Narnia… donde todo puede ocurrir, y casi siempre ocurre… donde comienza la aventura.
El Viajero del Alba es el primer barco que Narnia ha visto en siglos. El rey Caspian lo ha construido para su viaje en busca de los siete lores, hombres buenos a los que su malvado tío Miraz desterró cuando usurpó el trono. El viaje lleva a Edmund, Lucy, su primo Eustace y Caspian a las islas del este, más allá del Mar de Plata, hacia el país de Aslan en el Fin del Mundo.
Narnia… donde los caballos hablan y a los ermitaños les gusta la compañía, donde los hombres malvados se convierten en burros, donde los muchachos van a la batalla… y donde comienza la aventura.
Durante la Edad de Oro de Narnia, cuando Peter es Sumo Monarca, un niño llamado Shasta descubre que no es hijo de Arsheesh, un pescador de Calormen, y decide huir lejos, hacia el norte, a Narnia. Al ser confundido con otro fugitivo, Shasta llega a descubrir quién es en realidad e incluso encuentra a su verdadero padre.
Tras aprender las letras y las sílabas, este libro es su primer pequediccionario. Trabajando la lectura de menor a mayor dificultad, se ha seleccionado también, un grupo de palabras superimportantes que debemos decir cada día, como gracias o perdón. Cada palabra escrita en mayúsculas, se acompaña de una ilustración muy tierna y de un divertido texto en verso para aprender jugando.
Saludar cuando uno llega y despedirse cuando uno se va, pedir las cosas por favor y dar las gracias, pedir perdón, cuidar la higiene, tener buenos modales en la mesa, ceder el asiento en el autobús, ser siempre cortés y puntual... La buena educación no es una misión imposible para los más pequeños y los animalitos de este libro van a demostrarlo.
Enseñar a los niños a compartir empieza por los juegos y los juguetes, la merienda, el paraguas, los lapiceros o un libro. Pero esos primeros pasos deben encaminarse a algo aún más importante para un corazón generoso: compartir todas las cosas especiales que no son materiales, como las ideas, la atención plena, el conocimiento y, sobre todo, el amor.
Los encantadores protagonistas de este libro van a enseñar a los niños a asumir responsabilidades domésticas como hacer su cama, ordenar su habitación, poner y quitar la mesa o cuidar a sus hermanos pequeños, y también a aceptar normas de seguridad como los hábitos de higiene y salud, ponerse el cinturón o cruzar con el semáforo en verde.