Todos nacemos con una joya en nuestro interior. Es nuestro ser, nuestro verdadero yo, nuestra esencia, lo más preciado que tenemos. Pero a medida que vamos creciendo, el mundo nos anima a mirar hacia afuera y no hacia dentro, hacia nuestras necesidades, emociones y sentimientos... Y así es como nos vamos desconectando.
Podemos pasarnos la vida entera buscando eso que un día tuvimos y perdimos. Podemos emprender el camino de la consciencia, del crecimiento personal, donde la motivación será encontrar nuestras respuestas dentro de nosotros mismos, más que cogerlas desde afuera.
Si cuidamos y cultivamos nuestra esencia, podremos recuperar nuestro valor y autoestima perdidos y, ante los giros y los golpes que nos de la vida, ya nunca estaremos solos, porque por fin nos tendremos a nosotros mismos.
Un libro maravilloso que gustará por igual a grandes y pequeños.
Erik, Garzón, Mae y compañía siguen enamorando al público, tanto en el campo como fuera de él.
De pronto, en un frenético partido de Saiyans vs. El Barrio... ¡FLASH! Una gran pantalla aparece de la nada, se enciende y una misteriosa silueta negra se proyecta en ella.
PARECE QUE SE ACERCA EL FINAL DE LA KINGS...,¡y los únicos que pueden evitarlo son los alumnos del KLK!
Una historia para lectores valientes de cualquier edad que se atrevan a embarcarse hacia lo desconocido. Para quienes han guardado secretos y han añorado a alguien a orillas del mar. Para aquellos que han visitado el país de los sueños y han permanecido ahí incluso tras despertar. Para padres y madres que se alegran con el regreso de las aves migratorias. Para abuelas que olvidan lo que hicieron ayer, pero recuerdan los cuentos de su infancia. Para apasionados de los mitos clásicos y para amantes del arte que quieran sumergirse en las acuarelas de una ilustradora mágica. Para todos los que han visto con sus propios ojos el plumaje azul y anaranjado de un martín pescador.
Emily y su madre siempre tenían suerte, hasta que se les acabó: hace tres años que su madre murió de cáncer y nada ha ido bien desde entonces.
Todo cambia cuando Emily encuentra la lista de deseos para el verano que su madre escribió cuando tenía su edad, y emprende un viaje para marcar cada casilla y enfrentarse al miedo de perder la conexión con su madre. Pero la lista le acerca cada vez más a su nueva amiga Blake... de maneras que su madre quizá no podría entender.
Trudi ha comenzado a ir al colegio. Cada día va emocionada por ver a las otras aves, y, en especial, por escuchar lo que su profe les va a explicar, y cada día regresa a casa contenta y llena de cosas para contar. Hasta que un día, Trudi regresa totalmente alicaída y con una pregunta para sus padres: «¿Por qué no me dijisteis que los avestruces como nosotros no pueden volar?» Por supuesto, ser un ave y no poder volar parece la más terrible de las tragedias. Lo que Trudi no sabe es que su maestra, la gallina Cococorina, tampoco puede volar igual que el resto.