Alaia es una niña curiosa e inquieta que hace un viaje mágico a través del tiempo para descubrir la época colonial de Santo Domingo. Con su fiel y sabio compañero Tito, la cotorra y el pícaro pirata Nicola, los tres amigos exploran los principales monumentos de la Ciudad Colonial en búsqueda del tesoro escondido. A través de túneles secretos y encantamientos maravillosos, descubren las leyendas y riquezas históricas de la Ciudad Colonial.
Queridas amigas: Hemos vivido una aventura tan... ¡siperratónica! Todo empezó con el diario de una intrépida exploradora y una antigua leyenda acerca de siete tesoros misteriosos. Y emprendimos un viaje alrededor del mundo en busca del primer tesoro, el mismo Jardín de Alabastro...
Dr. Seuss’s wonderfully wise Oh, the Places You’ll Go! is the perfect send-off for grads—from nursery school, high school, college, and beyond!
From soaring to high heights and seeing great sights to being left in a Lurch on a prickle-ly perch, Dr. Seuss addresses life’s ups and downs with his trademark humorous verse and illustrations, while encouraging readers to find the success that lies within. In a starred review, Booklist notes, “Seuss’s message is simple but never sappy: life may be a ‘Great Balancing Act,’ but through it all ‘There’s fun to be done.’” A perennial favorite and a perfect gift for anyone starting a new phase in their life!
El mítico Mundo de Erín está en pelígro. Para salvarlo, las chicas del Club de Tea tendrán que demostrar su valor y resolver los enígmas de las hadas. Las ayudarán gnomos, elfos y anímales mágicos, y tendrán que defenderse de molestos duendes y terríbles ogros. Una aventura ínolvidable, entre la fantasía y la realidad.
Para Enola, aparte de su hermano Sherlock, con quien discute a menudo, la señora Tupper, su casera, es lo más parecido a su familia. Pese a estar medio sorda y cocinar espantosamente, llena la ausencia de su madre desaparecida. Un día, Enola regresa a casa y descubre, horrorizada, que la han secuestrado. ¿Quien ha podido hacerlo?, ¿y por que? ¿Y que tiene que ver en todo el asunto la enfermera Florence Nightingale?
Aparta, Sherlock, ¡ha llegado Enola!