Seis meses antes. El mundo de esplendor en el que el marqués vivía se tambalea. Por un lado, le acecha el peligro de la ruina económica. Por otro, la relación con su esposa lleva años inmersa en una especie de guerra fría, y su primogénito se comporta como un irresponsable vástago de casa rica. El marqués solo se siente cercano a su hija Marina, una universitaria aburrida de su ambiente con ansia de explorar otros lugares, barrios y amores.
Esta curiosidad será la que llevará a la joven a iniciar una apasionada relación con Jaco, el hijo de su antigua niñera, que aspira a salir de la pobreza gracias al boxeo. Pero mientras el romance avanza a escondidas, una amenaza empieza a cernirse sobre la furtiva pareja: un oscuro plan que marcará sus destinos y los de aquellos a quienes más aman.
Bebi Fernández es el pseudónimo de una creadora con una gran popularidad cimentada en las redes sociales. Su inusual genio, su compromiso social y su mordaz discurso disparan en torno al 2014 su cuenta personal de Twitter hasta la cúspide de influencia en España, lo que posibilita la publicación de estos diarios poéticos, escritos a lo largo de su infancia y su adolescencia, que se convierten en un símbolo de rebeldía y llamamiento a la autenticidad y a la lucha de la mujer. Ya escritora de éxito, publica su implacable primera novela Memorias de una salvaje.
Bebi Fernández representa una de las voces más descarnadas, certeras e irreverentes de la literatura española. Una escritura que ya desde su infancia se advierte herida, concisa pero profunda, provocativa y brutal, como la personalidad de la artista anónima que yace detrás de sus letras y que es considerada, gracias a ellas, una heroína generacional.
Melancólico y algo fatalista, soltero y con una novia en Génova a quien ve muy de vez en cuando, y amante de la buena mesa, Salvo Montalbano es comisario de policía en Vigàta, un pequeño pueblo siciliano que, pese a no figurar en ningún mapa, encarna la esencia de la cultura mediterránea.
Los seguidores de la serie negra europea más aclamada encontrarán en esta edición tres casos en los que el entrañable comisario, sabio intérprete del arte de vivir, se supera a sí mismo y vuelve a emocionar a los lectores con su infalible perspicacia y su implacable sentido de la justicia. En La voz del violín, Montalbano no se da por vencido ni por convencido cuando muere el principal sospechoso del asesinato de una hermosa joven, esposa de un médico boloñés, cuyo cadáver aparece desnudo en el chalet de ambos.
Salvo Montalbano tiene cuarenta y cinco años, una novia en Génova y es comisario de policía de Vigàta, en Sicilia, un pequeño pueblo que, si bien no aparece en ningún mapa, es tan real como la vida misma.
Fiel amigo de sus amigos, amante de la buena mesa y sabedor de que la tierra ha girado y seguirá girando en torno al sol, Montalbano encarna la esencia de la cultura mediterránea. Su temperamento melancólico, su implacable sentido de la justicia, rayana en lo quijotesco, así como su infalible perspicacia, lo han convertido en un héroe verdaderamente popular, cuyas historias son devoradas con fruición por millones de incondicionales lectores en todo el mundo.
En 1532, Francisco Pizarro y sus hombres cruzan los Andes en busca de riquezas y de gloria. Ignoran lo que les espera, las hazañas que acometerán, pero sus actos van a provocar la caída del Imperio inca, un episodio inaugural de la conquista del mundo entero. Contar la historia es acompañar a estos mercenarios que buscaron fortuna y fama lejos de casa y se embarcaron en una aventura violenta y azarosa; pero también es escuchar el ruido que hace un mundo que se derrumba: el del Imperio inca, que contempla con asombro y terror a esos extranjeros. Con sorprendente fuerza, Éric Vuillard muestra cómo estos episodios épicos, extravagantes y brutales son el primer acto de una tragedia que es la nuestra, y en la que el oro, la religión, la cartografía y la pólvora serán los protagonistas.
Capturar a un escurridizo jefe indio, fugado a una tierra salvaje y sin ley, es casi una misión suicida que recuerda a la mítica película La venganza de Ulzana.
«Cuando comencé a escribir westerns también trabajaba como redactor publicitario, haciendo anuncios para Chevrolet. Tenía una familia que alimentar así que me levantaba a las 5 de la mañana y trabajaba dos horas antes de ir al trabajo. Hice cinco libros y treinta cuentos de esa manera.» Así refiere Elmore Leonard (1925-2013), nacido en Detroit y considerado por muchos críticos el más grande autor de novela policiaca, sus comienzos como escritor.
En la colección Frontera han aparecido hasta el momento tres volúmenes con obras de Elmore Leonard: las novelas Hombre y Que viene Valdez en uno, y los relatos western completos en otros dos, El tren de las 3:10 a Yuma y otros relatos del Oeste y Los cautivos y otros relatos del Oeste.
Los cazarrecompensas (1953), primera novela de Leonard, comienza cuando un joven e inexperto oficial de caballería, R.D. Bowers, y un explorador curtido en la contienda contra los apaches, Dave Flynn, son enviados a una misión casi suicida más allá de la frontera con México, atrapar al caudillo apache Soldado Viejo y traerlo a territorio estadounidense. Rastrear a un indio rebelde y escurridizo a través del infierno sofocante de una tierra salvaje y sin ley, guarida de apaches y cazadores de cabelleras blancos, es un reto de alto riesgo en el que un cazador puede acabar convertido en presa. Al poco de iniciada la búsqueda, los perseguidores se topan con una escena dantesca: tres carros quemados y los cadáveres de sus ocupantes con la cabellera arrancada... pero los demás rastros no apuntan al modus operandi de los indios.
Alan Le May es uno de los autores más populares de la narrativa western debido sobre todo a su novela The Searchers, una obra maestra del género, y en especial a su adaptación cinematográfica, que en España adoptó el memorable título de Centauros del desierto (Col. Frontera no 4). Pero la producción literaria de Le May es mucho más extensa y cuenta con diecisiete novelas y centenares de relatos, muchos de ellos aparecidos en la prestigiosa revista Collier’s, una de las cabeceras fundamentales en la historia de la literatura popular norteamericana.
La presente obra, Los que no perdonan, tiene en común con Centauros del desierto su retrato crudo y realista de la vida en la frontera texana hacia 1870. La novela narra las tentativas de los indios kiowas por rescatar a la joven protagonista, Rachel, de la familia de colonos con la que vive desde que la adoptaron cuando apenas era una niña, pues consideran que es una de los suyos. La primera parte describe con detalle los afanes y penalidades de los colonos para sacar adelante un rancho ganadero en la peligrosa frontera, así como lo que sentían las mujeres en aquellas tierras, su esfuerzo por mantener una vida civilizada, la rivalidad entre vecinas, los romances, y también la pasión culpable que Rachel siente por uno de sus hermanastros. El lector puede percibir el paisaje, el sonido casi permanente del viento, las grandes distancias vacías, la alegría de la llegada de la primavera, pero también el temor de los colonos ante la llegada de la «luna kiowa» que acompaña a la estación. Es entonces cuando los guerreros de las tribus cercanas salen en busca de botín, sangre y gloria.
La edición actual incluye fotografías de familiares que inspiraron los personajes de la novela, algunos de los cuales, fallecidos entretanto, recuperan su nombre real. En el epílogo («A la sombra de Clara Stauffer»), la autora explica estos y otros detalles, como la impresión que recibió una tarde de finales de marzo de 1997: «Tuve una corazonada. Levanté la vista y, tras coger aire, como un buceador que se propone llegar hasta el fondo, me lancé a recorrer aquella lista negra, sin detenerme antes a leer el artículo. Los ciento cuatro nombres anunciados aparecían por riguroso orden alfabético. No quise saltarme ni uno. Y sí. Allí, entre asesinos y torturadores, entre destacados miembros de la Gestapo y las SS, entre los responsables de uno de los períodos más siniestros en la Historia europea, estaba ella. La única mujer de toda la lista. Clara Stauffer Loewe, la hermana de mi abuela materna. Tuve que leer varias veces la descripción».
Nacido en 1799, Cashel Greville Ross tiene la oportunidad de vivir muchas vidas. Son años alegres, pero devastadores, años de suerte y también de pérdidas inesperadas. Trasladándose del condado de Cork a Londres y de Waterloo a Zanzíbar, Cashel desafía el destino en todos los continentes, vivirá extravagantes aventuras en frenética búsqueda de su verdadero yo, se enfrentará a una terrible elección moral en un pueblo de Sri Lanka como parte del ejército de las Indias Orientales, viajará a Pisa, donde entrará en el mundo de los poetas románticos y en Rávena, la ciudad de Romeo y Julieta, conocerá al amor de su vida. Soldado, amante, padre, amigo de célebres poetas como el propio Lord Byron, criminal, agricultor, explorador y escritor metódico, Cashel siempre se encontrará en el lugar y en el momento en que el siglo acelera inevitablemente su curso sin dejar nunca de interrogarse sobre el sentido de su errancia. De la pluma de uno de los escritores británicos más queridos de nuestros tiempos, una novela centelleante sobre las extraordinarias aventuras de un hombre corriente y, al mismo tiempo, el vívido retrato de una época convulsa y fascinante.
La infancia de las hermanas Cinthy y Ezra Kindred ha transcurrido rodeada de amor. Han visto crecer su universo al amparo de sus padres y de los Junkett, con quienes integran la escasa comunidad negra de Salt Point, una pequeña población pesquera de Maine. Pero al finalizar el verano y tras regresar a clase, las hermanas son recibidas con hostilidad. Incluso Ruby, la mejor amiga de Ezra, parece participar en la oleada de racismo que revelará las verdaderas dimensiones del abismo sobre el que el mundo de las hermanas se sustenta.
Descubrir los prejuicios raciales de su apacible comunidad será para las hermanas Kindred como presenciar el final de un sueño y el inicio de una pesadilla, pero les proporcionará también el material con el que levantar un refugio capaz de proteger a su familia y de resistir las amenazas del mundo exterior. Estamos en 1957, y allá fuera, como un rumor latente que sobrevuela las ciudades, los ecos del Movimiento por los Derechos Civiles auguran un cambio.