidante», «imposible de soltar», «sorprendente», le quedan cortos, muy cortos.
Porque lo que hace Carme Chaparro en No soy un monstruo, su primera novela, es llevar al límite a sus personajes y a sus lectores. Y ni ellos ni nosotros saldremos indemnes de esta prueba. Compruébenlo.