El manojo de poemas de esta pequeña obra cantan a la niñez y al amor filial, a la escuela, a Quisqueya la bella, a los sanos juegos de tiempo atrás, a las figuras tradicionales del mercado y del carnaval, a los dulces de la infancia, a la hermosa naturaleza de nuestro país y al espíritu generoso de la Navidad... Este libro ganó el concurso Por Nuestro País Primero, premio "Delia Quesada" de Literatura Infantil, de la Sociedad Cultural Renovación, Puerto Plata.
¿Es más importante que una niña sea bonita o inteligente?
Durante la mayor parte de sus 17 años de vida, Pamela Montes ha sido una recha. Una ávida interesada en la ciencia y la cultura, Pamela empieza a sentirse como un fantasma social, visible sólo para su pequeña familia e invisible para los demás. Cuando sus padres le anuncian que se mudarán de ciudad, ella decide que es una oportunidad ideal para hacerse una transformador extrema. Su meta es saber qué se siente se guapa, amada y "popular" en su nueva escuela.
Prietica espera con ganas la llegada de su abuela Julia. La niña vive en Copey. Sobre una mata de jagua, observa el campo a su alrededor y sueña con conocer el mar. Ese día la abuela viene con preciosos regalos: sus increíbles narraciones de leyendas tainas y, algo inesperado, una cotorra a la que nombran Fufa. Pero Prietica está triste porque sus padres se van para Nueva York y,' para apenarla más, resulta que Fufa se escapa. Quizá entre las historias del pueblo taino y sus dioses, y el viaje que emprenden la niña y su abuela a lomo del caballo Azabache, que las lleva a lugares inesperados, ella vuelva a ser feliz. Una historia sobre los lazos de familia, la apacible vida en el campo y el legado de los primeros pobladores de Quisqueya.
Cuando Jason despierta, sabe que algo va muy mal. Está en un autobús camino de un campamento para chicos problemáticos. Y le acompañan Piper -una muchacha (bastante guapa, por cierto) que dice que es su novia- y el que parece ser su mejor amigo, Leo... Pero él no recuerda nada: ni quién es ni cómo ha llegado allí. Pocas horas después, los tres descubrirán no solo que son hijos de dioses del Olimpo, sino además que su destino es cumplir una profecía de locos: liberar a Hera, diosa de la furia, de las garras de un enemigo que lleva mucho tiempo planeando su venganza...
Y, mientras, todos nos dan la espalda. Un grupo de magos rebeldes, encabezados por Sarah Jacobi, nos han acusado a Sadie y a mí de haber provocado el caos y de que Set esté en libertad. Juran que acabarán con nosotros... De los dioses, mejor ni hablar: nadie sabe dónde se han metido, y los que quedan, como Ra, el mismísimo dios del sol, solo piensan en chupetear galletas, babear y tararear cancioncillas sin sentido... Nunca hemos estado tan solos y tan desesperados; solo nos queda una última oportunidad: capturar la sombra de Apofis. Se me olvidaba que nadie hasta ahora lo ha conseguido, así que, si sale mal, no estaremos aquí para contarlo.
Yaniris es una niña que llega muy pequeña a España, junto a sus padres y hermano. La familia se apresta para ir de vacaciones a Santo Domingo, y Yaniris se pregunta qué puede llevarles a sus amiguitos de su antigua escuela en Hatillo. En lo que recuerda las flores rojas del flamboyán, los jugosos mangos y el soleado patio de recreo, de pronto le llega la imagen de la biblioteca escolar con los estantes casi vacíos. Ya tiene la solución: antes que caramelos o juguetes, el mejor regalo que puede llevar es UN LIBRO en su MALETA.