En muchas familias de hoy las mascotas se han ido constituyendo en un miembro más. Para empezar, se les pone un nombre que las distingue y refuerza su individualidad. Y, además, se les mima y trata como verdaderos acompañantes de las personas, a quienes dan y de quienes reciben cuidado y cariño. Se les compra ropa, comida y juguetes para su entretenimiento; si se enferman, las llevan de inmediato jonde el veterinario, y en ocasiones tienen el detalle de llevarlas al salón de belleza, donde se ocupan de su higiene y apariencia
Con Bienvenida, la tortuga verde, va a Nueva York Maritza Florentino acerca a los niños al mundo de hoy, a la realidad que ellos están
viviendo. Y lo hace dando vida a valores que son necesarios para la convivencia y para ser felices, sabiendo que son más las cosas que nos unen que las que nos distancian.
Bienvenida, la tortuga verde va a Nueva York, es un cuento que celebra la modernidad. Un tiempo en el que existe una mayor conciencia sobre la diversidad y una más clara visión de la forma como el ser humano se enriquece a través del contacto con otras culturas.
¿Quién no tiene un pariente en el extranjero o un motivo para viajar? ¿Cuántas personas siguen a través de los medios digitales lo que
ocurre en el exterior como si fuera en su país?
Esta realidad, que se muestra en Bienvenida, la tortuga verde, va a Nueva York, constituye un marco excelente para la promoción de
valores que favorezcan el crecimiento individual y la más efectiva
inserción en la colectividad.
Bienvenida, la tortuga verde, va a Nueva York es un canto a la amistad, un recordatorio de la importancia del cuidado de los bienes comunes como el medio ambiente, un despertar a la valoración de los logros
ajenos sin disminuir el valor de los propios y una invitación a una vida donde resplandezcan la ilusión y el entusiasmo.