Marqués de Sade pronto cobró fama de libertino, término muy usado en esos tiempos sedientos de libertad para designar a quien hacía un mal uso de ella, esto es, a quien se entregaba a sus deseos más extravagantes y singulares principalmente en el terreno de la sensualidad y de la sexualidad. Esta edición de las Obras Maestras de Marqués de sade consta de cuatro volúmenes. Este primer volumen contiene las siguientes obras: Justine o los infortunios de la virtud y La marquesa de Gange.
Marqués de Sade pronto cobró fama de libertino, término muy usado en esos tiempos sedientos de libertad para designar a quien hacía un mal uso de ella, esto es, a quien se entregaba a sus deseos más extravagantes y singulares principalmente en el terreno de la sensualidad y de la sexualidad. Esta edición de las Obras Maestras de Marqués de sade consta de cuatro volúmenes. Este cuarto volumen contiene las siguientes obras: Los crímenes del amor y Diálogo entre un sacerdote y un moribundo.
Los mejores libros jamás escritos. «Nunca se achican los malesvan poco a poco creciendo,y ansina me vide prontoobligao a andar juyendo.» Escritos en 1872 y 1879, respectivamente, los dos volúmenes que componen el poema épico Martín Fier...
Mucho se ha escrito sobre soldados, aventureros y pícaros y sobre lo que, en sustancia, estos modos azarosos de comportamiento social significaron para las gentes de la España del siglo XVII. Fauna plural y variada en gustos, cubría toda la escala de la sociedad desde el aristócrata hasta el estudiante; se nutría de hidalgos empobrecidos; capitanes de fortuna, sirvientes y lacayos, aventureros desengañados, beatos, gente de iglesia, rufianes, ermitaños y los ciento cincuenta mil vagabundos que a fines del siglo XVI circulaban por España. Inclusive los propios escritores se dejaban, a veces, arrastrar por tan gustosas ocupaciones. Algunos de estos sujetos escribieron acerca de sí mismos mezclando la realidad con la fantasía, esta última con caracteres de retórica adjetiva cuya excrecencia percibe el lector.
Félix F. Yusúpov nació en una de las más antiguas y poderosas familias de la aristocracia rusa. La muerte de su hermano mayor Nikolái en un duelo lo convirtió en heredero de una inmensa fortuna. En estas Memorias de antes del exilio, escritas en francés y publicadas en 1952, la recreación de una vida de fastos y lujos casi increíbles se alterna con observaciones sagaces sobre la avaricia; la fe en presagios y apariciones, con el horror al falso misticismo; la complacencia en el poder, con momentos de duda y crisis. Yusúpov fue el instigador y responsable principal del asesinato de Rasputin, que para él debía abrir una nueva era de regeneración en Rusia. Lo que siguió, sin embargo, fue la Revolución soviética, que lo desposeyó de sus riquezas y lo lanzó al exilio.
En abril de 1849 Fiódor Dostoievski, con otros veintisiete jóvenes, era detenido y acusado de «crímenes contra la seguridad del Estado»; unos meses después, se le sometía a un simulacro de ejecución, y finalmente a una condena de ocho años de trabajos forzados en Siberia. En 1862 aparecería en forma de libro Memorias de la casa muerta, el recuento autobiográfico de sus experiencias en presidio, presentado, bajo una ficticia primera persona, la del «difunto» Alexánder Petróvich Goriánchikov. Este hombre, noble e instruido, que jamás ha trabajado, se encuentra de pronto privado de libertad, obligado a los esfuerzos más penosos, rapado y encadenado, en compañía de montañeses, bandoleros, asesinos, presos políticos y mendigos.