A cien kilómetros del Pazo Quiroga, frente a las costas de Cabo Lázaro, los ejércitos de España y Francia intentan acabar con el pirata conocido como Diablo, un despiadado asesino rodeado por un halo de misterio que nadie ha podido desentrañar.
Hace 66 millones de años el salvaje Uff se echó una siestecillaà y acaba de despertarse. Ahora, gracias a sus ideas descabelladas, íla vida de la familia Peppel anda patas arriba! A Uff últimamente la casa de los Peppel se le cae encima. Lio está muy ocupado con los deberes del colegio y no tiene tiempo para él. Así que la criatura prehistórica empieza a emitir mensajes en charlés con la esperanza de encontrar un nuevo amigo.
DAVID Y SU MADRE SE ESTABAN MUDANDO A LA CIUDAD. NO CONOCÍA A NADIE, EN CUANTO VIO A UNOS CHICOS JUGANDO, DAVID SE ACERCÓ A ELLOS. PERO SINTIÓ QUE TODOS LE MIRABAN COMO SI ESTUVIERAN VIENDO UN FANTASMA.
¡Por fin han llegado las vacaciones de verano! La familia Peppel se pone en camino hacia la hermosa Italia. Lo malo es que Matthias tiene que ir a paso de tortuga por la autopista para que Uff no se maree. Cuando Lio y su familia llegan por fin al hotel, tratan por todos los medios de que la criatura prehistórica permanezca oculta a los ojos de los clientes.
Mary Shelley nació en Londres en la época de la Revolución Industrial. Su madre murió cuando solo tenía once días y fue educada por su padre, el excéntrico filósofo William Godwin, que se volvió a casar unos años después. Mary creció amando los libros, en especial los escritos de su madre, la filósofa y escritora feminista Mary Wollstonecraft, que la influyeron enormemente. Conoció al poeta Percy Shelley, de quien se enamoró y con el que se fugó. Una noche de tormenta, en una reunión de amigos, lord Byron propuso que cada uno escribiera su propio relato de terror. Así nació Frankenstein, la novela de ciencia ficción más conocida de la historia.
Una herencia inesperada da a la familia de Greg Heffley la oportunidad de reformar su casa. Pero pronto averiguan que hacer obras no es tan sencillo como parecía. Una vez derribados los tabiques, surgen los problemas: maderas podridas, mohos tóxicos, bichos desagradables y algo todavía más siniestro hacen que Greg y su familia se pregunten si tanto embrollo compensa. Cuando por fin terminan las obras, ¿podrán los Heffley quedarse en la ciudad... o deberán abandonarla?