Texto señero del feminismo del siglo XX, basado en dos conferencias impartidas por Virginia Woolf en la universidad de Cambridge, Una habitación propia indaga con singular ironía y talento narrativo en los graves efectos que tuvo la discriminación sexual en la creatividad de las mujeres, al tiempo que propone un camino liberador a través de la independencia económica.
Conocido sobre todo por sus célebres Viajes de Gulliver, ya publicados en esta colección, Jonathan Swift (1667-1745) fue un satírico mordaz y un polemista incansable. Dentro de esta línea se inserta el que sin duda es su otro trabajo más popular, obra maestra del sarcasmo y el humor negro, titulado «Una humilde propuesta que tiene por objeto evitar que los hijos de los pobres sean una carga para sus padres o para el país, y hacer que redunden en beneficio de la comunidad». La sugerencia que en él se hace de la antropofagia como lenitivo del problema social es el máximo exponente de la ironía que impregna asimismo «Instrucciones a los sirvientes» o «Un proyecto serio y útil para construir un hospital de incurables». Completan el volumen otros escritos de carácter misceláneo que dan un atisbo de la personalidad e inquietudes de Swift.
Esta novela corta de la escritora inglesa Vernon Lee está entre lo mejor de sus páginas de ficción, incluidas las dedicadas a la fantasía y lo sobrenatural por las que llegó a ser una autora muy reconocida. La trama, en la que todo rezuma ese mundo estético y artístico en el que vivió la propia Lee, describe con maestría y de forma ambiental el periplo de una joven, la señorita Flodden, a ojos de un extraño personaje, un atildado especialista en cerámicas –cuya voz es muy identificable con la de la propia autora–. Este, deslumbrado por ella, la anima a llevar una vida dedicada a su pasión por lo que ama, sin ataduras ni convenciones. Desde ese planteamiento Lee escribió un pionero y soberbio relato sobre el aprendizaje, el privilegio del arte, el amor, el desclasamiento y contra la frivolidad, los corsés sociales y cualquier tipo de claudicación femenina.
Unos ojos azules se desarrolla en torno a la consideración -a menudo falsa- que los hombres tienen de las mujeres. Elfride, una bella joven de ojos azules, es la hija del rector de Endelstow, un remoto encl ave de Cornualles. Elfride pronto se verá atrapada entre dos hombres, el joven arquitecto Stephen Smith y un viejo hombre de letras, Henry Knight, que arruinarán su amistad por la chica. A lo largo de la novela surgen asuntos como las relaciones sentimentales entre clases sociales diferentes, la naturaleza del amor o la fatalidad del deseo.
Esta obra, considerada una de las más interesantes y autobiográficas del autor, ha sido vertida al castellano por la virtuosa mano de Damià Alou. Incluye, además, una introducción escrita por el propio traductor.
Acaba de aparecer, por primera vez en español, un libro, Vampiros, que recoge los mejores textos cortos sobre vampiros y recorre el camino que va de Polidori a Bram Stoker con todas las historias de vampiros que usted querría leer si no le tuviera miedo.
Esta antología la más completa y documentada que existe hasta el momento en español reúne en un solo volumen los mejores textos cortos de vampiros que se han escrito desde principios del siglo XIX hasta casi finales del siglo XX. En cualquiera de sus variantes: bien en su aspecto más primitivo, inspirado en el folclore, como el vurdalak de Alexis Tolstói o el monstruo de Quiroga; bien como noble perverso, con su irresistible magnetismo erótico para las mujeres, como reflejan los textos de Polidori, Rymer o Aickman; bien bajo la bella y cruel figura inductora de la fatalidad de los hombres, como aparece en las piezas de Gautier, Baudelaire, Le Fanu, X. L. e incluso Derleth; o bien como fatum terrorífico y trágico en los cuentos de Tieck, Poe, Hoffmann, M. R. James, Stoker, Crawford, Benson y Matheson, todas estas inolvidables muestras de la «tempestuosa belleza del terror» siguen fascinando en nuestro siglo, por su aura de sexualidad tenebrosa y el miedo profundo que inspira su aspecto maléfico en relación con la muerte.
Lo característico y representativo de Julio Verne es el suspense, la emoción, el misterio y esa sensación latente y constante de aventura en cada una de sus páginas. Y es que si por algo destaca su obra, es por esa capacidad de apoderarse del lector, de atraparlo en cada una de las páginas de la novela, de retenerlo, expectante y fascinado, en el relato y desarrollo de su trepidante historia. En esta obra “ 20.000 Leguas de viaje submarino “ sabe combinar ingeniería, ciencia y literatura en sus fascinantes y detallados relatos.