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SI DECIDES VOLVER

A veces la huida es la única opción posible. A veces no hay más remedio que renunciar al amor. Pero cuando no queden más lugares a los que escapar, ¿serás capaz de volver al principio? Blakely lleva tiempo sumida en una espiral de éxito, conciertos, drogas y alcohol junto con su grupo de rock indie Baby Blue Eyes. Hasta que un día comprende que todo este torbellino la está ahogando y toma la decisión de desandar el camino. De volver al punto de partida. De regresar a Green Falls. Allí la esperan su familia, la casa que un día fue su hogar y, tal vez, también Silas, a quien partió el corazón diez años atrás. El chico al que siempre quiso dedicar la canción de amor más bonita del mundo. Como una de esas baladas capaces de conmovernos hasta las lágrimas, Si decides volver es una novela sensible y emotiva, una historia de amor que ya nunca podrás olvidar.
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SEDA (COMPACTO)

Alessandro Baricco presentaba la edición italiana de Seda, que tuvo un éxito extraordinario en su país, con estas palabras: Ésta no es una no­vela. Ni siquiera es un cuento. Ésta es una historia. Empieza con un hombre que atraviesa el mundo, y acaba con un lago que permanece inmóvil, en una jornada de viento. El hombre se llama Hervé Joncour. El lago, no se sabe. Se podría decir que es una historia de amor. Pero si solamente fuera eso, no habría valido la pena contarla. En ella están entremezclados deseos, y dolores, que se sabe muy bien lo que son pero que no tienen un nombre exacto que los designe.Y, en todo caso, ese nombre no es amor. (Esto es algo muy antiguo. Cuando no se tie­ne un nombre para decir las cosas, entonces se utilizan historias. Así funciona. Desde hace siglos.) Todas las historias tienen una música propia. Ésta tiene una música blanca. Es importante decirlo porque la música blanca es una música extraña, a veces te desconcierta: se ejecuta suavemente y se baila len­tamente. Cuando la ejecutan bien es como oír el silencio y a los que la bailan estupendamente se les mira y parecen inmóviles. La música blanca es algo rematadamente dificil. No hay mucho más que añadir. Quizá lo mejor sea aclarar que se tra­ta de una historia decimonónica: lo justo para que nadie se espere aviones, lavadoras o psicoanalistas. No los hay. Quizá en otra ocasión. «Es una historia misteriosa, lacónica, perfecta» (Mario Vargas Llosa). «No paro de recomendar Seda» O, Martí Gómez, La Vanguardia). Alessandro Baricco (Turín, 1958) es autor de, además de numerosos ensayos y artículos, las novelas Tierras de cristal (Premio Selezione Campiello y Prix Mé­dicis Étranger), Océano mar (Premio Viareggio), Sedo, City, Sin sangre, Esta histo­ria y Emaús, publicadas en esta editorial, al igual que el monólogo teatral No­vecento, los ensayos de Next (Sobre fa globafización y el mundo que viene) y Los bárbaros (Ensayo sobre la mutación), y la majestuosa reescritura de Homero, Hilía­da. Dirige el taller de literatura Holden, que fundó en 1994 en Turín. Amplia­mente reconocido en el ámbito italiano e internacional, está considerado uno de los grandes escritores de su generación.
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SE MIA

Conocimos a Frank Bascombe en el ya lejano 1986 con El periodista deportivo y sus andanzas nos han ido mostrando las transformaciones de Estados Unidos en las últimas décadas. Reaparece ahora con 74 años y arranca su relato con esta frase: «Últimamente, me ha dado por pensar en la felicidad más que antes.» A continuación, hace un repaso sucinto de su vida: perdió a un hijo, a sus padres y a algún otro ser querido; ha pasado por dos divorcios; ha sobrevivido a un cáncer; recibió un disparo en el pecho y ha superado huracanes y una depresión. Ahora, al final de su vida, se ve convertido en cuidador de su hijo Paul, que padece ELA y está recibiendo tratamiento en la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota. Cuando le dan el alta, padre e hijo deciden emprender un viaje hasta el emblemático monte Rushmore, evocando otro que Frank hizo de niño, con sus progenitores. Norteamérica −con Trump en el horizonte− desfila por la ventanilla del coche y se suceden los encuentros con personajes variopintos, mientras padre e hijo aprenden a conocerse. Frank pasa revista a su vida llena de altibajos y cambios, y trata de encontrar en ella algo de sentido y esperanza, atisbos de felicidad. Richard Ford retorna −con toda probabilidad por última vez− a su personaje más emblemático para construir otra monumental «gran novela americana».
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SE LO QUE ESTAS PENSANDO (1) (BOL)

«SI alguien te pidiera que pensaras en un número, yo sé en qué número pensarías. ¿No me, crees? Piensa en cualquier número del uno al mil. Ahora verás lo bien que conozco tus secretos. Abre el sobrecito.» Un hombre recibe uná carta que lo insta a pensar en un número, cualquiera. Cuando abre el pequeño sobre que acompaña al texto, siguiendo las instruciones que figu­ran en el documento, se da cuenta de que el número allí escrito es exactamente en el que había pensado. David Gurney un policía que después de 25 años de servicio se ha retirado al norte del estado de Nueva York con su espo­sa se verá involucrado en el caso cuando un conocido, el que ha recibido la carta, le pide ayuda para encontrar con urgencia a su autor. Pero lo que en principio parecía poco más que un chantaje se ha transformado en un caso de asesinato que además guarda relación con otros sucedidos en el pasado. Gurney deberá desentrañar el misterio de cómo este criminal parece capaz de leer la mente de sus víctimas en primer lugar, para poder llegar a establecer el patrón que le permita atraparlo.
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SE BUSCA UNA MUJER (CM)

En este libro ambientado en Los Ángeles se nota la continua presencia de la gran urbe en toda la escritura de Charles Bukowski, ciudad infernal, a pesar de estar situada en medio del paraíso californiano, sueño de todo pobre ciudadano USA, con sus naranjas, su sol y su vino, vino del que Bukowski da buena cuenta toda su vida, como el whisky, como la cerveza, que habrán de ser, inevitablemente, su fuente de inspiración. Bukowski toma una actitud de ermitaño loco, de lucidez exasperada, de humorista borracho en la barra de un bar solitario. Se ríe de todo, trata de ganar algo de dinero para un trago o una puta sin trabajar mucho, frecuenta otras ratas urbanas enloquecidas, odia a la humanidad, se encierra en su habitación y se entretiene en contarnos las historias que le ocurren o se le ocurren.
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