La poeta es una joven que profundiza en su interior buscando las palabras apropiadas para definir su propio contorno. En su primer poemario, Sara Búho nos invita a realizar un viaje de autodescubrimiento lleno de serenidad y experiencias, con la valentía de enfrentarse a errores y trazar su propio itinerario hacia un extraordinario aprendizaje vital.
Con una voz sincera y una madurez inusual, la autora se cuestiona la voracidad de las pasiones y la necesidad de un sosiego imperturbable, a la vez que nos invita a controlar las emociones. Este libro es un canto a la introspección, el triunfo de la reflexión y una celebración de esa victoria personal que se encuentra en el corazón de cada persona.
Un viejo amigo de la facultad de medicina de Irvin Yalom le está pidiendo ayuda imperiosamente. En sus cincuenta años de amistad, Bob Berger nunca había compartido sus terrores nocturnos con su íntimo amigo. Sin embargo, ahora, se ve obligado a hacerlo: único superviviente de una familia húngara de origen judío, a los diecisiete años Berger logró escapar de los nazis y se exilió en Estados Unidos donde, con el tiempo, se convirtió en un cardiocirujano de prestigio. Desde entonces su vida se desarrolló en dos planos: uno diurno, como reconocido profesional y padre de familia, y otro nocturno, en el que fragmentos de aquel terrible pasado se estaban colando en sus sueños. En cinco décadas, jamás había confesado a nadie la oscuridad que lo atormentaba. Ahora, sin embargo, se ve obligado a compartir con él ese gran secreto. Tras una vida definida por la expiación y la represión, un peligroso encuentro ha desencadenado el doloroso recuerdo de aquellos años. Para sanar, Yalom y Berger deberán interpretar los fragmentos del pasado y lograr que el presente vuelva a ser una realidad.
Una joven llega a su casa y descubre que su pareja se ha ido. Decide esperarla, obedeciendo el mandato que la relación misma ha impuesto: beber mucha agua y no comer. Conforme las horas avanzan, el silencio comienza a llenarse de voces: las del mundo y las de su cabeza, voces de su madre y de su abuela, que le hablan de su infancia en un pueblo cañero a la orilla del río.
Autofagia es una novela coral que nos acerca a un mundo de ausencias, a un presente nebuloso que parece devorarse a sí mismo. Es la tercera novela de Alaíde Ventura Medina, una de las narradoras más interesantes de la lengua hispana.
Este libro nos presenta a una Elena Garro que quizá solo conocieron sus amigas más íntimas. Una Elena humana y, por lo tanto, falible y multifacética. Para trazar este magnífico retrato, Jazmina Barrera hila con rigor científico y sentido del humor una colección personal en torno a la escritora: fragmentos de sus obras, diarios, cartas y entrevistas se trenzan con citas de documentales, algunas carpetas de los Elena Garro Papers del archivo de Princeton, y hasta con sesiones de tarot, I Ching y astrología.
La reina de espadas resalta la peculiar forma de habitar el mundo de Elena Garro y su capacidad para dotarlo de nuevos sentidos a través de los temas que la obsesionaron: el tiempo, la catástrofe, los gatos, la lucha campesina, las puestas en escena y los viajes. Aquí no hay certezas ni juicios: solo el vaivén de una personalidad camaleónica en la mirada apasionada, feminista e inteligente de una investigadora que se transforma conforme avanzan sus pesquisas.
Una maestra llega a la escuelita y varias vidas cambian. La de esa decena de chicos siempre con ganas de galletitas y gaseosa, que van del garabato a la letra, de los botones de colores a las cuentas matemáticas, de los piedrazos a la poesía. La de Dylan, que un día se asoma desafiante desde el techo. Y la de ella misma, que apenas recibida ha migrado desde un pueblo del interior y completa su salario como moza. De lejos, la Ciudad parece un castillo. De cerca, es una fortaleza inexpugnable. En ese ida y vuelta, clase a clase la Seño va transformándose. Los chicos crecen, las adolescentes se convierten en madres y Dylan, que rescató a un cachorro de morir ahogado y dio de comer en el pico a un pichoncito, busca sosiego a su profundo dolor de niño que ha caído de su propio nido.
Con humor, ternura y una prosa delicadísima, Marie Gouiric nos conmueve desde la primera a la última página y hace que nos preguntemos quién aprende y quién enseña una vez que alguien se entrega de corazón a los demás.
Un día, nace un niño en una familia. Sus ojos negros bailan, perdidos en el vacío. Es un ser vulnerable que nunca aprenderá a caminar, un inadaptado que traza una línea invisible entre sus parientes y los demás.
Esta es la historia de este niño en su casa natal de las Cevenas, en medio de una naturaleza poderosa y de montañas protectoras, de los sobresaltos de la infancia y de la relación con sus hermanos. Con el mayor, que se funde con el pequeño, que se apega, se entrega a él y se pierde en él. Con la menor, en quien arraigan la aversión, la ira y el rechazo hacia un ser que absorbe la alegría de sus padres y la energía del mayor. Y con el más joven, que vive a la sombra de los fantasmas familiares llevando en sí el peso de una reconciliación más allá del pasado.
Hasta ahora, Yeonghye ha sido la esposa diligente y discreta que su marido siempre ha deseado. Sin ningún atractivo especial ni ningún defecto en particular, cumple los requisitos necesarios para que su matrimonio funcione sin sobresaltos. Todo cambia cuando unas pesadillas brutales y sanguinarias empiezan a despertarla por las noches, y siente la imperiosa necesidad de deshacerse de toda la carne del frigorífico. A partir de ese momento, Yeonghye impondrá en casa una dieta exclusivamente vegetariana que su marido aceptará entre atónito y molesto. Este será un primer acto subversivo seguido de muchos otros que la llevarán a la búsqueda de una existencia más pura y despojada, más cercana a la vida vegetal, un lugar donde el poder erótico y floral de su cuerpo romperá las estrictas costumbres de una sociedad patriarcal y ultracapitalista.
"Adam Bede" fue la más vendida y leída de las novelas de George Eliot, pseudónimo de la escritora Mary Ann Evans. Sus relatos y novelas figuran entre lo más escogido de la literatura victoriana. En esta novela, la autora quiso trasladar fielmente a sus lectores una realidad histórica que combinaba el ambiente shakesperiano de la Inglaterra rural con la épica miltoniana reavivada por la fe metodista.
Una gélida mañana de finales de diciembre, Gyeongha recibe un inesperado mensaje de su amiga Inseon: después de sufrir un accidente en su taller de carpintería en la isla de Jeju, ha sido trasladada de urgencia a un hospital de Seúl. Desde la cama, Inseon le ruega que tome el primer vuelo a la isla y se ocupe de su pequeña cotorra antes de que se le acaben el agua y la comida. Pero, desafortunadamente, cuando Gyeongha llega a Jeju se desata una terrible tormenta de nieve. ¿Llegará a tiempo para salvar al pájaro antes de que caiga la noche?, ¿sobrevivirá al viento helado que la envuelve a cada paso? Lo que ni siquiera sospecha es que algo más oscuro la espera en casa de su amiga.
Una noche oscura y lluviosa, Eilish Stack abre la puerta de su casa de Dublín y se encuentra a dos agentes de la policía secreta. Están allí para interrogar a su marido, un sindicalista que ha participado en manifestaciones recientes. La casa, la familia y el país que Eilish conocía, y en los que confiaba, están a punto de desmoronarse.
Cuando su esposo no vuelve a casa, ella intenta convencerse de que ha sido un malentendido. Pero los días pasan, las desapariciones se multiplican y los disturbios son cada vez más frecuentes. A medida que el miedo se instala entre los vecinos, Eilish tiene que decidirse entre buscar a su marido, cuidar a su padre enfermo o controlar a sus tres hijos y sus ansias de enfrentarse al nuevo orden totalitario. ¿Qué es más importante: recuperar a los que se han ido o salvar a los que aún quedan?