Es ésta una extraordinaria historia de amor, es decir, de celos y sexo, de traiciones y muerte, y también de las debilidades y paradojas que marcan la vida de dos parejas, la compuesta por Teresa y Tomás, y la de Franz y su amante Sabina, cuyos destinos se entrelazan irremediablemente. En esta novela ya clásica, el lector penetra en la trama de actos y pensamientos que el autor va tejiendo con diabólica sabiduría en torno a sus personajes. Y, de manera magistral, lo que parece simple anécdota -los celos de Teresa hacia Tomás, el terco amor de éste por ella pese a su irrefrenable deseo de otras mujeres, el idealismo lírico de Franz, amante de Sabina, y la necesidad de ésta, amante también de Tomás, de perseguir una libertad que tan sólo la conduce a la insoportable levedad del ser- se convierte en reflexión sobre los problemas filosóficos que nos afectan a cada uno de nosotros, todos los días.
La isla del tesoro es sinónimo de emoción y libertad. Robert Louis Stevenson apenas rebasaba la treintena cuando la publicó en 1881, y no podía imaginar que su creación se iba a convertir en un éxito que marcaría para siempre las vidas de varias generaciones de lectores, ni que Jim Hawkins y John Silver el Largo se convertirían en unos personajes tan míticos como los célebres piratas Barbanegra o William Kidd. Esta obra nos transporta a una infancia feliz y evoca todo lo que se espera de una novela de aventuras: tesoros escondidos, motines, tabernas, canciones, y olor a mar, pólvora y ron.
Ámsterdam, 1940. Hannie es una estudiante de diecinueve años y, a pesar de que vive en los Países Bajos ocupados, tiene grandes ambiciones de futuro. No obstante, no tarda en descubrir que, mientras el fascismo se extiende por su país, sus seres queridos ya no están a salvo. Movida por el amor y la indignación, se une a la Resistencia y descubre en su interior una ferocidad que la empuja a usar todas sus armas, incluida su sensualidad, para ejecutar a sus enemigos. Y aunque su humanidad se resiente, Hannie encuentra entre los rebeldes una nueva familia y un romance inesperado.
Conforme se adentra en un mundo de conspiraciones, engaños y asesinatos, los rumores corren como la pólvora entre enemigos y aliados. Todos saben de su existencia, pero desconocen su nombre: para ellos es «la joven del pelo rojo». Una rival digna ante cualquier nazi. Una auténtica amenaza. Y un objetivo a abatir.
Érase una vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia.
En el pueblo vivía una niña que quería leer, un hombre que tocaba el acordeón y un joven judío que escribía cuentos hermosos para escapar del horror de la guerra.
Al cabo de un tiempo, la niña se convirtió en una ladrona que robaba libros y regalaba palabras.
Con estas palabras se escribió una historia hermosa y cruel que ahora ya es una novela inolvidable.
Un thrillerlleno de tensión y con una premisa impactante:
¿y si un asesino en serie buscado durante más de veinte años fuera un juez en ejercicio?
Lacy Stoltz se ha encontrado en numerosas ocasiones frente a problemas de corrupción en su trabajo como investigadora de la Comisión de Conducta Judicial de Florida. Pero nada la ha preparado para el caso que una asustada pero decidida desconocida quiere poner en sus manos.
El padre de Jeri Crosby fue asesinado hace veinte años. Su muerte sigue sin resolverse pero Jeri tiene un sospechoso al que ha estado siguiendo de manera obsesiva durante dos décadas. En el camino, ha descubierto otras víctimas.
Sus sospechas son firmes pero las pruebas parecen imposibles de conseguir. El culpable es inteligente, paciente y siempre va un paso por delante de la policía. Es el más brillante de los asesinos en serie. Conoce los procedimientos, el trabajo de investigación y, sobre todo..., conoce la ley.
Se trata de un juez de Florida de la jurisdicción de Lacy.
Y tiene una lista con los nombres de todos sus objetivos, personas inocentes que han tenido la mala suerte de cruzarse en su camino y ofenderle de alguna manera. ¿Podrá detenerle Lacy sin convertirse en su próxima víctima?