Escritos entre 1873 y 1875 -en especial durante las dos estancias de Arthur Rimbaud en Londres, primero con Paul Verlaine y un año después con el joven poeta German Nouveau-, los poemas en prosa de Iluminaciones son el corolario de una obra que sigue deslumbrando e interpelando a los lectores por su onirismo, su radicalidad profética y su gusto precoz por el desmarque la ironía disolvente. Rimbaud entregó el manuscrito de estas 'illuminations' (la palabra inglesa para 'grabados coloreados') a Verlaine en febrero de 1875, durante uno de sus últimos encuentros, pero el libro no vio la luz hasta octubre de 1886 en las publicaciones de la revista La Vogue. El poeta, establecido a comienzos de esa década en Harar (Etiopía) como comerciante de café y armas de segunda mano y alejado completamente de su pasado literario por voluntad propia, no llegó a enterarse de esta publicación ni del impacto que tuvo en la poesía francesa de su tiempo.
Travis Maddox aprendió dos cosas de su madre antes de que muriera: Ama con fuerza. Lucha todavía con más fuerza. En Inevitable desastre la vida de Travis es una espiral de mujeres, apuestas y violencia. Y, justo cuando se considera invencible, Abby Abernathy consigue derrotarlo. Pero toda historia tiene dos caras. En Maravilloso desastre, Abby tenía mucho que decir. Ahora ha llegado el momento de conocer la historia a través de los ojos de Travis. Por primera vez en su vida está abrumado por una chica. Es valiente, inteligente y guapa, pero él sabe que esconde algo. Al principio lo único que quiere es llevarla a la cama pero ella le deja claro que solo va a ser su amiga. Este arreglo no funciona porque cuanto más tiempo pasan juntos más le gusta. Abby es inocente y está herido, y Travis teme enamorarse de ella porque es diferente a las demás. Así que decide luchar.
Esta obra narra la apasionada historia de amor entre Diego Pacheco ?un donjuán?, y Asís Taboada, marquesa de Andrade ?viuda, atractiva y respetable?, que se fragua durante las fiestas madrileñas de San Isidro. Al conocer a Pacheco, Asís se da cuenta de que, para poder recuperar su vida, antes debe atender a sus necesidades, huyendo del decoro y las exigencias sociales. Un canto a la sensualidad y la libertad de las mujeres, en una novela soberbia, fresca y amena, que no deja indiferente.
El 16 de julio de 1990, Liliana Rivera Garza fue víctima de feminicidio. La asesinó su pareja con 20 años. Esta es su historia, contada en voz de su hermana. Una novela que rescata memorias y busca justicia para ella y para todas.
El 16 de julio de 1990, Liliana Rivera Garza, mi hermana, fue víctima de un feminicidio. Era una muchacha de 20 años, estudiante de arquitectura. Tenía años tratando de terminar su relación con un novio de la preparatoria que insistía en no dejarla ir. Unas cuantassemanas antes de la tragedia, Liliana por fin tomó una decisión definitiva: en lo más profundo del invierno había descubierto que en ella, como bien lo había dicho Albert Camus, había un invencible verano. Lo dejaría atrás. Empezaría una nueva vida. Haría una maestría y después un doctorado; viajaría a Londres. La decisión de él fue que ella no tendría una vida sin él.
Hampshire, 1795. Jane Austen está haciendo todo lo posible por conseguir una propuesta de matrimonio de Tom Lefroy, el gran amor de su vida y quien inspiró al personaje de Mr. Darcy, cuando el cadáver de madame Renault, una sombrerera, aparece en el pequeño cuarto de la ropa blanca durante una fiesta. Cuando la policía encuentra a Georgy, hermano de Jane, con un collar perteneciente a la difunta, da el caso por cerrado, por lo que el joven podría terminar con la soga al cuello. Convencida de su inocencia y de que detrás de todo lo sucedido se esconde algo más, Jane decide investigar por su cuenta sobre la sociedad local. A medida que se vaya enfrentando al peligro, el engaño y el escándalo entre sus propios amigos y vecinos y crezca su lista de sospechosos, sus agudas dotes de observación se verán puestas a prueba. ¿Descubrirá la verdad a tiempo? ¿Conseguirá salvar a su hermano de la horca? Una cosa está clara: en Hampshire nada es lo que parece.